Hace 8 años comencé a escribir un pequeño blog que relataba mis experimentos en budismo y minimalismo. En parte porque realmente necesitaba alguna bitácora y en parte porque siempre me ha gustado escribir, a pesar de lo malo que soy.

Varias veces a la semana relataba mis hallazgos en el dharma, cómo me esforzaba por encontrar una vida más sencilla y cómo formalizaba mi práctica de la meditación. Era un blog solitario de un tonto solitario.

Quizá pasó por mi cabeza que el Chocobuda llegaría a ser leído. Pero lo que jamás imaginé fue que este pequeño blog me rodearía de personas maravillosas, de amigos dispuestos a unirse en mi ingenua cruzada por un mundo mejor.

Hoy agradezco todo lo que ustedes me han dado. Hoy hago reverencia humilde ante todas sus enseñanzas, paciencia, comentarios y compañía. Hoy, con lágrimas en mis ojos, reconozco lo poco que soy en comparación a toda la bondad que he recibido de ustedes.

Gracias por inspirarme a seguir adelante, por ser el motivo de mi práctica y por señalar el camino de mi servicio como monje.

Para festejarlos en este octavo aniversario de Chocobuda, quiero invitarlos a meditar conmigo de lunes a viernes. ¡Bienvenidos al Grupo Zen Ryokan Online!

Nada es para siempre, pero sólo por hoy, vivo el sueño de tenerlos a mi lado.

Con todo mi corazón, mente y palabras, gracias.