Mañana

Mañana

Bebo café, perdido en su sabor.

Siento la calidez de la mañana mientras escucho el ventilador de mi computadora.

Mi peso contra la silla. La gravedad jalándome hacia abajo, hacia la Madre Tierra.

Escribo.

El Todo en este momento.

Es perfecto.

ChocoCast Episodio 11. Preguntas de los lectores

ChocoCast Episodio 11. Preguntas de los lectores

Este episodio responde a algunas preguntas clave para todo aquel interesado por el budismo.

Desde los preceptos del bodhisattva  hasta la eterna búsqueda del significado de la vida.

¡Gracias por escuchar!

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El aburrimiento ya no existe [Beneficio inesperado de la meditación]

El aburrimiento ya no existe [Beneficio inesperado de la meditación]

Como parte de las actividades de adoración a La Comodidad, nuestra sociedad hace esfuerzos impresionantes por que nunca estemos aburridos. Es como si tan sólo 10 segundos sin hacer nada fueran el peor castigo del mundo y nadie está dispuesto a permanecer en silencio por más de este tiempo.

Existe todo un mercado anti aburrimiento que genera millones de dólares al día. Esta civilización recompensa a quien pueda matar el tedio. Aun si se trata del juego más tonto, la gente está dispuesta a pagar mucho dinero por no enfrentarse con el silencio.

Inventos recientes como los smart phones y todas sus apps están diseñados para evitar el aburrimiento a toda costa. Seguro, se puede usar un teléfono móvil como herramienta de trabajo, pero la gran mayoría de la gente los usa para jugar… aun con apps que dan la fantasía de ayudar a la productividad.

El aburrimiento y el tiempo sin hacer nada se nos han impuesto como enemigos de la humanidad.

Pero, ¿en verdad lo son? ¿Existen siquiera? ¿Alguna vez los has cuestionado?

Estos pensamientos vienen a raíz de una experiencia reciente.

Por ciertos motivos tuve que acudir a una dependencia de gobierno a realizar un trámite. En este lugar siempre hay muchas personas esperando turno para ser atendidos, así que llegué muy temprano en la mañana y tomé mi lugar en la fila.

Cuando me llamaron a la ventanilla vi mi reloj. Habían pasado dos horas.

¡Dos horas!

Y en ningún momento me aburrí. No sentí la necesidad de huir a algún lugar que tuviera televisión o Internet. Jamás tuve el impulso de escribir «Estoy aburrido!» en Twitter o narrar mis desgracias en Facebook. En ningún momento perdí el control o comencé a mover la pierna mostrando mi desesperación.

Nada.

Haciendo recuento de esas dos horas, me percaté de cómo había funcionado mi mente. No deseé estar en ningún lugar del pasado o trabajando; y mi imaginación no generó un futuro alterno donde habían cosas más interesantes qué hacer.

Estuve ahí. En ese instante. Presente. Observando lo que había, sin agregar o restar nada. Esto pasó de forma automática, sin que yo pusiera esfuerzo en ello.

Me sorprendí mucho porque justo la noche anterior había creído que la experiencia en esta oficina sería letal. No lo fue, pero además caí en cuenta que ¡llevo muchos años sin estar aburrido!

Analicé un poco más hacia el pasado y entendí que desde que comencé a meditar con la disciplina y constancia de hoy, hace unos 6 años, el aburrimiento se fue de mi vida.

Antes necesitaba escuchar música desde el amanecer hasta la hora de dormir. Cargaba mi smart phone, iPod, video juegos, libros a todos lados. No podía estar lejos de las redes sociales. Me desesperaba si tenía que estar en un semáforo esperando la luz verde o si tenía que hacer un trámite de más de 10 minutos. Odiaba estar en una fila.

Ahora eso ya no sucede. Recientemente he estado en situaciones que llevarían a alguien a la locura como filas de banco, viajes largos por carretera, apagones y reuniones familiares.

Y el aburrimiento ya no me visita.

¿Cómo es esto posible? Gracias a la constancia en la meditación.

