Quizá alguna vez escuchaste a alguien hablar del budismo o viste un video lindo en YouTube y te interesó saber un poco más. Esa chispa te llevó a leer un poco más o a seguir a algún practicante en redes sociales. Y un buen día decidiste leer, pero te resultó muy confuso. Dentro de ti, algo te dijo que esta religión mística tiene algo para ti, pero no supiste por dónde comenzar. ¡Tanta información y toda tan extraña! Te preguntaste ¿cómo me convierto al budismo?
El budismo es una filosofía y religión practicada por al menos 506 millones de personas en el mundo. Esto significa que algo bueno debe tener para ti, pero hay incontables y diferentes fuentes. Es difícil saber por dónde comenzar.
A diferencia de otras filosofías y religiones, al budismo no le interesa reclutar más miembros. Aunque hay muchas ramas y al parecer el budismo tibetano es el “budismo oficial”, en realidad no existe un “Vaticano” budista, no hay una autoridad máxima y tampoco existe un camino claro qué seguir. Las personas interesadas tenemos que comenzar a investigar por nuestra parte, dejando toda la responsabilidad en nuestras manos.
El camino hacia la conversión al budismo es una travesía de investigación, introspección, aprendizaje y práctica cotidiana. No es un proceso que se deba apresurar, sino más bien una exploración gradual y profunda de uno mismo y del mundo espiritual.
Comenzar en el budismo puede ser intimidante, así que preparé una pequeña lista actualizada para 2024 de pasos a seguir para quien se interese en adoptar las enseñanzas del Buda.
1. La paciencia y apertura mental son clave. Será un viaje lento pero significativo
No hay píldoras de aprendizaje rápido ni apps que ayuden. Y aunque sean atractivos los videos de TikTok y YouTube, solo nos dan pequeños bocados de información, que dejan mucho que desear. Convertirse al budismo es un proceso MUY lento que requiere paciencia. Si lo quieres rápido, entonces no estás entendiendo el budismo. Y mucho menos el Zen. La prisa solo te llevará a detestar la experiencia.
No hay una línea de meta que cruzar ni reloj por vencer. Es un camino de aprendizaje continuo, autodescubrimiento, reto a tus ideas y juicios más arraigados, que te llevarán a la comprensión. Hay que estar dispuestos a salir de la comodidad y la pereza para comenzar a explorar y experimentar.
También hay que considerar que el budismo es una filosofía milenaria que nació en Asia, hace más de 2,500 años. Viene de una cultura diferente, de un tiempo diferente, con valores y cosmovisión diferente. Pero al mismo tiempo se mantiene relevante y vigente. Te enfrentarás a conceptos que no pueden ser comparados ni medidos con una mente inflexible. Hay que soltar juicios y estar listos para abrazar ideas y prácticas que nos parecen ajenas, pero que, con dedicación y la guía adecuada, tendrán sentido en algún punto de tu camino.
Así que hay que ponerse cómodos, porque el budismo nos lleva por la ruta escénica y la de más desafíos. Y es justo lo que quieres. Si alguien te dice que aprenderás budismo en 1 fin de semana, huye.
2. Sin lectura no hay budismo
A menos que seas una persona con mucha suerte, lo más seguro es que no hayas nacido en una familia budista. En occidente tenemos que convertirnos al budismo. Pero no lo podemos hacer a ciegas ni porque alguien nos lo pide. Es un proceso personal, orgánico y es imperativo tener una larga etapa de investigación.
Leer libros es crucial en el entendimiento del budismo. Y más aún en tiempos en los que las redes sociales han destrozado nuestra capacidad de atención. El budismo necesita que pases tiempo leyendo libros. Comienza a explorar al menos 2 volúmenes dirigidos a principiantes, como este o este.
Estos textos te guiarán a través de los principios fundamentales del budismo, su historia y te ayudarán a formar una base sólida de conocimientos.
Sin embargo, los libros budistas no pueden ser devorados como leemos una novela o un folleto. Hay que tenerles paciencia y considerar poco a poco lo que nos enseñan. Es parte del proceso también.
3. Meditación: El corazón de la práctica budista
La meditación es esencial en el budismo porque complementa la búsqueda intelectual. No solo ayuda a calmar la mente, sino que también facilita una profunda comprensión de las enseñanzas budistas. Meditar es un proceso no-intelectual, sino espiritual. Aunque occidente ha tratado de imponer unidades de medida y explicaciones a la meditación, la realidad es que es una manifestación de la espiritualidad.
No se puede explicar con palabras. Es algo que tienes que probar. Y, de nuevo, solo se puede comprender su importancia y riqueza si la practicamos todos los días, por al menos dos meses.
Es en el silencio profundo de la meditación que encontramos la compasión y la conexión con el universo.
¿Cómo me convierto al budismo? En buena parte, meditando, por supuesto. Sin embargo, definitivamente no recomiendo “mindfulness” porque es como el café descafeinado o la comida light: blando y sin sustancia. Todas las ramas de budismo ofrecen métodos, libros y cursos para comenzar.
En Grupo Zen Ryokan tenemos mucho material disponible, como este curso gratuito de meditación (con opción a donativo) de introducción. Clic aquí.
4. Compasión es acción. Ayudar a los demás
El budismo es una filosofía de compasión y empatía para todos los seres que nos rodean. Es real que estos valores nos vuelven personas amorosas y compasivas, pero no como resultado de centrarse en intereses egocéntricos. La felicidad, paz interna y satisfacción que nos da el budismo es proporcional a nuestro servicio hacia los demás.
