La sabiduría de Confucio para liberarte del sufrimiento

La sabiduría de Confucio para liberarte del sufrimiento

La sabiduría de Confucio para liberarte del sufrimiento

Antes de comenzar el post de hoy, quiero quitar algo de en medio. Aunque sea un chiste que regresa como zombi y se niega a morir; no, Confucio no fue el chino japonés que inventó la confusión. Es uno de los personajes insignia de la filosofía humana y, para el estudiante de Budismo Zen, la sabiduría del Confucio es el punto de origen para comprender la razón por la que insistimos tanto en la disciplina y la cultivación personal.

En este mundo que hemos creado, en donde lo vulgar, lo inmediato y lo fácil de digerir han ensuciado la cultura, es más importante que nunca poner freno de mano y recuperar terreno a la estupidez.

La sabiduría milenaria de Confucio, entonces, es un faro de luz que ofrece soluciones profundas y atemporales para muchas enfermedades sociales, psicológicas que nos aquejan. Aunque Confucio vivió en el siglo V a.C., su pensamiento sigue siendo relevante para nosotros hoy, proponiendo un camino hacia una vida plena y armoniosa; así como para crear mejores sociedades.

¿Quién fue Confucio?

Confucio, cuyo nombre real era Kong Qiu y a veces es llamado Kongzi, fue un pensador y educador chino que vivió entre el 551 y el 479 a.C. Aunque fue contemporáneo del Buda y de Aristóteles, nunca se encontró con ellos. Pero la sabiduría de Confucio se enfoca en la moralidad tanto personal como gubernamental, la justicia, y la sinceridad en las relaciones personales, especialmente dentro de la familia y entre amigos. Muy similar al Buddhadharma.

El Confucianismo, que es el sistema de ideas basado en sus enseñanzas, ha sido una de las influencias filosóficas más duraderas en la cultura china y en muchas otras partes de Asia. Sus ideas se centran en la importancia de la educación y el aprendizaje, el respeto por la jerarquía y la estructura social, y la creencia en un comportamiento ético que promueve la armonía social.

Relevancia en la vida moderna

Hoy en día, en nuestra búsqueda de significado y dirección, los principios de Confucio sobre la moralidad y la conducta ética pueden ofrecernos un camino claro. Vivimos en una época de cambio rápido y de desafíos sociales complejos, donde las enseñanzas de Confucio sobre la compasión, el respeto y la justicia se vuelven esenciales para fomentar comunidades sostenibles y cohesivas.

Sus cuatro enseñanzas más grandes son:

Ren: La benevolencia o humanidad es el corazón del confucianismo. Confucio enseñó que actuar con compasión hacia los demás es la base de la paz interna y espiritual, para así crear una sociedad armoniosa.

Li: Estas son las normas de cortesía y etiqueta que rigen las interacciones sociales. Confucio sostuvo que mantener las formas apropiadas de conducta ayuda a preservar el respeto y la dignidad entre las personas.

Xiao: La piedad filial, que implica respeto y cuidado por los padres y ancestros, es fundamental para cultivar el carácter y fortalecer la familia, piedra angular de la sociedad.

Yi: La justicia y la rectitud. Confucio nos insta a actuar con integridad y a tomar decisiones justas que no solo nos beneficien a nosotros mismos, sino también a los demás.

La intersección con el budismo Zen

Aunque la sabiduría de Confucio y el budismo Zen surgieron de tradiciones diferentes, ambos comparten el énfasis en la disciplina y la autorregulación como medios para alcanzar una vida plena en ecuanimidad.

En el Zen, esto se manifiesta en la meditación, la atención consciente y el estudio del Dharma. En el confucianismo, a través de la práctica rigurosa de las virtudes, la cultura y educación y la contemplación del mundo que nos rodea.

Ambos caminos sugieren que el alivio del sufrimiento se encuentra en la transformación interna y la autenticidad en nuestras acciones.

El valor de la educación, la autorregulación y la disciplina

Confucio fue un gran defensor de la educación y la cultura elevada como medio para el mejoramiento personal y social. Creía que solo a través del aprendizaje continuo y la reflexión podíamos llegar a conocernos verdaderamente y mejorar nuestra conducta. Esta idea resuena hoy más que nunca, en una era donde la autorregulación y la disciplina pueden parecer cualidades en desuso, pero son esenciales para navegar las complejidades de la vida moderna.

