Aclaración: El título del artículo se refiere a Foco de enfoque, concentración. No a los bulbos eléctricos. Que conste.

Llegas a tu escritorio, comienzas a trabajar, pero cometes errores porque tu mente está en otro lado.

En la mañana perdiste las llaves porque, mientras deambulabas por la casa y tratabas de despertar, las llaves cobraron vida y se escondieron. Solitas.

En la reunión de trabajo ves cómo los demás hablan, pero no los escuchas porque tu imaginación está presentando fantasías de cómo sería estar en este momento en la playa.

Y luego, cuando te reclaman, lo primero que piensas es que tienes síndrome de déficit de atención.

Pero eso no puede estar más alejado de la realidad. Lo que sucede es que estás fuera de donde tienes que estar porque no tienes enfoque. Y esto es muy normal.

Enfocar nuestra mente cuesta mucho trabajo porque es como un niño malcriado. Grita por llamar tu atención. Tu mente dice «¿no será más divertido estar jugando video juegos o ir de compras?». Siempre que hacemos una tarea que no nos gusta o simplemente si pasamos un buen fin de semana, nuestro pensamiento vuela a una realidad alterna donde todo es divertido.

También existe un problema mucho más grande. Nos encanta pretender que podemos hacer más de dos cosas a la vez.

Y ya sé que las feministas me dirán que las mujeres son multitasking, pero no. Si haces dos cosas a la vez, una de ellas sale mal. Es muy normal, pero también es peligroso. El no enfocarse provoca disgustos, pérdida de objetos y de tiempo; y lo peor, provoca accidentes.

Si no tenemos la mente donde debe estar, estamos perdiendo oportunidades para disfrutar el momento actual o resolver el problema que nos causa sufrimioento.

Cada uno de nosotros sabe muy bien cuál es nuestro problema personal cuando se habla de no poner atención, así que no daré más razones por lo que es un error no tener foco.

Pero sí les daré sugerencias para mejorar esta situación. A mi me funcionan mucho, y me considero el hombre más distraído del mundo.

1. El multitasking no existe
Por más que te esfuerces, el estar chateando mientras trabajas sólo hace que te tardes más y aumenta el margen de error. Haz una tarea a la vez y terminarás más rápido y saldrá mejor.

2. Apaga las distracciones
No, no tienes síndrome de déficit de atención. Lo que tienes es un maldito celular 3G.

Twitter es una gran herramienta de comunicación, pero también provoca muchos problemas de productividad porque, al final, es más divertido estar en el chisme que trabajando.

La vida internética nos trae muchos instrumentos que nos permiten estar en contacto con el mundo, pero también aumentan el estrés.  Si apagas el celular, Twitter, Facebook y todo lo que pueda evitar que seas productivo, apágalo.

Cuando estudies, estudia, no veas la tele o escuches música. Cuando leas, lee. Cuando hables con alguien, dale toda tu atención.

3. Orden. Orden. Orden.
Como lo mencioné, soy el tipo más disperso del mundo. Si no tengo orden en mi vida, no encuentro las cosas, no sé para dónde ir y pierdo el tiempo todo el día en un juego o leyendo RSSs.

Dos factores enormes para que la mente vuele y no te ayude a concentrar, son el desorden y la saturación.

Si tu escritorio está lleno de papeles, plumas, juguetes, fotos y estampitas de San Banano, tu mente tiene muchos elementos en los cuales posarse antes de comenzar a trabajar.

Si no guardas tu cosas en un lugar determinado, te aseguro que vas a perder las cosas con mucha facilidad.

Si tienes diez mil iconos en el escritorio de tu compu, tarde o temprano vas a empezar a perder archivos.

Si no ordenas tu día con una lista de pendientes, no serás productivo.

Creo que captas el mensaje. El desorden y la mala organización te llevan a que la mente se vaya de vacaciones cuando tienes que resolver problemas.

4. Medita
Piensa que la mente es un caballo hermoso que pasta en la pradera. Pero también es un animal poderoso en estado salvaje, que necesita un vaquero que lo dome, que le de dirección.

Así es la mente. Dispersa, procesa información a velocidad luz y siempre se enfoca en lo divertido, no en lo que necesita.

Por medio de la meditación logramos callar la mente por 20 minutos, pero poco a poco nos resulta más fácil dirigirla hacia donde queremos.

Para más referencia, consulta este artículo: Calma la mente. 10 consejos para comenzar a meditar.

5. Respira y toma pausas
Cuando más tensos estamos y hay más ruido en el ambiente, queremos estallar y salir huyendo.

Esto es el resultante de que la mente pone atención, pero recibe más información de la que es capaz de procesar. Entonces estallamos y nos sentimos oprimidos y tensos.

Si haces pausas a lo largo del día, permites que la información que entra sea procesada  y que tu ritmo cardiaco regrese a nivel normal.

Y no olvides respirar.

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Nota choco budista: Poner atención a lo que haces, apagar distracciones y poner la mente donde debes, se llama Atención Consciente. También es parte del Camino Óctuple y se llama Atención Correcta.