Para medir a un hombre sólo hay que darle un poco de dinero. Inmediatamente se comienza a mover.

La felicidad y la infelicidad no dependen únicamente del dinero. Si el balance de tu cuenta de ahorros fuera la medida de tu felicidad, todo sería muy simple. Y en realidad no lo es.

Sin dinero, las cosas se ponen difíciles. Sin embargo, deberías saber que hay cosas más importantes que el dinero. Constantemente piensas en sexo. Sin embargo, deberías saber que hay cosas más importantes que el sexo.

No vayas diciendo que necesitas acumular dinero para vivir. En este mundo puedes llevar una buena vida sin ahorros. Hasta los profesores eméritos están preocupados sólo en ganarse el pan del día.

Nada es más patético que alimentar tu ego con tu posición y salario.

«¡Trabaja, trabaja! Cuando trabajas obtienes dinero. Cuando tienes dinero, puedes relajarte y tener algo para comer.» Comparado con este pensamiento simplista, el marxismo es en verdad sofisticado.

Algunos piensan que son importantes porque tienen dinero. Otros piensan que son importantes porque creen comprender cómo funciona la vida. Pero no importa cuánto presumas ese saco de carne en el que vives, no dejarás de ser un demonio más. Porque todo eso que no te pertenece llena el universo completamente.

Cuando los pensamientos personales terminan, es cuando nace el buda-dharma.

En el mundo todo es ganar o perder, más o menos. Pero cuando meditamos, es sobre la nada. Meditar es bueno para nada.

Es por eso que zazen (meditar) es la más grandiosa e incluyente actividad que existe.

Dogen dice:

Las flores que enjoyan el cielo de mi corazón,

las ofrezco a los budas de los Tres Mundos. 

Por Sawaki Kôdô Rôshi, de su libro Para ti

Traducido por Kyonin