Qué lástima que hayas nacido humano y que gastes tu vida entera preocupándote. Deberías alcanzar el punto en el que te sientas feliz por haber nacido humano.
Nacer, envejecer, enfermar y morir. No podemos tomar a la ligera estas verdades supremas.
La realidad es que manejarlas debería ser nuestra meta, sin estancarnos en categorías.
Me parece extraño que ni una sola persona considere con seriedad su propia vida. Es como cargar con algo crudo, sin cocinar, a través del tiempo. Y nos hace sentir cómodos el hecho de que los demás hacen lo mismo. A eso le llamo estupidez de grupo: pensar que debemos ser como los demás.
La iluminación significa crear tu propia vida. Significa despertar de la estupidez de grupo.
En lugares de Manchuria las carretas son jaladas por perros inmensos. El conductor cuelga un trozo de carne frente a la nariz del perro, y éste corre como loco para alcanzarla. Pero por supuesto que no puede. Le dan la carne hasta que la carreta llegó a su destino. Luego, de un sólo bocado, la devora.
Es exactamente lo mismo para la gente con sus sueldos. Hasta llegar el día de pago, corren tras el salario colgado frente a sus narices. Cuando les pagan, lo devoran y ya están listos para seguir persiguiendo el siguiente pago.
Nadie puede ver más allá de su propia nariz. Todos creen que sus vidas tienen algún significado, pero en realidad son como golondrinas: los machos consiguen comida, las hembras se sientan sobre los huevos.
La mayoría de la gente no tiene una forma clara de entender la vida. La viven con métodos hechizos, como cuando te untas pomada en un hombro acalambrado.
La pregunta es: ¿porqué tienes tanto estrés?
Si no tienes cuidado, pasarás toda tu vida deseando lo que tu mente de persona ordinaria sueña.
Por Sawaki Kôdô Rôshi, de su libro Para ti
Traducido por Kyonin
*NdT: El título original es Para tí, que empezaste a rumiar la vida. Se refiere a pensar demás sobre algo, así como las vacas mastican dos o más veces su comida.