Todos tenemos algún hábito del cuál nos queremos desprender y a veces parecería que no tenemos control sobre él.

Algunas personas abusan de la comida, otras del alcohol y otras encuentran muy atractivo establecer relaciones codependientes.

Me he encontrado con personas que aseguran que el cigarro tiene control sobre ellos y que no pueden hacer nada. Esto, por supuesto, es falso.

Todos tenemos el control de nuestras vidas. El problema es que desde niños se nos enseña a culpar a factores externos de las cosas que hacemos mal, sin tomar en cuenta que somos nosotros mismos los que nos ponemos en los dilemas que luego no queremos enfrentar.

Para explotar esta conducta de rechazo a la responsabilidad se ha desarrollado toda una industria de las medicinas milagrosas. Hay píldoras para controlar el mal humor, el sueño, el hambre y hasta para eliminar la mala suerte.

Lo que nunca nadie dirá es que la responsabilidad para estar bien se encuentra adentro de ti mismo.

Y claro que tampoco te dirán que el poder para hacer grandes cambios en tu vida están dentro de ti mismo. Siempre lo ha estado y siempre lo estará.

El problema radica en que en esta cultura occidental nunca se nos enseña a calmar la mente ni a enfocarnos en lo que nuestro cuerpo y mente necesita. Seguro, nos venden cientos de artículos y servicios, pero nunca nos dicen la verdad: nuestra mente y nuestra voluntad de salir adelante la tenemos todos, nacemos con ellas y son gratis. Es sólo que se requiere mucha disciplina para saber usarlas.

Y aquí es donde entra la meditación. Como un proceso mental en el que se desarrolla la atención consciente y la disciplina, luego de practicar por unos días podemos comenzar a ver cambios positivos en nuestra conducta.

Meditar nos hace estar atentos a lo que hacemos, cómo lo hacemos y aprendemos a detectar lo que dispara los malos hábitos.

El simple hecho de saber cuando nuestra mente desea un chocolate extra que no deberíamos comer, es el punto de partida para el auto control y dejar las acciones que queremos cambiar.

Yo sé que suena muy esotérico, pero no lo es. Sentarse a meditar, calmar la mente y aprender a estar atento a nuestros pensamientos, es una actividad que está dentro de nosotros.

Destapar el poder de la meditación y sus cambios benéficos para la vida,  no cuesta nada mas que dejar de consumir ideas y productos para dedicarnos un poco de tiempo.

Esta cultura nos enseña a demostrarnos cariño comprando un auto nuevo, pero es un grave error. Creo que la mejor forma de demostrarnos amor a nosotros mismos es regalándonos tan sólo 20 minutos al día para poner atención a nuestra mente.

Y eso sólo se logra meditando.

Muy pronto daremos más tips y formas de comenzar a meditar.