Por más de que muchos clamen que venimos este mundo sólo a sufrir, la verdad es que es todo lo contrario.

Estamos aquí para ser unos entes que disfrutan los premios, lo fácil, lo gratis, pero sobre todo, lo que menos cueste esfuerzo. Y toda nuestra cultura está basada en este precepto que va en contra de todo el minimalismo.

Sólo hay que mirar a la publicidad y la basura mercadológica que nos rodea. Por todos lados vemos mensajes de sin esfuerzo, garantizado, inmediato; y nos enganchamos a ellos sin darnos cuenta.

Esto lo he estado pensando mucho en los últimos días porque he notado cómo funciona mi propia mente y pongo el ejemplo: cuando tengo hambre a media tarde o media mañana, prefiero comer un paquete de galletas a una fruta. ¿Porqué? Porque la fruta hay que lavarla y si es necesario cortarla, lo que implica sacar una tabla de picar, cuchillo, picar la fruta, servirla en un plato… ¡Demasiados pasos!

En cambio las galletas se abren y se comen. Y son deliciosas.

Obvio, este pensamiento no es sano y hay que hacer esfuerzos muy conscientes para caer en cuenta que toda nuestra manera de ver el mundo está fundada en la Gratificación Inmediata. Incluso, podría parecer más minimalista comer galletas que una manzana.

Gratificación Inmediata en la cultura popular

¿No me crees? Sólo mira el ejemplo de un icono cultural que todo mundo conoce: Superman. Este super héroe (que en últimos tiempos ha estado mejor escrito), obtuvo sus poderes de forma gratuita sólo por estar bajo nuestro sol amarillo. Su fortuna fue sin costo alguno y de manera inmediata.

Para ver ejemplo de esto no hay que ir muy lejos. Pronto se estrenará la nueva película de ciencia ficción de Jon Favreau, Cowboys and Aliens, donde el héroe recibe una poderosa arma sin costarle absolutamente nada y con ella salva a la humanidad.

Puesto en el mundo real, tenemos paquetes de todo tipo de comida con premio. Hay universidades donde te gradúas en 3 años. En Twitter recibimos premios de 140 caracteres por usar la barra de scroll. Comer comida en la calle es más rápido y fácil que prepararla. Millones de personas sueñan con ganar la lotería, el jak, el hipódromo, recibir herencias o encontrar dinero fácil. Existen productos que todo lo curan o que bajan de peso en 3 días. Y una gran cantidad de personas se enganchan en la fantasía de las tarjetas de crédito y viven en deuda.

Pensar así es muy peligroso porque envenena la manera en la que nos relacionamos con el universo.

En lugar de crear, compramos. En lugar de sudar, nos sentamos a esperar. En lugar de actuar, contratamos. En lugar de leer, miramos videos.

Pero Chocobuda, yo no sé construir un auto, pero lo necesito para ir al super… Ya sé que nuestra sociedad es un sistema y que necesitamos de los ingenieros, contadores, artistas, científicos, pensadores; y sé que no podemos abarcar todas las ramas del conocimiento humano. Pero a lo que me refiero es que en las cosas/situaciones significativas para nosotros, preferimos siempre el camino fácil.

Y el camino fácil llega a extremos horribles, como el caso de una adolescente mexicana que se suicidó porque su madre no pudo comprar la ropa que ella quería en ese momento. LINK al artículo.

La gratificación inmediata es bonita, hay que admitirlo. De vez en cuando es maravilloso recibir sorpresas, pero llegar a frustrarnos por no recibir lo que queremos justo en ese momento, es desastroso. Es lo que hace que un joven con todo por delante, se frustre y se convierta en emo, punk, dark o se suicide (sé que este problema es mucho más complejo. Lo discutiré en un futuro artículo).

Esta filosofía inmediata es la que nos hace holgazanes, que no nos preocupemos por nuestro desarrollo mental, por salir adelante y que no nos esforcemos en lo más mínimo por hacer un mundo mejor.

Para lograr un cambio

Una actitud minimalista ante la vida hace que la gratificación inmediata sea vista con escepticismo. Los minimalistas sabemos que las cosas cuestan y justo por ello, luchamos por conseguirlas.

Cuesta trabajo levantarnos de nuestro gran trasero y salir a correr. Cuesta trabajo ensuciarse las manos y preparar fruta picada. Leer un libro es un esfuerzo gigantesco. Trabajar para ganar dinero es mucho más difícil a esperar a que muera la tía Esperpenta y nos herede algo.

Son las cosas ysituaciones por las que trabajas, las que más disfrutas y cuidas.  

Para los geeks como yo: es mejor ser Luke Skywalker, que se esforzó por entrenar y aprender: que ser Anakin, que nació con su estúpido conteo de midichlorians alto y todo le salió gratis.

¿Te has dejado llevar por la Gratificación Inmediata? Yo sí, con mucha más frecuencia de la que me gusta admitir. Pero trabajo día a día para cambiarlo.

¿Tienes alguna experiencia qué compartir? ¡Cuéntanos acá abajo!

Nota chocobudista: Ver la vida con ojos claros, sin pasión y con ecuanimidad para lograr una vida de entrenamiento, trabajo, aprendizaje y generosidad,  es justo la razón de ser del budismo.