La sabiduría de Confucio queda en tus manos

Así como el Maestro Kongzi nos invitó a mirar dentro de nosotros y a buscar el bien mayor, te invito a reflexionar sobre cómo estas enseñanzas pueden aplicarse en tu vida diaria. ¿En qué áreas podrías practicar más compasión? ¿Estás manteniendo un equilibrio justo entre tus necesidades y las de los demás?

Dejar Tiktok e Instagram de lado y leer Analectas, puede ser de gran ayuda para crear la vida que te gustaría tener.

Y si practicas Zen, estudiar la sabiduría de Confucio te dará más elementos para entender, esforzarte en ser mejor y guiarte hacia un puerto seguro de paz y satisfacción. ¡El universo gana!

Si quieres estudiar y saber más sobre el Maestro Kongzi, en el Curso 2 de Introducción al Budismo Zen pasamos tiempo de calidad con él. ¡Te espero!

Finalmente, te invito a disfrutar una maravillosa película sobre la vida de Confucio. Vale mucho la pena.

Las rupturas amorosas desde el Budismo Zen

Las rupturas amorosas desde el Budismo Zen

Las rupturas amorosas son una fuente inagotable de dolor emocional y confusión para muchos de nosotros. Cada historia es un mundo inexplorado, por lo que es imposible dar una guía máxima. El malestar de la separación tiene demasiadas capas y todas se activan al mismo tiempo.

El problema es que casi siempre acudimos por consejo con personas igual de desinformadas y confundidas que nosotros, lo que resulta aún en más sufrimiento.

No es que el Budismo Zen sea una medicina rápida contra el dolor de la separación, pero sí que nos puede ayudar a entender un poco mejor las cosas, para sanar de mejor manera.

Sé que el mundo se pone oscuro y claustrofóbico, pero las rupturas amorosas son nacimientos, en realidad. Y nacer siempre duele.

Desde la perspectiva del Budismo Zen, cada experiencia, incluso una ruptura, es una oportunidad para profundizar en nuestra comprensión de la vida y crecer espiritualmente.

Hay varios aspectos que no siempre se toman en cuenta.

1. La impermanencia de las relaciones

Una de las enseñanzas fundamentales del Budismo es la impermanencia. Todo en el universo está en constante cambio, y las relaciones no son una excepción. Sufrimos las despedidas porque olvidamos que nada es permanente. Aceptar la impermanencia ayuda a aliviar el sufrimiento de las rupturas amorosas porque ajusta nuestras expectativas y nos prepara para el cambio.

Y hablando de expectativas, son también fuente de dolor. Son estas fantasías que creamos de cómo deberían ser las cosas y las personas, pero cuando la realidad llega, llega la desilusión. Mantener la mente en el presente, es una inversión que reditúan en menos dolor.

2. La dificultad de soltar

Soltar es uno de los retos más difíciles, especialmente cuando se trata de relaciones significativas. Duele perder a una persona especial, pero lo que nos duele más es perder esa versión enamorada de uno mismo. Cuando estamos con alguien, nuestra personalidad se moldea alrededor de un ideal. Si este cambia, hay crisis de identidad porque estamos ante una nueva versión de uno mismo. Eso produce mucho miedo.

Por supuesto, nos cuesta trabajo soltar los recuerdos y todo lo que parecía seguro, ante la ruptura amorosa. Sin embargo, el Zen nos enseña que aferrarse a lo que sea es una fuente de Dukkha. Aprender a soltar no sólo cosas físicas sino también relaciones y emociones es fundamental para encontrar la paz interior.

Pero soltar va más allá. Soltamos la personalidad que hemos creado para liberarnos de las cadenas autoimpuestas.

3. El miedo al cambio

El miedo al cambio es una reacción natural, pero también es una barrera para el crecimiento personal. Cada vez que estamos ante un cambio significativo, como una ruptura, tendemos a paralizarnos. El Zen propone enfrentar el cambio con la mente abierta y aceptar que cada cambio trae consigo la semilla de un nuevo comienzo.

4. El orgullo herido

Nuestro orgullo humano queda mal herido tras una ruptura, especialmente si no la vimos venir o si nos resistimos a aceptarla.

