Desde lejos el budismo se ve muy atractivo porque nos indica un camino a la felicidad. ¡Todos queremos ser felices! Aprendemos que el Buda nos dejó un conjunto de enseñanzas y hábitos a seguir para que la insatisfactoriedad de la vida sea menos pesada.

Aprendemos un poco de la filosofía y quizá nos interese empezar a practicarlo. Casi siempre de manera aislada, nos guiamos por lo que encontramos en YouTube y en libros. Conocemos el valor del Buda como maestro espiritual y luego que sus enseñanzas, llamadas Dharma, pueden ser puestas en práctica para mejorar nuestra vida.

Y casi siempre las cosas se quedan ahí por mucho tiempo. A veces muchos años. Aunque estudiamos la Triple Gema, que es Buda, Dharma y Sangha; esta última es quizá la menos comprendida.

Para todos esos lobos solitarios que leen esto: vivir el budismo implica también pertenecer a una comunidad con los que podamos practicar juntos.

Ser parte de un grupo de amigos con los que podamos vivir la espiritualidad budista es vital para la receta de la felicidad que nos dejó Shakyamuni.

Razón por la que el Buda insiste en formar parte de una Sangha

Porque el Venerado por el Mundo sabe que la felicidad humana también depende de experimentar la vida en un grupo que te quiere, te apoya y que busca la superación en conjunto.

Como en muchos otros casos, la ciencia moderna comienza a apuntar a que el Buda no estaba tan perdido. No solo necesitamos la vida en Sangha, sino llevar todas nuestras relaciones personales apoyados en los valores humanos que nos enseña el budismo.

Los resultados recientes de un estudio de Harvard que lleva 85 años en marcha han encontrado el factor más importante que contribuye a nuestra felicidad: las relaciones positivas.

El estudio comenzó en 1938 con 724 participantes de todo el mundo, a los que se les ha ido haciendo un seguimiento cada dos años para conocer su estado de salud y los detalles de sus vidas. Los investigadores descubrieron que lo que más influye en nuestra satisfacción vital no son el éxito profesional, el dinero, el ejercicio o la dieta, sino la calidad de nuestras conexiones con otras personas.

Las relaciones afectan a nuestro bienestar físico y mental. ¿Has notado alguna vez la energía que sientes cuando alguien te entiende realmente durante una buena conversación? ¿O la falta de sueño cuando hay una ruptura amorosa? Según el estudio, para que nuestras relaciones sean saludables y equilibradas, es importante practicar la «forma física social».

Los Siete Pilares de Apoyo de las relaciones personales sanas

La forma física social consiste en evaluar nuestras relaciones y ser honestos con nosotros mismos sobre dónde estamos dedicando nuestro tiempo y si estamos cuidando las conexiones que nos ayudan a prosperar.

Harvard apunta a que en nuestra vida relacional hay siete pilares de apoyo: seguridad y protección; aprendizaje y crecimiento; cercanía emocional y confianza; afirmación de la identidad y experiencia compartida; intimidad romántica; ayudar al prójimo; diversión y relajación.

Si haces un recuento de las relaciones más felices que has tenido, descubrirás que estos siete puntos han sido casi cubiertos en todos los casos.

Ser lobo solitario no es buena idea

Que, si quieres ser lobo solitario y aislarte del mundo, la vas a pasar muy mal y tu salud se verá comprometida. Vivirás menos tiempo y todos tus demonios internos estarán haciéndote bullying de tiempo completo.

Si quieres practicar budismo de manera aislada, aprenderás mucho de libros y videos, pero más pronto de lo que crees, el ego no tendrá con quién contrastar opiniones. Y no tendrás un maestro que te ayude a salir del laberinto de la mente.

Cuando tomamos refugio en Buda, Dharma y Sangha, no lo hacemos por capricho de algún maestro místico. Es porque hay valor pragmático, además de que hay cariño y apoyo en todo momento. Los siete pilares al que se refieren los investigadores toman forma y un lugar importante en el corazón del practicante.

Conclusión

Con todo esto dicho, no somos ingenuos. Donde hay humanos hay política y los Tres Venenos de la Mente salen a flote. Pero en las comunidades budistas casi siempre se ver por la felicidad, seguridad y satisfacción del grupo.

Aunque no pertenezcas a una comunidad budista, te invito a estudiar lo que la ciencia dice sobre la importancia de las relaciones personales sanas. Aprenderás mucho y es un buen paso para ser realmente feliz.

Y si ya perteneces a una Sangha, es un gran momento para valorarla y acercarte más. Es tu familia.