Con renuencia escribo este último post para 2012, a pesar de que el impulso creativo y la disciplina me pidan a gritos seguir.

Pero es justo por disciplina que hay que hacer una pausa para descansar. Así que este es el último post de 2012. Justo a 10 días de que se acabe el mundo, según los lunáticos.

Diciembre es el mes en que la actividad baja en todas partes, así que el ritmo de mi vida también disminuye. Luego del BudaVox dedicaré más tiempo al silencio y a meditar.

Culminaré los tres meses de Ango (entrenamiento intenso) con un retiro de zazen llamado Rohatsu y asistiré a otro llamado Sesshin.

Y tengo que ser honesto: también dedicaré tiempo a la familia, a leer, cocinar, jugar juegos de PC y a no hacer nada constructivo en realidad. 🙂

2012 trató muy bien a este humilde blog. Aprendimos y comenzamos un movimiento de meditación por la caridad. Eso no tiene precio.

¡Compartimos grandes cosas!

Pero lo más valioso es que ustedes hicieron suyo al Chocobuda y me brindaron su confianza y amistad. Eso hace que el corazón se ablande.

Eso es alimento para seguir escribiendo en el mundo postapocalíptico de 2013, luego de que los mayas regresen a invadir la Tierra. 😛

Ya con toda seriedad, muchas gracias por estar y ser.

Felices y tranquilas fiestas.

Nos vemos en enero 2013.