
Nuestra sangha es un templo sin paredes, extendido por muchas geografías. ¡La vida entera es nuestro templo! Zoom es nuestro zendo y nuestro salón de Dharma. Por eso, las reuniones virtuales deben seguir un protocolo que refleje la misma presencia, respeto y atención que tendrías en un templo físico. Aquí van nuestras pautas actualizadas versión 2025 para mantener una práctica armónica:
1. Cuenta y foto de perfil
Usa una cuenta de Zoom con tu nombre completo y una foto real. Esto ayuda a mantener un entorno seguro y acogedor para todos. Evita usar avatares, logos o imágenes ajenas.
2. Puntualidad
La sala se abrirá unos minutos antes de comenzar. Una vez iniciada la sesión, no se permitirá el ingreso. Llegar a tiempo es parte de nuestra práctica de respeto.
3. Micrófono apagado
Durante toda la sesión, mantén tu micrófono silenciado, excepto cuando se indique lo contrario (como durante preguntas o lecturas asignadas).
4. Cámara encendida
Ver nuestros rostros crea cercanía. Si tienes limitaciones técnicas o personales para usar la cámara, avísalo con antelación. Cuadros en negro dificultan la sensación de sangha viva.
5. Fondos virtuales
Evita fondos animados. Si usas uno, que sea estático y sobrio, como un muro, una estantería o una imagen neutra.
6. Gassho al entrar y salir
Saluda al ingresar y al salir de la sala con un gassho. Es un gesto de reverencia hacia el espacio compartido, hacia los demás y hacia la práctica.
7. Sin alimentos
No comas durante las sesiones. Bebidas no alcohólicas (agua, té) están bien. Evitemos distracciones que podrían surgir del ruido o la vista de comida.
8. Movimientos conscientes
Si necesitas levantarte, apaga tu cámara tras hacer gassho. Al volver, enciéndela haciendo gassho de nuevo. Así se mantiene la atención y el respeto por el grupo.
9. Higiene personal fuera de cámara
Evita bostezar, sonarte la nariz o frotarte los ojos frente a la cámara. Estas acciones pueden distraer a los demás. Apaga la cámara unos segundos si lo necesitas.
10. Lenguaje respetuoso
Si se te invita a hablar, usa un lenguaje claro, amable y sin doble sentido. Evita palabras ofensivas, discriminatorias o chistes de mal gusto.
11. Presencia y alegría
Estás vivo, presente y respirando: eso ya es motivo para sonreír. No hay exigencias; solo un suave recordatorio de que nuestra práctica también es gozo compartido.
Estas pautas no son reglas rígidas, sino recordatorios amables para cultivar una práctica consciente, en comunidad. Al seguirlas, no solo cuidamos el templo en línea, sino que también honramos el Dharma, a nuestros compañeros de camino y a nuestra propia intención de práctica. Gracias.