Jigoro Kano, creador del judo.

Mi gran amigo Momo, de El Espejo de Momo, me envió un artículo sobre la filosofía del Judo,  que me hizo pensar mucho.

Y es que no importa qué tan budista sea, la vida siempre te pone situaciones difíciles en las que tienes que ser un poco agresivo o no se resolverán.

Esto se une con que hace unas semanas, varios lectores de El Choco Buda se acercaron a mi porque cada uno (por separado) tenía una serie de problemas bastante fuertes y necesitaban ayuda. Con mucho gusto compartí o que sé y lo que me ha funcionado, pero al final ningún problema se resuelve si no tomamos una actitud determinante ante la adversidad.

Si tienes el corazón roto, estar sentado viendo la televisión no va a reparar los daños. Si te sientes pasado de peso, estar sentado jugando video juegos no te va a dar cuerpo de modelo. Si la gente abusa de ti, no es porque dios lo quiso, sino porque tú los dejas.

Entiendo que la vida se pone ruda de vez en cuando y no tiene nada de malo quejarse. Siempre y cuando la queja venga acompañada de al menos 3 propuestas de mejora.

Por ejemplo, si el problema es que estás pasado de peso, no tiene nada de malo decir «Maldición, ya no me quedan los pantalones», pero a esa queja hay que agregarle «Voy a comer mejor».

Proponer soluciones a nuestros propios problemas cambia la vida porque ya no somos víctimas de nosotros mismos.

Mi arte marcial principal es el Aikido, pero otro arte marcial que me encanta es el judo. Uno de sus grandes maestros, Kyuzo Mifune, tenía estas siete reglas para el entrenamiento.

  1. No subestimes a un oponente.
  2. No pierdas la confianza en ti mismo.
  3. Mantén una buena postura.
  4. Desarrolla rapidez.
  5. Proyecta fuerza en todas direcciones.
  6. Desarrolla auto control.
  7. Nunca pares de entrenar.

Creo que los siete puntos están más que claros y no se necesita ser judoka para comprender que se pueden usar en la vida cotidiana, sin ser maestro de artes marciales.

En la vida, nunca podemos tomar a la ligera a una persona difícil porque podría causarnos daño. Tampoco puedes subestimar tus objetivos.

Si no confiamos en nuestras capacidades, no podremos avanzar a nuestras metas. Con una buena postura, inteligencia y criterio sin apegos, nuestro juicio siempre será certero. Al terminar nuestras tareas con buen tiempo, tendremos más oportunidad de aprovechar el día. Hacer las cosas a medias nos vuelve mediocres; necesitamos hacer todo con fuerza, proyectarla en todo lo que hacemos.

Todos estos puntos no pueden llegar a cristalizar si no sabemos autocontrolarnos. Tenemos que saber a decir NO a lo que nos daña, pero ese NO comienza con nosotros mismos.

Y, finalmente, estos puntos los debemos aplicar diario, a todo lo que hagamos.

Esto es entrenamiento.

LINK al Espejo de Momo.

LINK al artículo original.

Nota choco budista: Tomar acciones que te vuelven una mejor persona y te llevan a hacer felices a los demás, es tomar Acción Correcta, que es parte del Camino Óctuple.