Es impresionante lo poco agradecidos que somos en la cultura hispana. Como vivimos para el YO, nos desconectamos de la vida y pensamos que lo merecemos todo. Claro, eso nos lleva a vivir con resentimiento porque todo es insatisfactorio.
El Budismo Soto Zen es una rama del budismo Mahayana que se centra en el cultivo de la compasión para servir a los demás, y en la práctica de Zazen (meditación Zen) para vivir con atención plena en cada momento.
Aunque muchos maestros nos dicen que debemos vivir en el presente, pero no nos dan un entrenamiento preciso para lograrlo; en el Zen nos practicamos desde el inicio para realizar la vía del Buda. Es decir, apreciamos la vida completa de manera radical y sin juicios.
Con disciplina y la guía de nuestros maestros logramos ser conscientes de los pensamientos, sentimientos y acciones.
Una de nuestras prácticas más hermosas es la gratitud. En el Mangala Sutra, el Buda nos dice:
Reverencia, humildad, contentamiento, gratitud y escuchar en el momento apropiado el Dharma, la enseñanza del Buda. Esta es la mayor de las bendiciones.
Shakyamuni nos invita a dar valor adecuado a todo lo que tenemos y somos en la vida. A través de prácticas diarias de Zazen y gratitud, vivimos con una profunda satisfacción y alegría. Hoy exploramos un poco sobre cómo el Soto Zen influye en nuestra gratitud y cómo podemos incluirla en nuestros días para cultivar la paz interior.
El Budismo Zen incluye la gratitud como parte de nuestra espiritualidad
Desde el momento que comenzamos a investigar qué es budismo, casi siempre conectamos con su dulzura y su mensaje de paz espiritual. Esto no es coincidencia, gran parte de las enseñanzas de Shakyamuni son para desarrollar sentimientos de gratitud por todo lo que existe.
No es fácil de verlo, pero si abres el corazón a lo que el Buda y maestros como nuestro querido D?gen Zenji, verás que compasión y gratitud son base de nuestra religión.
Zazen y gratitud pueden ser herramientas poderosas para ayudarnos a ser más conscientes de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Practicar estas técnicas puede ayudarnos a cultivar una mejor comprensión de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, porque nos conecta con la vida.
Lo que eres, lo que tiene, todo lo que has aprendido en la vida; se lo debes a alguien más y a incontables esfuerzos. Comenzar a verlo hace que se desarrolle amor por la propia existencia y nos sentimos plenos.
Cuando desarrollamos un corazón agradecido, creamos belleza en todo lo que nos rodea.
En nuestra sangha, Grupo Zen Ryokan, la práctica de gratitud es diaria, luego de nuestra meditación. Siempre nos tomamos un tiempo para apreciar a las personas, los lugares y las cosas en nuestras vidas que nos brindan alegría.
El Verso de Gratitud es parte importante de nuestras mañanas:
Agradezco con todo mi ser a los millones de vidas, seres y esfuerzos, en todos los tiempos, que resultaron en mi existencia.
Agradezco con todo mi ser la oportunidad de vivir un día más para servir a todos los seres vivos y liberarlos del sufrimiento.
Agradezco con todo mi ser, todo lo que soy, todo lo que tengo aquí y ahora. En este momento.
Recitarlo todos los días nos ayuda a aceptar que estamos unidos con el resto del universo. Que todos somos Buda.
La práctica espiritual de gratitud ayuda a descubrir tu verdadero ser
La práctica diaria del Buddhadharma, Zazen y el incluir gratitud en nuestra vida espiritual nos llevan en un maravilloso viaje interior de autodescubrimiento. Son una forma de explorar nuestras profundidades internas, obtener información sobre nuestra verdadera naturaleza y desarrollar un sentido de aprecio por la vida.
Aunque no seas budista, con todo mi corazón sugiero que recites nuestro Verso de Gratitud diariamente, por 1 mes. La vida será más linda, te lo aseguro.