¿Por qué el orgullo duele? Porque hay un ego que te domina. El Buda nos enseñó que el ego no es más que una ilusión, y la práctica Zen nos lo pone el claro con todas las prácticas que realizamos. Al bajarle algunos niveles al ego, ya no hay más ego que resulte dañado.

5. Fluir con la vida

La vida es un flujo constante, y a veces, nos lleva por caminos inesperados. Aunque resistirse a los cambios es una reacción humana, fluir con la vida y aceptar los giros que toma es esencial para mantener nuestro bienestar emocional y espiritual. La vida está en constante movimiento, y nosotros debemos movernos con ella.

6. El lodo y el loto

El Budismo Zen usa la metáfora del loto, que crece en el lodo y florece en belleza sobre la superficie del agua, para ilustrar cómo los momentos más difíciles pueden llevar a un crecimiento significativo. «Sin lodo no hay loto», es decir, sin dificultades y sufrimiento, no hay crecimiento ni belleza.

7. El Buda en el cambio

En estos momentos de dolor y transformación, es útil recordar que el Buda vio la luz gracias a su comprensión profunda del sufrimiento humano. Una ruptura puede ser un punto de inflexión que te pide crecer, aprender y eventualmente, encontrar la paz y el progreso personal a través de nuevas experiencias.

Aunque duela admitirlo, somos la sabiduría y experiencias ganadas ante la dificultad.

8. Soltar con gratitud y compasión

Aunque tu madre y tu tía gorda te hayan dicho que eres la persona más bonita e inteligente del universo, no lo eres. No eres superior ni mejor que nadie. Eres una persona normal, con luz y sombra, como cualquiera.

El hecho de que alguien haya decidido regalarte un poco de su vida, a pesar del asno que eres, es un milagro. No, no conquistaste a la persona. La persona DECIDIÓ estar contigo.

Cuando una relación termina, a pesar del dolor y las dificultades, hay que decir y sentir la palabra GRACIAS, con todo el corazón. También desear que la persona sea feliz, sin juicios ni opiniones.

Manejar la separación con estos sentimientos puede aliviar el dolor y facilitar el proceso de curación.

9. Mantener la práctica de meditación

Sin meditación no hay Buda. Sin Zazen no hay Zen y no hay calma.

Finalmente, no sueltes tu práctica de meditación; es un recurso invaluable en tiempos de crisis. La meditación puede proporcionar la estabilidad emocional necesaria para navegar por la tormenta de una ruptura, ayudándote a encontrar claridad y paz interior.

10. Deja entrar al Buda a tu corazón

La gran mayoría de occidentales nos sentimos incómodos al mencionar siquiera la palabra “religión”. Pero seguir una vía espiritual es una necesidad que todos tenemos porque nos da un propósito para seguir adelante.

El budismo no solo son mensajes bonitos. Es una guía que te ayuda a salir del pantano de las rupturas amorosas y una luz para seguir.

Existen muchas versiones del Buda, pero una a la que podrías recurrir ante la ruptura amorosa, es Yakushi Nyorai, el Buda Azul de la Medicina. Él es el Gran Médico que nos sana física, mental y espiritualmente. Siempre lleva consigo un tarro con bálsamo curativo, que es el Dharma y la práctica budista. Tenerlo cerca puede inspirarte a buscar refugio en él y en su sabiduría.

Su mantra es:

TAYATA, OM BEKADZE BEKADZE
MAHA BEKADZE BEKADZE,
RADZA SAMUNGATE
SOHA

Dejar entrar al Buda a tu corazón podría ayudarte más de lo que imaginas. Pero no me creas a mí. Inténtalo y luego me dices.

Conclusión

Las rupturas son siempre muy difíciles, pero también son una parte inevitable de la experiencia humana que, vista a través del lente del Budismo Zen, ofrece valiosas lecciones para el crecimiento personal y espiritual. Al final, recordamos que cada fin es simplemente el comienzo de algo nuevo. Nos mantenemos firmes en nuestra práctica, sabiendo que en el fluir constante de la vida, siempre hay una oportunidad para renacer.

Próximo Curso: Introducción al Budismo Zen 2, 2024

Próximo Curso: Introducción al Budismo Zen 2, 2024

Si leer budismo básico ya no es suficiente y necesitas saber más sobre Zen, te invito a tomar la segunda parte del Curso de Introducción al Budismo Zen, de Grupo Zen Ryokan. Continuaremos nuestro camino aprendiendo la historia, tradición y prácticas de esta milenaria forma de vida.

