En la temporada que precede a la navidad, las ciudades del mundo occidental se convierten en un colorido infierno que viola nuestros sentidos con publicidad y mercadotecnia.
Todo compite por tener nuestra atención y nuestro dinero. La época que se supone debería ser de paz, resulta ser un maratón de supervivencia entre tráfico, compras y felicitaciones vacías.
Por estas y muchas razones más, la navidad termina siendo un período de alto estrés y depresión para muchos.
Y es aquí donde el minimalismo puede ser una actitud que podemos tomar para llevar mejor las cosas y estar tranquilos.
Pero el minimalismo es aun una idea exótica para muchos. ¿Qué es y cómo ponerlo en práctica? ¿Realmente lo necesito? ¿Cómo sé que lo necesito?
Necesitas cambiarte al minimalismo cuando…
- Nunca tienes suficiente. Siempre quieres más de todo
- No estás feliz con quien eres y buscas ser quien no eres
- Consideras que ir a las tiendas es una gran actividad de fin de semana
- Estás esperando la próxima conferencia de Apple para comprar la iBasura más reciente
- Alteras tu cuerpo por medios artificiales porque no te aceptas como eres
- No puedes parar de comer lo que te hace daño
- No puedes soltar los recuerdos de «los mejores años de tu vida»
- Compras más ropa de la que puedes usar
- Crees que tu auto es signo de éxito y estatus
- Discriminas
- Pasas por encima de los demás para asegurar tu ego
- Manipulas y mientes
- Navidad te resulta estresante
- Cualquier época del año te resulta estresante
- Piensas que tus gadgets te hacen ver cool
- Desperdicias comida
- Reemplazas artículos que aun siguen funcionando bien
- Descalificas a las personas que están felices con lo poco que tienen
- Tu vida se convierte en sólo negocio y dinero
- El desorden reina en tu casa y oficina
- Las colecciones ocupan buena parte de tu personalidad
- No puedes parar de hacer, comprar o hablar
Y por supuesto que esta lista no está completa. Pero sí nos podemos sentir identificados con algunos puntos.
¿Cómo comenzar a ser minimalistas? Aprendiendo la diferencia entre deseo y necesidad.
Entendiendo que menos es más, siempre.