Hola, soy el autor de este blog y soy un perdedor.

Desde que comencé este camino de desprendimiento y de desapego me he convertido en lo peor de la sociedad. Mis padres cuestionan todo lo que hago, pocos de mis amigos lo entienden y muchas veces he escuchado que voy en contra de la corriente. Más de cien veces me han mirado con lástima y hasta con asco.

Los ganadores tienen casas, autos, iPads, la mejor ropa, viajan por todo el mundo. Yo no.

Debido a que cambié mi estilo de vida he perdido tanto que me cuesta hacer una lista. Sin embargo, haré un esfuerzo. He aquí un recuento de lo que he perdido:

– El gusto por la ropa cara y de diseñador. Ahora visto muy sencillo y tengo muy pocas prendas.

– El respeto de los demás por optar a no tener automóvil. No lo necesito y me deshice de él hace 4 años. Soy de los perdedores que van a pie y en transporte público

– La pasión por tener los últimos gadgets, electrónicos y máquinas de video juegos

– El sentido a las colecciones

– La afición de comer en restaurantes. Ahora cocino mis propios alimentos

– La urgencia por vivir en una casa grande. Mi hogar es pequeñito y así está perfecto

– El hambre por ser el primero en ver películas de Hollywood

– El gusto por sentarme horas a ver la televisión. De hecho, tengo cerca de 8 años que no veo televisión comercial

– El placer que causa comprar por comprar

– La disposición a ser utilizado y manipulado por la mercadotecnia

– La magia de estar estrenando artículos todo el tiempo. Ahora uso las cosas hasta que se caen en pedacitos por el desgaste

Cuando haces cambios tan radicales, casi de inmediato obtienes una forma distinta de ver y experimentar la vida. Y esto no le gusta a muchos. Se sienten incómodos y de inmediato buscan justificaciones.

Ahora leo más que nunca en mi vida. A pesar de ser grande como el Yeti, salgo a correr y me estoy preparando para mi primera carrera. Escribo mucho. Me enfoco a experiencias simples como charlar frente a frente con las personas que quiero, con un helado o un café en la mano. Medito con más constancia. Mi trabajo diario es una actividad que me llena de alegría. No tengo qué preocuparme por la limpieza y mantenimiento de nada, mas que de las pocas cosas que poseo.

Y bueno, claro que la vida no es perfecta. Aun tengo muchos puntos que debo mejorar y arreglar, pero el no estar inmerso en preocupaciones y vivir sin apegos (o al menos lo intento) me permite estar enfocado en lo que necesito.

Al final de todo, resulta curioso ver cómo la gente me percibe. Soy un bicho raro que está en contra del sistema.

Soy Chocobuda y soy minimalista.