Este curso está pensado para alumnos del Curso 1 y para quienes ya estén familiarizados con su contenido (ver temario aquí).

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Sobre el formato (presencial/en línea)

El Buda y los Maestros a través de la historia se han adaptado a la tecnología disponible para transmitir las enseñanzas a la comunidad y mantener el Dharma vigente. Este concepto se conoce como Upaya, o Medios Virtuosos de Enseñanza.

Grupo Zen Ryokan se adapta y usa los medios en vivo y electrónicos para compartir la llama del Budismo Soto Zen en español.

Entendemos la tecnología como herramienta de comunicación y de aprendizaje que une a las personas, trascendiendo fronteras, horarios y culturas.

Cuando estamos juntos practicando el Dharma y en Zazen, saltamos obstáculos regionales, etiquetas y tiempo. Esto nos permite estar siempre unidos, sin prisas.

Es un formato ideal para personas muy ocupadas o con algún impedimento para acudir a un centro Zen local.

Practicamos Zen en el templo más grande: La Vida.

Objetivo

Profundizar en el estudio de la historia, textos y ceremonias esenciales del Budismo Soto Zen; para llevarlo a nuestra experiencia cotidiana y vivir en respeto, armonía, silencio y elegancia.

Practicaremos Shikantaza Zazen (meditación zen) desde el primer día para cultivar el hábito diario de esta práctica suprema.

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En una mirada

Curso: Introducción al Budismo Zen 2, 2024.

Facilitador: Hondou Kyonin.

Inicia: Jueves 16 de mayo de 2024.

Duración: 6 meses.

Clases por Zoom: Todos los sábados. Hora por anunciar. Todas las clases quedarán grabadas en YouTube para poder verlas después.

Necesario:

  • Haber tomado el Curso de Introducción al Budismo Zen 1, o haber estudiado por su cuenta los temas del temario. Ver temario aquí.
  • Tener una práctica diaria y estable de Shikantaza Zazen (al menos 20 minutos al día).
  • Sentirse cómodos con el uso de tecnología e internet.

Disponibilidad: Limitada. Inscríbete pronto.

Cierre de inscripciones: Lunes 13 de mayo de 2024.

Costo: Donativo mensual. Escribir para informes y opciones.

Sede: En línea. El material de estudio y la discusión serán en nuestra plataforma en línea.

Más información e inscripciones en: choco ARROBA budismosotozen.org

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El Zen es práctica cotidiana y disciplina

El Zen es práctica cotidiana y disciplina

El Zen es práctica cotidiana y disciplina

¿Sabes por qué no entiendes el Zen y todo parece confuso? ¿Imaginas la razón por la qué el Zen no te ha transformado como esperabas? ¿Sabes por qué aun hay depresión y angustia? Porque tomas descansos y haces pausa en la práctica, a veces por meses o años. Es como si arrancaras una manzana verde, esperando que sea dulce y deliciosa, pero sin esperar a que esté madura. El Zen es práctica cotidiana que no debe ser interrumpida, de lo contrario nunca madurará en ti. Así fue diseñada y funciona más de lo que tu gordo y pesado ego imagina.

El Soto Zen, como ya me habrán escuchado decir, difiere de otras tradiciones por muchas razones. Principalmente nos sentamos en Zazen como pilar de nuestra espiritualidad, pero también el Buda y Dogen Zenji hacían énfasis en que el Dharma no puede ser relegado a fines de semana. Mucho menos a una ventana corta de tiempo, apretado entre las actividades de nuestra agenda. El Zen es práctica cotidiana, pero con algunos comentarios importantes.

Puede que pases mucho tiempo estudiando por tu cuenta, pero si no te llevas el Dharma a cada rincón de tu experiencia de vida, acompañado de tu maestro, muy pronto te desesperarás y te irás.

La esencia del Soto Zen, más que cualquier otra doctrina espiritual, radica en su pragmatismo y aplicabilidad directa a la vida cotidiana. No es coincidencia que el 100% de los Patriarcas del Zen nos hayan pedido práctica y disciplina diaria.

