Este es el primero de una serie de artículos sobre minimalismo de año nuevo. ¡Feliz 2013!
A menos que hayamos hecho un ejercicio consciente de ser mesurados, las fiestas decembrinas se caracterizan por el exceso. Por todos lados hay mucha comida, muchas reuniones, mucho alcohol, muchos compromisos y (si somos suertudos) muchos regalos.
Vivir las vacaciones de invierno con esa intensidad es parte de la gran experiencia de ser humano. Es increíble pasar tiempo con los amigos y gozando las bondades de la época navideña.
Sin embargo, la Impermanencia de las Cosas no puede ser olvidada porque este periodo de excesos también termina; para llevarnos de regreso al trabajo o a la escuela con nuevos bríos.
El nuevo año nos recibe con páginas en blanco listas para ser escritas. Y el minimalismo nos impulsa a mantener estas páginas tan blancas como se pueda. Es decir, a vivir con la menor saturación posible.
Sobra decir que cuando aplicamos técnicas de minimalismo tenemos más calma, tranquilidad y tiempo libre para disfrutar las cosas que nos gustan de la vida.
Con pequeñas acciones que no cuestan nada de trabajo, podemos mejorar nuestras vidas y las de los demás.
¡A simplificar!
Reduce:
- Las cosas que dañan tu salud (alcohol, tabaco, drogas)
- Tus porciones de comida
- La cantidad de ropa que no utilizas
- Los libros que están sin leer desde hace años
- Tu uso del automóvil
- Tu consumo de telefonía móvil
- Tu tiempo en redes sociales
- El tiempo de televisión
- Tu ego y sé generoso
- La basura que produces
- Chantajes, mentiras, engaños y todas las artimañas que usas para dañar a la gente
- El estrés… ¡Medita!
Como todas las listas del Chocobuda, esta también está incompleta. ¿Me ayudas aportando ideas? ¡Gracias!
¡Feliz 2013!