Siguiendo con la idea del artículo de ayer, me puse a analizar con más profundidad la idea del Buen Fin.
Para quienes no estén enterados, este es un evento que copia el Black Friday de Estados Unidos y busca que compremos cosas que no necesitamos y que pidamos créditos para ello.
Según dicen los organizadores, con esto se activará la economía. Lo más raro es que la economía a activar es la de corporaciones extranjeras, cuyo modelo de negocio es sacar dinero del país que ocupen. Es decir, si compras una nueva televisión, estarás apoyando la economía de Samsung y de Walmart. Perdón pero, ¿dónde está el apoyo a la economía mexicana?
Independientemente de lo que el Buen Fin implica en materia macro económica, creo que necesitamos entender que comprar por comprar sólo impacta nuestro bolsillo y el ahorro real se da cuando evitamos gastar y mejor invertimos.
So, de Blog y Lana, dice de forma experta:
Al final del día, el dinero gastado es dinero que no regresa, así que ofertas o no, debemos planear la mejor manera de gastarlo sobre todo cuando nos llega la abundancia decembrina. LINK
Y claro, no puedo dejar pasar la idea de que al promover el materialismo y el consumo no sustentable de esta forma, estamos apuntalando los cimientos que nos hacen vivir en el eterno ciclo de despertar-trabajar-comprar-dormir.
Un Buen Fin de Semana no necesita que gastes lo que no tienes.
Un buen fin es en el que descansas, tienes paz y disfrutas con la gente que amas. Incluso si estás solo, un gran fin es el que se pasa en compañía de un buen libro.
No tenemos que gastar mucho para estar bien y mucho menos engancharnos en la trampa que tiende la mercadotecnia.
Es por eso que comparto estas ideas para pasarla en grande:
- ¡Sé generoso! Si te sobra algo de dinero, dona a alguna organización de ayuda. La humanidad siempre es primero.
- Pasea con tus hijos. ¿Hace cuánto no tomas una pelota y juegas con ellos?
- Organiza una reunión familiar. Aunque no te guste, es hora de ver a la tía Lola.
- Visita a tus padres o abuelos. Estoy seguro que la puedes pasar bien, no importa lo locos que estén.
- Ve películas. ¡Selecciona algunas de tu colección y haz palomitas de cacerola! Bonus: se puede hacer en pijama.
- Lee. Porque siempre un libro es una buena idea. Bonus: se puede hacer en pijama.
- Escribe. Es buen momento de ponerte a crear, ¿no? Bonus: se puede hacer en pijama.
- Medita. Porque poner en orden tus ideas hace un mundo mejor. Bonus: se puede hacer en pijama.
- Sal a caminar. Estoy seguro que no conoces bien todas las zonas y parques de tu ciudad
- Juega juegos de mesa. Compartir una buena partida de cartas, Warhammer o Dungeons and Dragons, es maravilloso (sí, ya sé. Soy un nerd friki.)
- Visita o recibe a tus amigos. Nada mejor que risas y escuchar a la gente que te quiere.
- Cocina y come en casa. Pero compra en el mercado local, no en supermercado. Si comes fuera, que sea en un restaurante nacional y no de cadena extranjera. La cocina mexicana es tan amplia, que necesitarías todos los fines de semana del año para probar solo un poco de todo el abanico que nos ofrece.
- Ayuda a la comunidad. Participa en campañas de reforestación o de ayuda a alguna casa hogar. La humanidad te lo agradecerá.
- No compres lo que no necesitas. ¿Ya tienes TV? No necesitas otra.
- Apoya al comercio y productos nacionales. Compra dulces tradicionales, suéteres tejidos, artesanías y artículos de consumo mexicanos (café, galletas, etcétera). Esto SÍ apoya el comercio la economía nacional.
Como ves, no es necesario caer en el Buen Fin para pasarla bomba.
Estas ideas aplican para cualquier país y cultura, ya que apoyan valores humanos universales como amor, compasión, cariño y relajación.
Si te pones a pensar lo que dice el comercial de TV sobre el Buen Fin, en realidad no es una buena idea. Tampoco lo hicieron pensando en ti y mucho menos es para apoyar el comercio mexicano.
Ten un Buen Fin y aplica alguna de estas ideas. Y claro que también puedes proponer nuevas. ¡Para eso están los comentarios!