Pero Chocobuda, yo solo quiero estar sin estrés y que la ansiedad ya no me coma.

El dolor y la insatisfactoriedad como material para crecer

En su iluminación, entre otras cosas, el Buda encontró la razón por la que todos la pasamos mal en esta vida. Al abordar el sufrimiento humano, el Buda no se quedó en la superficie; profundizó en la raíz del dolor, abriendo nuestra consciencia para hallar y aplicar soluciones que mitiguen nuestra insatisfactoriedad. Esta aproximación pragmática es evidente en todas sus enseñanzas, que se presentan como herramientas para navegar el mar tormentoso de la existencia. Zen es práctica cotidiana que nos ofrece la medicina específica para cada aflicción y enfatiza la importancia de actuar con prontitud y sabiduría.

Sin embargo, lo que distingue al budismo de otras filosofías es su rechazo a los absolutismos. Reconoce la relatividad de nuestra comprensión y práctica de la verdad, abogando por una flexibilidad que se adapta al contexto, a la realidad concreta y a las circunstancias individuales. Esta postura, lejos de ser rígida o dogmática, es dinámica y adaptable, permitiendo una interpretación y aplicación de sus enseñanzas que es genuinamente pragmática. A esto le llamamos la Perfección de la Gran Sabiduría, Prajnaparamita.

Es de suma importancia estudiar, hacer Zazen y vivir con el Dharma todos los días de nuestra vida porque solo así podremos comprender hasta la médula lo que el Buda nos dice. Hay que entender que no hay budismo sin meditación y para el Zen es práctica cotidiana. Solo así desarrollamos los elementos para poder examinar las situaciones con una mente abierta y un espíritu compasivo, reconociendo que nada ocurre en aislamiento. Esta visión de interconexión profundiza nuestra comprensión de la compasión como una necesidad intrínseca de la práctica budista, reflejando una verdad fundamental sobre nuestra existencia interdependiente.

Más allá de lo básico

Para alguien que ya pasó el nivel introductorio de su estudio de budismo, es crucial entender que la postura pragmática nos lleva a la inteligencia de que el bien y el mal existen dentro de un marco de relaciones y contextos, no como entidades aisladas. Esta visión se ilustra en la práctica de ajustar las reglas y enseñanzas según las necesidades y capacidades de los practicantes, evidenciando un profundo respeto por la diversidad y la individualidad en el camino espiritual.

Esta flexibilidad y apertura han permitido al budismo evolucionar y adaptarse a través de las eras, enriqueciendo su práctica con una variedad de expresiones, tecnologías y métodos que abarcan desde la meditación hasta la recitación y más allá. Esta diversidad, lejos de ser un obstáculo, es una fuente de fortaleza, permitiendo que el budismo hable a corazones y mentes en una multitud de contextos y culturas.

Zen es práctica cotidiana con algunos retos

A pesar de esta riqueza y complejidad, el Soto Zen es práctica cotidiana y enfrenta el desafío de mantener su esencia en un mundo que cambia rápidamente. La tarea de discernir la auténtica budeidad de las prácticas y enseñanzas requiere un compromiso continuo con el autoexamen y la reflexión crítica. Este proceso no siempre es fácil, pero es esencial para preservar la integridad y relevancia del budismo en la era moderna.

La práctica Zen se llama así porque es un esfuerzo diario, constante y disciplinado. El Buda no descansa en fines de semana, ¿por qué tú sí? El Zen es práctica cotidiana que nos lleva a una exploración profunda de nuestra propia naturaleza, liberándonos de los autoengaños y despertando a una vida de claridad y compasión.

La Vía del Zen ofrece no solo una guía para una vida espiritual plena y satisfactoria, sino también para una vida vivida con propósito y significado. En el Zen, encontramos no solo soluciones a los dilemas existenciales, sino también la promesa de un mundo más compasivo y consciente.

El Zen mejora tu vida por estas razones

El Zen mejora tu vida por estas razones

La naturaleza tiene un orden y elegancia que nos cuesta mucho trabajo ver. Hay reglas en el universo que simplemente son seguidas por todo lo que existe. Desde los átomos hasta galaxias completas, todo tiene propósito, lugar y sincronía. Es como una Gran Danza. Sin embargo, los únicos animales que lo niegan y quieren modificar todo, somos los humanos. Sufrimos tanto porque no podemos entender que el Zen mejora tu vida al darte límites y reglas para estar en sincronía con el cosmos.

