Violencia por todos lados. Odio y divisiones. Pobreza extrema. Políticos corrptos y dictadores. Guerras santas. Accidentes aéreos. Trenes que chocan. Asaltos. Muertos. Ballenas en peligro de extinción. Niños en zonas de guerra. Hambruna. ¡El mundo es el peor lugar del mundo!
Las cosas están tan mal y todas las noticias son tan oscuras, que es mejor estar encerrados consumiendo información. ¡Dios no lo quiera y me pierda de algo que me pueda ayudar a estar aún más sumido en mi miseria!
En esta sociedad humana, las malas noticias son cosa de todos los días. Es cuestión de encender cualquier dispositivo o redes sociales y la oferta de miseria humana es tan amplia, que cuesta trabajo enfocar la atención en solo una cosa.
Consumir noticias debería ser catalogado como una sustancia tóxica y psicoactiva, pues tienen un poder adictivo muy fuerte. Y al igual que cualquier droga dura, entumece la mente y nos ata a seguir consumiendo más y más.
¿Cómo liberarnos de las malas noticias? ¿De dónde vienen? ¿Qué se puede hacer?
En esta charla abordamos este tema y usamos el punto de vista de la práctica Zen para convertir la angustia noticiosa en acciones virtuosas.
Y terminamos con un poco de zazen 🙂