El maestro Zen, Zai Ten Zhi y su alumno se encuentran observando los koi en un estanque. Luego de un rato de estar aburrido, el alumno pregunta: «Maestro, ¿por qué es necesario hacer esto?».
El maestro sonríe y dice: «Loto blanco que crece en este estanque».
Confundido, el joven pregunta: «Maestro, no entiendo. ¿Qué tiene que ver un loto blanco con la práctica budista?».
El maestro, con una mirada compasiva, explica: «El loto blanco representa la pureza de intención y la ética impecable que debemos cultivar en nuestra vida diaria. Así como el loto crece en un estanque limpio, nosotros debemos nutrir nuestra mente y nuestras acciones con pensamientos y comportamientos éticos. La fragancia dulce del loto es la bondad y la compasión que irradiamos hacia los demás. Al vivir de manera ética y limpia, como el loto blanco, encontramos la verdadera paz y el florecimiento de nuestra sabiduría interior».
El alumno regresa su atención a los peces, que ahora son lotos blancos.