En todas las tradiciones budistas, la sonrisa es parte importante de nuestra espiritualidad. Si buscas en internet imágenes del Buda te darás cuenta de que siempre está sonriendo. A veces es una sonrisa amplia, a veces es pequeña y discreta, pero siempre sonríe. No es una casualidad, también es una enseñanza.
Sonreír, aun cuando las cosas no estén saliendo como esperamos, es parte de comportarnos como Buda. No es para evadir la realidad o ser ingenuos, sino que sabemos que sonreír cambia la manera en la que nos relacionamos con el mundo.
Dibujar una sonrisa en nuestro rostro es una parte importante del budismo y la meditación durante siglos. El Buda enseñó que una sonrisa puede traer paz, alegría y satisfacción a nuestra experiencia. También creía que sonreír es el poder espiritual más grande que uno puede poseer.
Shakyamuni, en el Sermón de la Flor, transmite la Verdad de nuestra Vía a Mahakashyaka, sin palabras, pero intercambiando sonrisas. También, en muchos sutras del Canon Pali, como en el Ratthapala Sutta, encontramos al Buda enseñando a través del humor y de la sonrisa.
Entonces, si el Buda sabía que cuando sonreímos podemos crear una sensación de paz y satisfacción dentro de nosotros mismos, ¿cómo podemos aplicar esta enseñanza en nuestra vida diaria?
Aunque existen muchos consejos de cómo lograr sonreír más, no hay más que hacerlo. Sí, aunque a veces no parezca una sonrisa sincera.
Sonríe porque es una de las cosas más simples y poderosas que podemos hacer para mejorar nuestras vidas. Incorporar una sonrisa consciente a nuestra rutina diaria tiene muchos beneficios físicos, mentales y espirituales. Puede ayudarnos a sentirnos más conectados con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea, al mismo tiempo que aumenta nuestro estado de ánimo y mejora nuestra salud en general.
Sonríe al despertar y saludarte al espejo por las mañanas. Sonríe al mirar a la gente en la calle. Sonríe al ver tu comida en la mesa.
Sonríe a la adversidad, porque sabemos que hacerlo hace que las cosas no parezcan tan atemorizantes.
Sonríe para el Buda, para el Dharma y para la Sangha.
Sonríe porque es el Buda mostrándote cómo salir de tu sufrimiento.
Entonces, ¿me regalas y te regalas una sonrisa?