Práctica: Aprende a meditar

IMPORTANTE:  Lo que a continuación leerás NO ES zazen o shikantaza (meditación zen). Se describe una forma sencilla para comenzar a meditar. Puede ser usada por cualquier persona, sin importar religión o cultura.

Si tienes dudas y miedos sobre la meditación, lee esto primero.

A pesar de que hay muchos mitos y documentos extensos sobre meditación, quizá la pregunta que todos tenemos es: ¿para qué meditar?

La respuesta corta es porque necesitamos callar la mente y aprender a concentrarnos.

Sin embargo, la meditación es mucho más que eso y en la cultura occidental está muy mal comprendida. Para empezar, quiero aclarar algo muy importante:

La meditación no es mágica. Ningún dios se comunica con nosotros. No se lanzan hechizos. Tampoco bajan ángeles a hablarnos. No se puede viajar al pasado. No hay forma de ver vidas pasadas. Mucho menos recordaremos abducciones alienígenas.

La meditación es un proceso mental muy fuerte en el que nos entrenamos para calmar el ruido interno y relajarnos. Pero aún más importante, sirve para ver la vida tan cual es para seguir adelante.

Nuestra mente es muy poderosa. Puede procesar información en todos los niveles y nos hace ser lo que somos. El problema es que también genera demasiado ruido y es caprichosa, como niño pequeño, y siempre pide más y más atención.

Con este ruido lo que logra es tapar los procesos que necesitamos para comprender quienes somos y evita que tomemos responsabilidades por nuestros actos. También se enfoca en procesos divertidos y no nos deja ver hacia adentro.

Meditar es una actividad necesaria, pero cada uno sabe cuándo empezar. Hay muchas maneras de hacerlo, así que comparto las que me funcionaron y las uso desde hace años.

Estos tips parten de la idea de que ya tienes un punto en tu día para meditar. Para encontrar el tiempo perfecto hay que experimentar un poco. A mi me funciona temprano antes de que salga el sol, unos 30 minutos después de haberme despertado y de haber tomado un poco de café. Meditar antes del amanecer me gusta mucho porque no hay ruido y porque estoy alerta. En la tarde estoy cansado por todo el trabajo del día.

Quizá a ti te funcione mejor en la tarde o antes de dormir. También tomar una siesta de 20 minutos (y no más de 20 minutos. ¡Usa un despertador!) antes de comenzar tu sesión ayudarán mucho porque no vas a estar cansado.

1. Encuentra el lugar apropiado
Si ya encontraste tu hora ideal, es hora de hallar el lugar. Te recomiendo que sea en un lugar seguro como tu casa o en algún recinto donde todos mediten y nadie te moleste.

Y no necesitas nada de parafernalia mas que tu propia mente. Ah, y tu trasero para que te sientes. Seguro, un poco de incienso y un altar budista son agradables, pero vas a tener los ojos cerrados, así que no importan en realidad.

2. Revisa tu postura
Me da mucha risa ver fotos de gente meditando porque toman posturas crípticas que ningún humano normal puede hacer.

Sin duda puedes sentarte en flor de loto, hincado o con piernas cruzadas. Y no tiene nada de malo meditar sentado en una silla de la cocina. Lo que realmente importa es que tengas la espalda recta y que estés consciente durante tu sesión para que la corrijas.

Así que para meditar te puedes sentar en una silla con tu trasero hasta atrás, sin recargar la espalda. Hay que permanecer rectos durante toda la sesión.

Los ojos van cerrados. Durante las primeras sesiones es muy posible que te dé sueño. Si esto pasa, abre los ojos un poco para que entre luz.

Las manos van puestas sobre los muslos y la cabeza un poco inclinada hacia adelante. No es necesario hacer ninguna señal pandillera. Estas señales se llaman mudra, pero eso es más avanzado y lo veremos después.

El maxilar inferior hay que relajarlo y colocar la lengua detrás de los dientes superiores. Sin hacer presión.

3. Comienza con 10 minutos
No necesitas meditar 4 horas continuas. Para empezar a meditar sólo bastan 10 minutos.

Se dice fácil, pero 10 minutos dedicados a tu mente, con ojos cerrados, es mucho tiempo. Lo ideal son 20 minutos, pero eso lo alcanzaremos después.

Para medir 10 minutos y que no te preocupes por estar viendo el reloj, usa un despertador. Si tienes un reproductor de MP3, puedes bajar un timer de meditación.

Este es un timer en MP3 de 10 minutos con una campana budista al final. Timer de meditación de 10 minutos.

4. Enfócate en tu cuerpo y respiración
Esta es la parte difícil. ¿Qué hacer con la mente durante la meditación? ¿Cómo domarla?

La mala noticia es que calmar los pensamientos que se arremolinan es muy difícil. La buena es que con disciplina y dedicación, se puede lograr.

Para comenzar la sesión de meditación se necesita estar sentado en un ligar tranquilo. Cuando estés listo cierra tus ojos y sigue estos pasos.

  • Pon atención a cada parte de tu cuerpo. ¿Qué sienten tus pies, tus piernas, tus brazos? ¿Sientes frío o calor?
  • Pon atención a la gravedad. Nunca has sido consciente de cómo te afecta la ley de gravedad, ¿correcto? Este es el momento. Mientras estás sentado, pon atención a tu trasero. Siente cómo la gravedad te ata a la silla. Siente cómo tus hombros caen hacia el suelo.
  • Pon atención a la oscuridad. Tus ojos están cerrados y tu mente te presentará mil imágenes. La realidad es que no estás recibiendo luz y de inmediato pones películas del pasado, de cosas por hacer y de relaciones. Si te concentras en la oscuridad y en lo que siente tu cuerpo, la meditación será más fácil.
  • Enfócate en la respiración. Siente cómo el aire entra a tu nariz. Localiza el punto donde el aire toca por primera vez tu cuerpo. Normalmente es la punta de la nariz. Inhala, siente cómo se llenan tus pulmones y cómo expulsas el aire. Localiza todo lo que sientas y enfócate en ello.

5. Elimina ruidos durante la sesión
Primero y más importante: apaga el celular. Ya sé que tuiteas todo el día y que respondes cada uno de los mensajes que te llegan, pero si vas a tomar en serio la meditación, apaga el celular y todos los distractores.

Si vives en una ciudad capital como yo, lo más seguro es que el ruido sea constante.

Es muy posible que mientras estés en sesión, pase el de los tamales oaxaqueños calientitos, o el camión de la basura. Estos ruidos te sacarán de concentración y lo indicado es escucharlos, analizar qué es y luego regresar a lo tuyo, sin abrir los ojos y sin moverte de tu posición.

También sucederá que tu mente, al verse sin estímulo visual, comience a bombardearte de pensamientos. Gentilmente descártalos y regresa a poner tu atención a tu cuerpo.

Bonus tip: encuentra un grupo de meditación

Meditar solo es muy agradable para personas solitarias, pero también hay quienes prefieren un grupo.

Busca en tu ciudad un centro de meditación budista o un centro de yoga. Casi todos los que conozco tienen grupos de meditación.

Sólo ten mucho cuidado. Los que ofrezcan basura new age como feng shui, ángeles, hechizos, cuarzos y pirámides, normalmente van tras tu dinero y no tras tu tranquilidad.

—-

La meditación es gratis y puede ser practicada por todos. Su finalidad es calmar la mente y hacerte ver hacia adentro. Te vuelve consciente de ti mismo y de tu lugar en el universo.

En budismo, a esto se le llama Atención Consciente y es la base de la tranquilidad interna.

Te recomiendo mucho que la integres poco a poco a tus actividades diarias.