Tenemos esta ilusión de que la libertad es siempre hacer lo que te venga en gana, en todo momento. Pero una vida sin reglas o límites puede parecer libertad absoluta, pero en realidad, conduce al caos y la confusión. En el budismo, esto se conoce como Dukkha, el sufrimiento que surge de la insatisfacción y la falta de orden en nuestras vidas. Sin embargo, el Budismo Zen nos ofrece un camino para poner límites y encontrar la armonía interior que tanto anhelamos.

Me encantaría decir que Zen es solo la tranquilidad de una mañana en el spa, pero es más que eso.

El Budismo Zen, una rama del budismo Mahayana que enfatiza la meditación Zazen y la práctica cotidiana para alcanzar una auténtica vida tranquila, nos proporciona las herramientas necesarias para establecer límites en nuestras vidas y cultivar un sentido de orden y paz interna. A través de la práctica del Zen, aprendemos que las reglas no son restricciones arbitrarias impuestas desde el exterior, sino guías que nos ayudan a vivir de manera más consciente y satisfactoria.

Dukkha, la insatisfacción de una vida sin reglas

El Buda descubrió que la raíz del sufrimiento humano, o Dukkha, proviene de nuestra incapacidad para aceptar la realidad tal como es. Cuando vivimos sin reglas claras o principios que guíen nuestras acciones, nos encontramos perdidos en un mar de desorden y confusión. Nos aferramos a deseos inalcanzables, a lo impermanente y nos vemos atrapados en un ciclo interminable de insatisfacción.

Imagina una vida sin horarios, sin normas sociales, sin límites personales. Inicialmente, puede sonar liberador, pero rápidamente nos damos cuenta de que el caos reina en todas partes. Sin estructura ni disciplina, nos sentimos perdidos y desorientados, sin un propósito claro que nos guíe.

Budismo Zen para descubrir que no hay tal como caos

El Budismo Zen nos ofrece un enfoque práctico y directo para establecer límites en nuestras vidas y encontrar que no existe caos alguno. A través de Zazen y la práctica de la atención plena, aprendemos a observar nuestros pensamientos y emociones sin juzgar y a cultivar una mayor claridad mental.

Zazen nos enseña a estar presentes en el momento actual, a aceptar la realidad tal como es y a dejar de lado nuestras expectativas y deseos. En lugar de luchar contra el flujo de la vida, aprendemos a fluir con él, encontrando paz y armonía incluso en medio de las dificultades.

¿No sabes cómo meditar? No es tan difícil comenzar.

Límites y reglas para la paz interna y la mejora de la sociedad

Hacer lo que te venga en gana, así solo por pasión cavernícola, solo te ha metido en problemas. Y seguirás sufriendo, a menos que te pongas límites.

Además de ayudarnos a encontrar paz interna, el Budismo Zen también nos proporciona reglas y principios éticos que nos guían en nuestras interacciones con los demás y en nuestra contribución a la sociedad. A través de los Cinco Preceptos, que incluyen abstenerse de causar daño, robar, mentir, intoxicarse y participar en conductas sexuales dañinas, aprendemos a cultivar una forma de vida que promueva el bienestar tanto para nosotros mismos como para los demás.

Al establecer límites claros y seguir principios éticos sólidos, contribuimos a crear un mundo más compasivo y comprensivo. En lugar de actuar desde el egoísmo y la avidez, aprendemos a cultivar la compasión y la generosidad hacia todos los seres vivos.

¿Quieres hacer algo por la paz en Palestina o en el conflicto armado actual? Practica Zen hoy, aquí y ahora.

¿Quieres mejorar el medio ambiente? Estudia las palabras del Buda y D?gen para entender tu lugar e impacto en la vida.

¿Hay personas difíciles en tu vida? Practicar Zen con una sangha te ayuda a mantener la calma y actuar con prudencia basada en compasión.

Así tal cual, el Zen mejora tu vida.

Mirarnos con honestidad es el camino hacia la mejora personal

Una parte fundamental de la práctica del Budismo Zen es la auto-reflexión honesta y sin adornos. Lo sé, a veces puede ser muy crudo. Pero eso es justo por lo que podemos crecer. No nos andamos con medias tintas. Nos revisamos con brutal honestidad.

