Llevar una vida con disciplina y hábitos, resulta en una práctica mucho más enfocada y con mejores intenciones para la vida cotidiana.

Varios amigos lectores me escribieron para pedir más posts sobre cómo forjar nuevos hábitos y cómo llevar a buen término la intención de mejorar nuestra vida.

Aprovechando que este año está comenzando y que muchos aprovechan el mes de enero para aventurarse en nuevos hábitos, creo que es buena idea hablar sobre cómo lograrlo.

Esto me puso a pensar lo mucho que las cosas han cambiado para mí desde que decidí perder el miedo a experimentar. Pasamos los días haciendo las cosas como lo aprendimos de nuestros padres; y jamás nos detenemos a pensar si existe una forma más eficiente de obtener los resultados.

La Receta de Pastel de Fresa de la Abuela© será la misma receta y jamás será puesta a prueba. Es más, nadie se atrevería a cuestionarla, ¿correcto? Los mismos ingredientes, mismos procedimientos producen el mismo resultado. Seguirla al pie de la letra es una tradición y un hábito que simplemente está.

Vamos por la vida resolviendo problemas de la misma forma. Nos sentamos en un muy cómodo cojín, el cual nos absorbe y nos entumece el sentido crítico.

Es cierto que para los budistas es natural aceptar las cosas como son, pero eso no significa que no estemos en la búsqueda de formas óptimas que nos den más tiempo y tranquilidad.

Así, forjar nuevos hábitos es una cadena de acciones que mejoran la vida y calman la mente porque llegamos a un punto en el que sabemos que estamos tomando el control sobre lo conocido. Nos atrevemos a empujar los límites sólo un poco más, hasta que la nueva actividad se convierte en estándar y seguimos adelante con el aprendizaje.

En lo personal puedo decir que crear nuevos hábitos retando el conocimiento convencional, ha mejorado mi tonta existencia. Me curé el insomnio, adquirí orden en el trabajo, adopté la meditación como parte de mi vida, aprendí lo básico de un par de idiomas de mi interés, mejoré mi alimentación, me volví corredor… y la lista puede seguir.

Por supuesto no puedo decir que mi vida es perfecta y mucho menos puedo decir que soy un ejemplo. Todo lo contrario. Soy bastante bestia y justo porque mi vida es caos y golpes contra la pared, es la razón que busqué la tranquilidad por medio de los nuevos hábitos.

¿Cómo comenzar un nuevo hábito?

Perdiendo el miedo a experimentar y reconociendo la necesidad primigenia que nos mueve hacia la búsqueda. Y de ahí en adelante comenzamos a actuar hacia lo que queremos.

No es lo mismo querer bajar de peso por vanidad, que hacerlo por una preocupación clara por nuestra salud.

Conforme pasen los días escribiré más sobre el tema.

¿Tienes algún secreto para comenzar a desarrollar nuevos hábitos? ¡Comparte en los comentarios!

Si necesitas un método probado por muchos alumnos de varios países de este blog, te invito a tomar Shojiki, el taller de hábitos donde la meditación es la espina dorsal de nuestra práctica.