Acabo de ver TRON: Legacy de nuevo y tengo que admitir que me gustó más que la primera vez que la vi en diciembre.

Esta ocasión pude poner más atención a detalles y uno me brincó debido a mi conexión personal con el tema: Kevin Flynn es budista zen.

En dos ocasiones encontramos al personaje meditando en seiza (posición tradicional japonesa, de rodillas).

Y en una situación en particular, donde todo está saliendo mal para los héroes, un personaje grita desesperado «¿Qué hacemos?», y Flynn responde con calma: «Estar quietos».

Y estar quietos es la esencia del budismo. Es hacer una pausa en la tormenta de la vida para respirar, dejar ir los apegos y tomar decisiones correctas para actuar. Porque la desesperación es la peor herramienta para moverte por la vida.

En palabras de Jundo Sensei (mi master), siéntate y medita.

Si Kevin Flynn (Jeff Bridges, budista zen en la vida real) puede meditar con el mundo en su contra, con un hijo en crisis y con sus vidas pendiendo de un hilo, ¿porqué nosotros no podemos?

Ya sé que es un presonaje ficticio, pero la vida siempre tiene problemas y tensiones.

Necesitamos entrenar la mente para tener la serenidad necesaria para ver que siempre hay opciones y para vivir el momento.

Y eso sólo viene con la disciplina de la meditación.