Lo que ahora se llama minimalismo es una corriente de pensamiento que está poniendo en crisis el estilo de vida capitalista.
Es un cáncer que se debe erradicar porque los minimalistas dejan de gastar dinero y se enfocan en cosas sin sentido como la «paz interna» y el «bienestar».
¿Dónde quedaron los días en los que la gente compraba y coleccionaba? ¿Qué pasará con la industria del entretenimiento? ¿Hacia dónde va el mundo?
Nuestro deber es parar en seco este movimiento internacional y traer a toda esa gente al camino de vivir en eterna deuda y acabar con su dinero y tranquilidad.
Por eso presentamos esta lista de 25 puntos por los cuales odiamos a los minimalistas.
- Dejan de comprar y se enfocan en la paz interna.
- Son inmunes a la publicidad.
- Ven poco (o nada) de televisión. Sólo leen, escriben e investigan cómo mejorar sus vidas.
- Se enfocan en la experiencia, no en los regalos.
- Se mudan a ciudades pequeñas.
- Caminan o usan bicicleta. Ya no usan el auto.
- Intercambian, reciclan y reemplazan en lugar de renovar y comprar siempre artículos nuevos.
- Crean e inventan. ¿Pero esta gente no compra nada?
- Forman comunidades de ayuda y consejos, en lugar de estar aislados y preocupados por sus pertenencias.
- Emprenden negocios modestos basados en Internet, en lugar de montar oficinas para decenas de empleados.
- No trabajan en oficinas. Les da tiempo de ejercitarse, meditar y disfrutar la vida. Malditos.
- No van a restaurantes, se divierten cocinando su propia comida. ¡Qué locura!
- Van al mercado comunitario en lugar de al supermercado.
- Compran alimentos locales porque piensan que son más baratos y apoyan a los productores de su comunidad.
- Filtran su propia agua y no compran nuestras caras e inútiles botellas. ¡No entienden nada de estatus ni salud!
- Investigan todo el tiempo maneras en las que pueden mejorar su hogar.
- Son amables y pacientes con toda la gente.
- Contagian al mundo con sus sonrisas.
- Son honestos. No se enfrascan en chismes ni mentiras.
- Algunos de ellos son budistas y creen en la libertad
- Disfrutan su tiempo a solas y ya no acuden a centros nocturnos ni bares.
- Son organizados y limpios.
- No gastan en decoración. Detestan la saturación de sus espacios de trabajo y hogares.
- No visten de corbata o etiqueta, usan ropa modesta. Y además tienen poca. ¿Qué pasará con las grandes cadenas de ropa de lujo?
- Prefieren caminar en un parque a gastar dinero en atracciones.
Como ven, el minimalismo y sus seguidores tienen que ser detenidos en seco.
No permitamos que esta idea siga creciendo. El bienestar de las corporaciones depende de ello.
Gracias.
—
Nota Choco Corporativa: Estos 20 puntos son tan sólo el principio. Los minimalistas son personas felices y con pocas preocupaciones. Y tengan cuidado porque este movimiento es muy seductor. No caigan en él.