Aquel que busca su misión verdadera no querrá perseguir una carrera. Las personas que quieren ser presidentes no saben hacia que rumbo van en la vida.

Sus elecciones son tan importantes para ellos que los presidentes y políticos hacen lo impensable por conseguir votos. ¡Idiotas! Aun si me pidieran que yo fuera presidente, diría que no. «¿Qué tan tonto crees que soy?», diría.

Alguien pierde la elección presidencial y llora. La siguiente ronda gana la elección y sonríe a la cámara. ¿De todas formas, cuál es la diferencia entre políticos y niños? Funciona exactamente igual con un niño que llora: le ofreces algún dulce y una sonrisa termina con sus lágrimas.

Un poco más de madurez en los políticos sería bienvenida.

Quien usa su curriculum como plataforma para ser, es un fracasado. 

Había una vez un megalómano en el hospital de Sugamo que se llamaba así mismo «El Shogún Ashiwara». Se colgaba una medalla de cartón en su cuello y decía palabras dignas a todo el que conocía. Ahora que la guerra ha terminado, podemos ver con claridad que nuestros militares no eran diferentes. Y ahora quieren volver a instituir las medallas.

Luego de ganar la Guerra Ruso-Japonesa, pensamos que habíamos ganado colonias. ¿Pero en realidad qué ganamos? Luego de perder la Segunda Guerra Mundial, nos percatamos de que sólo habíamos ganado el odio de los rusos.

Todo mundo habla de lealtad hacia la madre patria. La pregunta es, ¿hacia dónde nos lleva este patriotismo?  Estaba yo muy convencido de Japón cuando fue a la guerra contra Rusia, pero después de nuestra derrota, me di cuenta que hicimos algo que nunca debimos.

En todo caso, es mejor no crear guerras nunca.

Por Sawaki Kôdô Rôshi, de su libro Para ti

Traducido por Kyonin

NdT. A pesar de que este texto tiene palabras fuertes sobre la historia guerrera de Japón, Master Kodo toca el tema de la política y de los títulos. Una persona jamás valdrá más por sus títulos, sino por su calidad humana.

Zen y política nunca se han mezclado bien desde los tiempos de Master Dogen (1,200 – 1,253 dc), debido a que los políticos son la antítesis de toda la bondad humana. Desde entonces los maestros zen se han mantenido alejados de ellos. Es curioso, sin embargo, que algunos políticos han recurrido a la asesoría y consejo de los maestros zen a lo largo de la historia japonesa.