Casi sin imaginarlo ni esperarlo hemos llegado a este punto del año en el que las temperaturas bajan (en el hemisferio norte) y el ritmo de la vida necesita disminuir hasta llegar al silencio de la mañana de navidad y la de año nuevo.
Los hogares se visten de luces, las calles de personas apresuradas y los buenos deseos vuelan como balas en película de John Woo.
Y es el momento del año en que este blog hace una necesaria pausa para renovar energías y comenzar el siguiente año.
Por un par de semanas estaré fuera de la blogósfera para enfocar mi atención a mi práctica de zazen, yoga, a mis estudios budistas y a actividades que no estén relacionadas con trabajo.
¡La mente necesita un respiro también!
Así que regresaré en enero con más posts y quizá alguna novedad. No lo sabemos. 🙂
Y qué mejor para celebrar que con una navidad minimalista:
Llamado de Navidad: ¡GENEROSIDAD!
Rompe con el materialismo navideño [Navidad Minimalista 1/5]
Regala experiencias [Navidad Minimalista 2/5]
Qué regalar a una niña o a un niño [Navidad minimalista 3/5]
Aprecia el silencio de la temporada [Navidad Minimalista 4/5]
Ser generosos [Navidad Minimalista 5/5]
Muchas gracias, querido lector, por haber hecho de 2013 un año increíble.
Eres el mejor maestro que he tenido. Me motivas, me inspiras y haces que Chocobuda siga.
¿Qué me depara 2014? No tengo idea. No tengo planes y no tengo pretensiones. Es simple. Muy simple.
Deseo de todo corazón que estas navidades estén llenas de silencio.
¡Nos vemos en enero 2014!
Gassho.