Nuestra cultura de la recompensa inmediata ha causado más estragos de los que imaginamos. Y los costos de querer todo aquí y ahora son muy, muy elevados.
A la vez, ésto genera una avalancha de obstáculos que nos hacen fallar de maneras épicas al momento de querer mejorar nuestra experiencia de vida.
La sociedad parece aplaudirnos cuando alguien come mal por estar muy ocupado, dormir poco por dedicar tiempo a las fiestas, despertar tarde en fin de semana, o al empeñar el futuro con deudas de tarjetas de crédito.
Y ni qué decir de la mercadotecnia. Nos vende la fantasía de que con una píldora mágica/gadget/bebida/amuleto dormiremos mejor, bajaremos de peso o tendremos más energía.
Sin embargo, lo que todo mundo se esfuerza en ignorar es el hecho de que los nuevos hábitos se apoyan en la disciplina. No hay más.
No existen los milagros, la magia, la providencia, ni El Secreto. Sólo existe el trabajo, la dedicación y la constancia.
Para evitar el desarrollo de nuevos hábitos existe una gran colección de obstáculos, casi todos basados en nuestro gran y pesado ego. Aquí presento una pequeña lista:
- Pereza
- Auto complacencia
- Esperanza en la píldora mágica
- Seguir a la manada
- Apego a las costumbres y tradiciones
- Miedo a experimentar
- Miedo al cambio
- Ignorancia / falta de información
- Rebeldía
- Mala alimentación
Sí, el número 10 es la mala alimentación. A pesar de que la subestimamos, la nutrición es la clave de la vida. Comer alimentos procesados y abusar de las harinas nos vuelve pesados y apáticos.
Es mucho más fácil generar hábitos duraderos cuando la nutrición es equilibrada.
¿Te has enfrentado con algún obstáculo fuerte al crear nuevos hábitos? ¡Comparte en los comentarios!
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