Hace mucho tiempo, el Buda renació como un venado llamado Bodhisattva, Era un animal hermoso, alto y su color dorado lo llenaba todo. Aunque era muy feliz en el bosque, estaba consciente de que los cazadores lo querían matar para quitarle la piel y exhibirla como trofeo. Por esa razón, se mantenía oculto y no se revelaba ante el mundo humano.

Un día, un hombre que caminaba por el bosque, cayó a los rápidos en un río. Bodhisattva se arriesgó y decidió ir a salvarlo. Su única condición era que el hombre no debería revelar a nadie la existencia del venado.

El hombre accedió y el venado lo salvó de morir ahogado.

Días después, cuando el hombre regresó a su pueblo, corrió con el rey para decirle que en el bosque existía un hermoso venado color dorado. El hombre había roto su promesa porque pensó que la reina lo llenaría de dinero y lujos.

Para decepción del hombre, ell sabio rey investigó el suceso y descubrió que el hombre había roto su promesa. Como castigo y para que sirviera de ejemplo a todo el reino, el gobernante ordenó la pena de muerte para el hombre.

El hombre no paraba de llorar y de pedir clemencia.

Entonces Bodhisattva apareció con toda su Luz Dorada inundándolo todo y ofreció el sermón más hermoso. Le pidió al rey que perdonara la vida del hombre. El castigo más grande eran los propios infiernos internos que él se había creado. Su pena sería su miseria.

Después de eso, Bodhisattva subió al trono y comenzó a enseñar el Buddhadharma para todos los seres sintientes. Con voz dulce y calma dijo las siguientes palabras:

«Las leyes morales pueden ser enseñadas así: ser compasivos y perdonar rápidamente a todas las criaturas del universo. La compasión y el perdón nos hace libres y nos da paz que llega hasta la profundidad del ser. Estos valores unen a todos los que dan estos regalos«.

Esta es una adaptación del cuento Jataka, Ruru, el Venado.

El Venado de Luz Dorada es un símbolo importante para el budismo Mahayana, porque es el propio Buda en forma animal. Es un elemento recurrente en los cuentos que enseñan algún valor moral del Dharma.

Esta historia es importante porque nos recuerda el poder de no crear rencor en el corazón, para mejor soltar y seguir adelante con nuestra vida. No importa la situación, todos necesitamos una segunda oportunidad para comenzar de nuevo.

Si te cuesta trabajo perdonarte o perdonar, siempre te puedes convertir en venado 🙂