Eres un o una imbécil. Esa es la verdad.

Por no pensar con tu cerebro, por dejar que la televisión implante ideas y miedo en tu mente. Por haber abandonado tu intelecto y no leer y olvidar que la cultura es la única herramienta contra la manipulación.

Por permitir que la religión te cierre a la diversidad y a la libertad. Por creer en santos, dioses y demonios antes que en la mente humana y en la grandeza de nuestros actos. Por buscar significados mágicos a los fenómenos naturales y por no investigar antes de creer ciegamente.

Por olvidar la historia y permitir que se repita. Por dejar que los políticos actúen sin ser cuestionados y sin pedir disculpas.

Por pensar sólo en ti y por no aceptar que los demás tienen necesidades. Por pasar por encima de las personas para lograr tus metas, por la malicia que te mueve al robar, mentir y traicionar. Por pensar que el universo está para servirte.

Por no ceder el paso, por acelerar en luz roja y por ofrecer dinero al funcionario público para no enfrentar las consecuencias de tus actos.

Por tu racismo, clasismo y toda la discriminación hacia otras personas, que sienten, viven y sangran igual que tú.

Eres un imbécil por dejar de crear, innovar y de inventar nuevas formas para resolver problemas. Por no atreverte a cambiar las reglas y proponer.

Eres un imbécil porque no dejas nada para la humanidad y no mueves ni un dedo para mejorar la vida de los demás.

Por bajar la cabeza y aceptar sin cuestionar.

¿Yo? Claro que soy el imbécil más grande… pero entiendo lo que me hace falta mejorar y cada día trabajo en ello.

Eres un imbécil por ofenderte al leer este post, cuando deberías entenderlo y hacer todo lo posible por dejar de serlo.