A través de Zazen y la observación de nuestros pensamientos y emociones, aprendemos a ver con claridad nuestras fortalezas y debilidades y a reconocer las áreas en las que podemos crecer y mejorar.

El Zen nos hace a mirarnos profundamente y cuestionar nuestras suposiciones y creencias arraigadas. Al abandonar la falsa ilusión del ego separado, podemos comenzar a ver la interconexión de todas las cosas y a comprender nuestra verdadera naturaleza.

¿Qué es el ego separado? Cuando crees que eres uno contra el mundo y que te lo mereces todo.

La maravilla de estudiar Zen

Estudiar Zen mejora tu vida porque te pone en un camino fascinante y transformador. Te permite explorar lo que hay debajo de lo que crees que eres. A medida que profundizamos en nuestra práctica, experimentamos una sensación de asombro y asombro ante la vastedad y la belleza del universo.

Los practicantes de Budismo Zen estamos abiertos a la experiencia directa de la vida en cada momento, a saborear la riqueza y la plenitud de cada instante. Es con nuestra práctica de Zazen y la atención plena, que aprendemos a estar completamente presentes en nuestra experiencia y a apreciar la unicidad que nos rodea en todas partes.

En resumen, el Budismo Zen mejora tu vida porque nos ofrece los límites y las reglas necesarias para mejorar nuestra calidad de vida y encontrar paz interna en un mundo lleno de caos y confusión.

Con Zazen y la práctica de la atención plena, aprendemos a establecer límites claros en nuestras vidas y a vivir de acuerdo con principios éticos sólidos que promuevan el bienestar tanto para nosotros mismos como para los demás.

Estudiar Zen es maravilloso porque podemos explorar la verdadera naturaleza de nuestra mente y corazón, para así experimentar que no hay tal cosa como caos. Solo hay orden, sencillez y elegancia. Y poder verlo es la más grande de las libertades.

Para dar tus primeros pasos en el budismo, este curso es para ti. Inicia muy pronto.

Cinco hábitos del Budismo Zen que mejorarán tu vida

Cinco hábitos del Budismo Zen que mejorarán tu vida

Cinco hábitos del Budismo Zen que mejorarán tu vida.

Me parece curioso y divertido que el concepto de «modo monje» está muy de moda en los blogs de productividad, pero muchos de ellos están escritos por personas que no tienen idea de lo que es ser un monje ordenado en una tradición milenaria. Se van por lo que ven en videos de YouTube, pero los hábitos del Budismo Zen son mucho más profundos y hermosos.

Por esa razón, decidí escribir este artículo. Estos son los hábitos que he desarrollado como monje Soto Zen, y que considero pueden aportar profundamente a la vida de cualquier persona, sin importar su camino o creencia.

1. Práctica inquebrantable de meditación

La práctica de Zazen, o meditación sentada, es el pilar del Budismo Zen. No sirve para nada. No te vuelve una persona más exitosa ni más bella. Es tonto y aburrido. Y justo por eso lo practicamos.

No he parado de practicar Zazen ni un solo día, desde hace más de 20 años. No hay descansos y tampoco hay días de licencia por enfermedad. Todo es Zazen.

En mi experiencia personal y en la enseñanza de los textos sagrados, Zazen es mucho más que una simple técnica de meditación; es una manera de vivir y experimentar el momento presente. Esta práctica nos enseña a ser testigos de nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos, permitiéndonos una mayor claridad mental y una profunda paz interior.

Zazen no solo tranquiliza la mente, sino que también nos abre a una comprensión más profunda de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. En el silencio y la quietud, aprendemos a observar la naturaleza impermanente de todas las cosas, lo cual es esencial para desarrollar sabiduría y compasión. Esta práctica diaria es una fuente de fortaleza y estabilidad en mi vida, y recomiendo encarecidamente su adopción para aquellos que buscan una vida más plena y consciente.

Si quieres instrucciones para comenzar en Zazen, lee a Nishijima Roshi, aquí.

