En Internet y en redes sociales abundan mensajes que nos impulsan a sentirnos bien. A diario circulan cientos de imágenes lindas con alguna frase que intenta mejorar nuestra vida.
Las leemos, sonreímos y las reenviamos a nuestros contactos.
Sin duda pueden ser frases o citas maravillosas, pero estoy seguro que ninguno de nosotros las toma en serio o las adopta para la vida cotidiana. Al final son vacías y sólo sirven para perder el tiempo.
Y no es que ver imágenes inspiradoras sea malo. El problema es que no estamos dispuestos a ceder un poco y cambiar hacia una vida de virtud y generosidad.
Queremos encontrar refugio y lo sagrado en lugares externos a nosotros.
Un meme no hace un mundo mejor. Eres tú y yo, nosotros, los que con nuestros actos y palabras convertimos el mundo y lo volvemos un lugar en el que vale la pena vivir. Toda la vida es sagrada. Todo lo que haces es sagrado siempre y cuando no dañes a nada ni a nadie.
El budismo y muchas otras filosofías nos marcan una serie de pasos a seguir para tener una vida ética y tranquila. Pero no todo mundo está dispuesto a adentrarse. Por esta razón pensé en escribir un apartado que llevara los preceptos budistas a una manera simple y sencilla de seguir.
Son puntos más bien basados en el sentido común y en la búsqueda personal por dar significado a nuestro lugar en el universo.
Bienvenidos a la sección de Práctica.
Es una compilación de acciones que pueden ser adoptadas en cualquier momento para que comprendamos que tu vida y cuerpo son sagrados.
Léelos con atención e integra a tu vida los que te funcionen.
Sólo recuerda: lleva tu vida con elegancia y silencio, sin dañar a nada ni a nadie.
¡Ah, y no olvides compartir!