Me parece curioso cómo el concepto de liderazgo es recurrente en el mundo corporativo y el de los emprendedores. Se sabe que una organización necesita líderes para funcionar y todos orbitan alrededor de oradores famosos para tratar de aprender cómo ser buen líder o cómo elegir uno.
Buscamos libros y discursos que nos enseñen técnicas modernas que nos inspiren, pero no todos están dispuestos a mirar al pasado para analizar a los grandes líderes de la humanidad. Uno de ellos era Shakyamuni Buda. Él era la cabeza de una organización que, en su mejor momento, llegó a tener hasta 5,000 monjes. Todos estaban motivados y dispuestos a seguir aprendiendo en beneficio de sus comunidades.
Dos mil quinientos años después de la muerte del Buda, sus discípulos seguimos estudiando sus enseñanzas para mejorar las condiciones de vida de los seres que nos rodean y guiar a los demás para terminar el sufrimiento.
No soy experto en liderazgo corporativo y no pretendo serlo, pero he estado pensando en cómo el budismo podría ayudar a los líderes actuales a ser mejores.
Independientemente de la tradición budista que te guste, creo que todos podemos aprender del Buda. Un buen líder debe esforzarse por cumplir estas acciones.
Tener un propósito y misión que no esté basado en avaricia
Hay que tener muy clara la misión de nuestra organización. Pero también esta debe estar basada en la compasión, que fue una de las más grandes enseñanzas del Buda. No tiene nada de malo ganar dinero, pero cualquiera que sea el giro de tu negocio o lugar de trabajo, siempre hay que pensar que trabajamos para dejar este mundo como un mejor lugar para los demás.
Si la compasión es el motivo principal de tu misión, comenzarás a ser un buen líder.
Vivir con estrictas guías de ética y moral
Un líder que no tiene una filosofía que sustente sus acciones y que viva por y para ellas; es una persona vacía que no vale la pena seguir. En contraste, un líder que tiene reglas estrictas por las que vivir, es alguien con voluntad y el autocontrol suficiente para estar a la cabeza de un equipo de trabajo.
Mejorar constantemente
Una persona que quiere guiar a un grupo social no tiene el lujo de ser ignorante. Necesita estudiar todos los días y mantener un conocimiento base. No solo del negocio, sino del mundo en general.
De igual forma, para poder cuidar de una organización, necesita ser respetuoso con su cuerpo-mente.
Proteger
Un líder siempre ve por la salud física y mental de las personas que lo rodean. Pone de lado sus gustos y preferencias para que los demás estén bien y en condiciones de seguir adelante. Tiene que hacer que los demás se sientan cuidados y en buen resguardo.
Proveer
Un líder no solo es el jefe de un grupo. Es un proveedor. Tiene que dar tanto herramientas y condiciones de trabajo, como calidad de vida, paz y armonía para todos.
Guiar
La sabiduría que un líder desarrolla a lo largo de los años es la luz que guía a los demás. Saber escuchar y comunicar es impertativo para que los demás sepan hacia dónde deben caminar.
De igual forma, un líder es también maestro. Es necesario saber enseñar de la mejor forma lo que las personas necesitan para hacer su trabajo, e incluso, para tener una vida personal tranquila.
Inspirar
Vivir por lo que se enseña, mantener valores éticos incorruptibles, proteger, escuchar, comunicar correctamente y ser compasivo; es la mejor fórmula para que los demás estén bien y caminen hacia la misma dirección.
Dejar un legado
Cada cosa que hace o dice un líder, cambia el universo. El nombre del líder será olvidado con el tiempo, pero no así lo que enseñe y su compasión. Esas quedarán por generaciones hacia el futuro.
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Si has estudiado budismo, todo lo anterior te parecerá familiar. Eso es porque el Noble Sendero Óctuple es el marco filosófico que podría ayudarte a ser el mejor líder para tu equipo y tu comunidad.