En un mundo lleno de buenos deseos vacíos y de mensajes obligatorios de buena fortuna, aquí estoy otro año más listo para desearte que 2015 sea un muy mal año.

En 2014 comencé este experimento y los resultados fueron positivos, a pesar de que mi anti-felicitación suene ruda y falta de tacto. Lo es.

Este mensaje es agresivo y de mal gusto.

Te deseo de todo corazón, con toda mi alma, que 2015 sea un muy mal año:

Que el caos mental y el ruido externo sean insoportables. Para que así te animes a sentarte a meditar y hagas de la meditación parte de tu día.

Que el dinero falte. Para que entiendas que la vida sencilla y con lo indispensable es mejor.

Que te quedes solo. Para que entiendas el valor de la amistad y la importancia de aprender a vivir con uno mismo.

Que te hagan ver lo tonto que eres. Para que entiendas que no eres mejor que nadie y veas el daño que has causado. También te servirá para ver todo el camino que aun falta por recorrer.

Que la salud sufra. Porque así entenderás lo importante que es mantener el cuerpo sano y quizá podrías dejar de tratarlo como bote de la basura.

Que sientas mucho frío y no tengas cómo cubrirte. Porque así sabrás lo que sufren otras personas que no tienen las mismas oportunidades que tú. También valorarás el milagro que significa que tengas acceso a ropa y a tener un techo sobre ese bloque que llamas cabeza.

Que caigas en la desesperación. Porque después del drama tendrás que ser creativo, valiente y sabio para poder convertir la dificultad en oportunidad.

Que estés triste. Así sabrás lo valiosa que es la risa y el asombroso poder curativo que nos da.

Que te falte comida. Porque así sentirás compasión por los que no la tienen y, si eres inteligente, ayudarás. También podrás sentir agradecimiento por todas las personas que trabajan para que tu alimentación sea posible.

Que alguien te pague con ingratitud. Así conocerás lo que se siente cuando no te dignas a ser agradecido con las personas que te rodean.

Que la desorganización y indisciplina te causen muchos problemas. Es la única forma que tenemos para entender lo vital que son los hábitos para el ser humano. *

Que sufras la muerte de un ser querido. Para que entiendas que todo en el universo es impermanente y des valor a todas las personas que te honran con su presencia.

Que te olviden. Sólo así entenderás lo que la gente siente cuando la ignoras.

Que 2015 sea un mal año, lleno de retos, montañas que escalar y de obstáculos. Si puedes salir adelante de todo esto, la noche del 31 de diciembre de 2015 serás una mejor persona y con un corazón más noble.

Esta es mi manera de desearte que este año que comienza sea el mejor año de tu vida. Pero claro, eso está en tus manos.

* Si quieres saber más de hábitos y cómo forjarlos, te invito a Shojiki, taller de hábitos.