2. Dedicar mis esfuerzos al beneficio de los seres vivos

La compasión o Karuna, es el corazón de los hábitos del Budismo. Shakyamuni enseñó que todos los seres desean ser felices y estar libres de sufrimiento, y esta comprensión debe guiar nuestras acciones. En mi vida como monje, he aprendido que dedicar mis esfuerzos para el beneficio de otros no solo ayuda a aliviar su sufrimiento, sino que también enriquece mi propia experiencia y comprensión de la vida. Me da una dirección para caminar y facilita todas las tomas de decisiones. Si hay algo que solo me beneficia a mí, no lo hago.

Esta práctica de compasión se manifiesta en actos de generosidad, palabras amables, y en el compromiso de trabajar por un mundo más justo y compasivo. Al centrarnos en los demás, rompemos las barreras del ego y nos conectamos más profundamente con la interconexión de todos los seres. Es un hábito que transforma tanto al individuo como a la sociedad.

3. Agradecer por mis alimentos

En la tradición Soto Zen, cada comida comienza con una oración de gratitud. Es uno de los hábios del Budismo Zen que más me ha cambiado, pero que más trabajo cuesta para muchos. Esta práctica me ha enseñado a reconocer y valorar el esfuerzo y los recursos que se necesitan para producir cada alimento que consumimos. La gratitud fomenta la humildad y una profunda conexión con la vida y el mundo que nos rodea.

Agradecer por los alimentos es un recordatorio diario de nuestra dependencia de la naturaleza y de otros seres humanos. Nos enseña a no dar nada por sentado y a vivir de manera más consciente y sostenible. La gratitud es una poderosa herramienta para cultivar una actitud positiva y un corazón abierto hacia la vida.

Al principio se siente extraño… pero la mente comprende y poco a poco este hábito va transformando tu relación con los alimentos.

Te invito a que lo intentes con el Gatha de los Alimentos:

Esta comida viene por los esfuerzos
de todos los seres vivos del pasado y del presente,
y es medicina para nutrir nuestra práctica.
Ofrecemos estos alimentos de muchas virtudes y sabores
al Buda, al Dharma y a la Sangha,
y a toda la vida en cada reino de la existencia.
Que todos los seres vivos del multiverso
tengan suficiente alimento.

Terminar con una reverencia un poco más larga y sincera.

4. Acepto el silencio como práctica espiritual

El silencio es un aspecto fundamental en mi camino espiritual. En el silencio, encontramos un espacio para la introspección y la conexión con nuestro verdadero ser. El mundo que nos hemos construido está lleno de distracciones y ruido que pueden alejarnos de nuestra esencia y verdad interior. El silencio nos ofrece un refugio, un lugar para recalibrar nuestro ser interior y escuchar la sabiduría que reside en nosotros.

Esta práctica de silencio no es simplemente la ausencia de palabras, sino una forma activa de escucha y presencia. En el silencio, podemos descubrir respuestas a preguntas que el ruido constante de la vida cotidiana a menudo ahoga.

5. Estudio y práctica de una filosofía de vida

El Budismo no es solo una religión o una filosofía; es una forma de vida. Estudiar y practicar las enseñanzas del Buda, como las Cuatro Nobles Verdades y el Noble Sendero Óctuple, ofrece una guía clara para vivir una vida ética y significativa. Estos principios me han ayudado a desarrollar una mente más clara, un corazón más compasivo y una vida más equilibrada.
Pero esto solo viene con el hábito de la lectura y el estudio.

Una filosofía de vida basada en los principios budistas nos ayuda a navegar las complejidades de la existencia con mayor sabiduría y compasión. Nos enseña a abrazar la impermanencia, a vivir con integridad y a buscar el bienestar de todos los seres. Es un camino que nos lleva hacia el crecimiento y la transformación personal.

Conclusión

Estos cinco hábitos del Budismo Zen han sido fundamentales en mi vida y desarrollo espiritual. No tienes que ser monje o monja para ponerlos a prueba en tu experiencia.

Cada uno de ellos ofrece una perspectiva única y valiosa para mejorar la calidad de nuestra vida y nuestras relaciones con los demás. Al adoptar estos hábitos, no solo nos beneficiamos nosotros mismos, sino que también contribuimos al bienestar y la armonía de nuestro entorno.

Por favor, intenta explorar estos hábitos en tu vida diaria y a descubrir por ti cómo pueden enriquecer tu experiencia del mundo.

Si necesitas aprender más sobre hábitos y practicar conmigo, este taller te interesa. ¡Estamos por comenzar!