Película budista: Xuan Zang

Dentro de la cinematografía de China hay muchos filmes con temática del Dharma. Y de vez en cuando una película budista resalta de entre todas. Tal es el caso de Xuan Zang, la biografía de un monje tan importante que de no haber existido, no estarías leyendo este artículo. Más abajo explico quién fue este Maestro ejemplar del Mahayana.

Recientemente me topé con este trabajo y es una joya que vale la pena experimentar. Hoy la comparto y recomiendo porque tocó mi corazón.

La película Xuan Zang (2016) es una obra cinematográfica que brilla tanto por su belleza visual como por su profunda narrativa espiritual. Dirigida por Huo Jianqi, esta coproducción chino-india ofrece una representación fascinante de la vida y los viajes del monje Xuan Zang, una figura clave en la difusión del budismo en China. A través de una travesía épica, Xuan Zang se adentra en la búsqueda de las escrituras originales del budismo Mahayana.

Pero no solo es una búsqueda de documentos budistas, sino una misión que se convierte en una metáfora de la transformación interior y la búsqueda del conocimiento espiritual.

¿Juan quién?

Xuan Zang vivió durante la dinastía Tang en el siglo VII, cuando China estaba en pleno apogeo cultural y religioso. En 627, decidió emprender un viaje monumental hacia la India, cruzando desiertos, montañas y llanuras, en busca de textos sánscritos que contenían las enseñanzas originales del Buda. Había detectado inconsistencias en las traducciones disponibles en China, lo que lo impulsó a buscar las fuentes primarias para traer claridad y autenticidad a la práctica budista. Su viaje, que duró aproximadamente 19 años y cubrió alrededor de 24,000 km, es uno de los relatos de peregrinación más famosos de la historia del budismo.

Esto me llegó muy profundo porque Xuan Zang tenía una misión más grande que su propia vida y sabía que el Dharma necesitaba ser preservado y estudiado. Nada lo detuvo. Nunca se dio por vencido. Y todos sus acompañantes formaron parte vital de la aventura. Creo que es una película budista perfecta para Ango.

En la película, Huang Xiaoming interpreta a Xuan Zang de manera convincente, encarnando la determinación y el espíritu de sacrificio del monje. Su interpretación destaca no solo por su profundidad emocional, sino también por la capacidad de transmitir el sufrimiento y el gozo espiritual de Xuan Zang a lo largo de su arduo camino.

Gracias a este actor, podemos sentir el peso del viaje, la dureza de los desiertos del Gobi y Taklamakan, y el frío implacable de las montañas Tian Shan. Hay escenas donde la fotografía brilla con una majestuosidad que evoca tanto la pequeñez del ser humano como su capacidad de trascender las limitaciones físicas en su búsqueda de nuestra naturaleza búdica.

El Dharma en la película

Tengo que hacer notar que la fidelidad histórica y cultural con la que se representan las enseñanzas y prácticas budistas es magnífica. Es raro encontrar en el cine una representación tan meticulosa de conceptos como las Cuatro Nobles Verdades o la compasión universal, que son introducidos de manera orgánica en la trama, sin caer en el didactismo. Incluso hay un diálogo que explica el porqué de la túnica que usamos los monjes.

Según investigué, esto se debe en parte al asesoramiento de monjes budistas chinos que participaron en la producción de la película, asegurando que las escenas religiosas y los rituales fueran representados con autenticidad y respeto.

Banda sonora

La música de Xiaofeng es otro de los puntos fuertes de la película. Con una fusión de música tradicional china, centroasiática, india y cantos budistas, la banda sonora acompaña perfectamente las imágenes, creando una atmósfera que transporta al espectador a través del tiempo y el espacio, sumergiéndolo en la vastedad del viaje de Xuan Zang. En muchos momentos, la música parece evocar el mismo sentido de trascendencia que Xuan Zang experimenta en su peregrinaje.

Argumento

La trama de Xuan Zang sigue fielmente los episodios más conocidos de su viaje, incluidos sus encuentros con gobernantes de diferentes regiones, los desafíos de cruzar tierras hostiles, y su llegada a la famosa Universidad de Nalanda en India, donde estudió durante cinco años bajo la guía de grandes maestros budistas. Nalanda, en ese entonces, era el epicentro del conocimiento budista y hogar de eruditos de toda Asia. Este encuentro es un momento clave en la película, ya que Xuan Zang finalmente encuentra los textos que buscaba, completando así su misión, aunque su viaje aún no ha terminado.

Uno de los temas recurrentes de la película es la noción de sufrimiento, tanto físico como espiritual. A lo largo de su epopeya, Xuan Zang enfrenta hambre, sed, enfermedades y el peligro constante de ser capturado o asesinado. Sin embargo, su fe y su compasión inquebrantables lo impulsan a seguir adelante. En un momento especialmente conmovedor, el monje enseña las Cuatro Nobles Verdades a un comandante militar que lo había capturado, transformando a este último en un aliado. Este tipo de episodios subraya el poder transformador y dulzura del budismo, que no solo cambia a quienes lo practican, sino también a aquellos que entran en contacto con sus principios.

El viaje de Xuan Zang a través de Asia Central también está lleno de encuentros místicos. En un punto, conoce a una misteriosa mujer que lo guía a través de una parte del desierto antes de desaparecer. ¿Eras tú, Mara?

Estos momentos de ambigüedad añaden una capa de profundidad espiritual a la película, destacando la lucha interna de Xuan Zang por mantener su camino en medio de las tentaciones y las distracciones mundanas.

Uno de los puntos culminantes de la película es el debate teológico en la corte del emperador Harsha en 642, en el que Xuan Zang defiende la superioridad del Mahayana sobre el Hinayana. Este evento, que duró 18 días, es representado en la película con gran detalle, mostrando la brillantez intelectual de Xuan Zang y su compromiso inquebrantable con el Dharma. A través de su victoria en este debate, no solo reafirma su posición como uno de los grandes eruditos del budismo, sino que también deja su legado como puente entre las culturas budistas de India y China.

Al final, Xuan Zang es una película que no solo narra la vida de un hombre, sino que también ilustra el poder del conocimiento espiritual y la importancia de la perseverancia en la búsqueda de la verdad.

Spoiler del final. No lo leas si piensas ver esta película budista

Luego de este viaje tan conmovedor, lloré mucho al final. El cierre de la película, con una de mis cantantes favoritas, Faye Wong, entonando el Sutra del Corazón en mandarín, encapsula el espíritu de toda la obra: un canto a la impermanencia, a la interconexión de todas las cosas y a la búsqueda incesante de la sabiduría más allá de las fronteras.

Recomiendo mucho ver esta película budista sin importar tu religión. Es una historia real que nos inspira y nos hace dar ese paso extra para crecer espiritualmente y como personas.

Puedes ver la película completa aquí. Hay que activar los subtítulos en español.