El Buda siempre nos impulsa a ayudar a los demás, a ver por su bienestar y felicidad. Gratitud, Compasión y Generosidad son valores profundos y preciosos para el budismo. Su comprensión no es intelectual, sino que depende de tomar acciones que beneficien a los demás. Pero no es cuestión de un día, sino de una decisión para vivir la vida de manera compasiva.
¿Cómo me convierto al budismo? Empieza hoy mismo a integrar actos de bondad y ayuda en tu vida diaria. Este camino de servicio no solo beneficia a quienes te rodean, sino que también nutre tu propio crecimiento espiritual.
5. Explorando tradiciones: encuentra tu camino
Hay muchas tradiciones dentro del budismo, como el Theravada, Mahayana, y Vajrayana, cada una con sus prácticas y enfoques únicos. ¡Todas son hermosas y tienen algo para cada uno de nosotros! Explora estas diferentes sendas y participa en distintas comunidades o retiros para encontrar la tradición que resuene más contigo.
6. La importancia de la comunidad: encuentra un grupo
Unirse a un grupo o comunidad budista proporciona apoyo, guía y compañía en tu camino espiritual. Estas comunidades ofrecen un espacio para aprender, meditar y discutir las enseñanzas del Buda con personas que comparten tus intereses y valores.
Es muy valioso pertenecer a un grupo porque te pueden enseñar prácticas y ceremonias cotidianas que harán brillar tu vida espiritual. Sí, yo sé que a veces nos resistimos a la ritualidad, pero si eres un ser humano, eres una criatura de rituales, hábitos y ceremonias, aunque lo niegues. ¿Por qué no dejar de lado esos juicios y solo navegar por lo que hace el grupo?
Si no tienes centros budistas cerca, tienes problemas de horario o no puedes desplazarte; ahora también hay grupos en línea igual de válidos y maravillosos. Grupo Zen Ryokan es una sangha híbrida. Nos reunimos físicamente, pero también tenemos miembros en muchísimos países y nos conectamos diariamente por la red. Si te interesa el Budismo Zen japonés, ¡te damos la bienvenida!
7. Bajo la Guía de un Maestro
¿Cómo me convierto al budismo? La respuesta a esta pregunta también depende de encontrar un maestro. Al principio comenzamos leyendo e investigando en solitario, pero muy pronto tendremos preguntas y confusiones que solo un maestro nos puede resolver.
No descartes la importancia de seguir a una monja o monje. Ellos tienen una visión más informada, profunda y experiencia con las enseñanzas para guiarte. Te pueden ofrecer orientación personalizada, responder a tus preguntas y ayudarte a navegar por los desafíos espirituales.
Por supuesto, llegar con una maestra o maestro no es fácil. Hay que pasar tiempo juntos y poco a poco generar confianza.
Hoy en día hay muchos maestros budistas que no son monjes y que se auto proclaman «maestros». Hay que tener cuidado con ellos. Es importante también, que el linaje de tu maestro sea público y que avale tanto sus conocimientos, como la autorización de su propio maestro para enseñar el Dharma.
Aunque puede ser un reto y tomar tiempo, sí te animo a que te acerques a uno de ellos. Y ten paciencia porque el verdadero Maestro llegará cuando tu vida sea propicia.
8. Tomar refugio en Buda, Dharma y Sangha
El Buda es nuestro maestro y guía espiritual. Dharma es su sabiduría, que está ahí para ayudarte a salir del sufrimiento y confusión. Sangha es la comunidad espiritual que incluye monjas, monjes y practicantes hermanos. Son la Triple Gema.
Tomar refugio en ellos implica desarrollar confianza, cariño y gratitud por su existencia. No se trata de una fe ciega o de seguir dogmas, sino de conocerlos a través de la práctica cotidiana y de poner a prueba todo lo que nos enseñan. Solo así podemos comprobar y saber por qué millones de practicantes a lo largo de la historia tomamos refugio en la Triple Gema todos los días.
Quizá es algo que no comprendas de momento, pero el cariño y confianza llegarán si practicas, meditas y estudias diario.
Tomar refugio un paso fundamental en la conversión al budismo, pero al mismo tiempo, es íntimo y muy personal. Cuando llegue el tiempo, solo sucederá.
9. Aplicando el Dharma en la vida diaria
Finalmente, el budismo no se limita a la teoría o la práctica en un templo o en casa; se trata de integrar las enseñanzas en todos los aspectos de tu vida. Es totalmente práctico, por lo que no puede ser solo un pasatiempo de fin de semana. Esforzarse por vivir de acuerdo con el Dharma en las situaciones cotidianas es crucial.
Con el tiempo, aquello que parece confuso o difícil de entender se asentará en tu corazón y se manifestará en tus acciones y pensamientos.
En el Zen no queremos alcanzar la iluminación. Queremos practicar a diario para ser parte de la iluminación del universo.
Tu esfuerzo constante, ayudar a los demás, cuidar de ti con compasión y paciencia, te acercan más a la verdadera práctica budista.
Conclusión
¿Cómo me convierto al budismo? Despertar a esta filosofía y religión milenaria es un proceso único para cada individuo. No puede ser impuesto, sino que voluntariamente vamos dando pasos de bebé. Es un camino lleno de aprendizaje, práctica y descubrimiento personal. No se recorre con prisa, sino con una mente abierta y un corazón dispuesto a comprender y abrazar las profundidades del Dharma.}
Con paciencia, cariño por ti, práctica y dedicación, el budismo no solo ofrece una ruta hacia la paz interna, sino también un marco para vivir una vida más plena y compasiva.
Si quieres saber más sobre budismo en general, pertenecer a una comunidad y dar tus primeros pasos en el Zen, este curso es para ti.