Cuando entrenas meditación con disciplina, al menos 20 minutos diarios y sin descanso en fin de semana, tu mente comienza a aceptar la vida como es. No es un proceso consciente. Es un beneficio «inesperado» de sentarte en zazen y simplemente sucede.

Ya nada te parece aburrido en la vida, te sientes liberado. Has roto las cadenas que te ataban para disfrutar la vida en niveles que no te imaginarías.

No importa si hay tristeza, enfermedad o si tienes que esperar dos horas en una fila; la mente está en calma y toma las cosas por lo que son.

El resultado de la disciplina es una  mente que observa sin analizar y aprecia la poesía de la realidad.

Nunca más te aburrirás.

Foto: The Guardian.

 

 

Nuestro único dios y demonio, La Comodidad

Nuestro único dios y demonio, La Comodidad

La raza humana ha sido creadora de miles de dioses a través de la historia. Los hemos inventado para explicarnos el amanecer y la lluvia, el misterio de la concepción; y hemos llegado tan lejos como crearlos para el control de los esclavos y justificar genocidios.

No importa la cantidad de dioses y seres mágicos en los que creamos, existe uno en especial que es único para todas las personas de cualquier cultura.

Este dios es ubicuo, súper poderoso y dirige nuestra mente desde el nacimiento. Toda nuestra civilización está basada en su adoración.

Por si nunca lo habías pensado, La Comodidad es nuestro dios único y el motor de todas nuestras búsquedas.

Hacemos lo que sea por honrar su nombre. Creamos ciudades más grandes, autos más veloces, gadgets con mejores juegos y somos capaces de matar por conseguir una casa más agradable.

Ahora, que no se malinterprete. Adorar a La Comodidad no tiene nada de malo. De hecho, debemos estar agradecidos a que vivimos para ella. Eso ha impulsado la ciencia, las comunicaciones, las obras públicas y saca lo mejor del espíritu humano.

Con tal de alcanzarla, hemos empujado la ingeniería a extremos que jamás hubiéramos imaginado. Hemos transformado el ecosistema a nuestra conveniencia. Sabemos que con esfuerzo, estudio y trabajo en la vida, nos espera La Comodidad en su nirvana.

Nuestro Único Dios es bueno para nuestra especie y debemos seguir cimentando sus templos por todo el tiempo que sea posible.

Sin embargo existe un lado oscuro. Así como adorar a La Comodidad es positivo para la raza humana, tiene cualidades devastadoras para un individuo.

Nuestro Único Demonio

En la cultura occidental nacemos y somos educados para adorar La Comodidad como credo y estilo de vida. Si pudiera resumir la educación familiar a una frase, sería:

Tienes que estudiar para tener un buen empleo y que puedas comprar muchas cosas. Sólo estas cosas pueden llevarte a la tranquilidad y confort, al Cielo.

La Comodidad es muy atractiva. Tanto que una vez que la experimentamos corremos el riesgo de volvernos adictos a ella.

Sentirnos demasiado cómodos con lo que somos y tenemos es lo que nos hace estancarnos y, así, detenemos el desarrollo personal.

Haciendo memoria, ¿cuántas cosas has dejado de hacer por no querer salir del templo a La Comodidad?

Una vez que probamos sus enseñanzas, nos estacionamos en el mismo lugar y nos aterra salir de esa área en la que las cosas funcionan tan cómodamente, que dejamos de buscar.

Olvidamos cuestionar la realidad, hallar nuevas maneras de resolver problemas y la innovación se deja a personas con más agallas.

Al fin y al cabo, YO estoy cómodo.

En el budismo decimos que debemos estar en paz con lo que somos. Aceptar nuestros logros y, en el proceso, también el pasado. Aprendemos a estar tranquilos con lo que tenemos… Pero eso no significa que el hambre por el conocimiento y por mejorar se detengan.

Lo que hacemos es saber el terreno que pisamos, aceptamos las cosas como son; y entonces nos movemos hacia adelante, sin estar obsesionados con el resultado.

¿Cómo salir del ciclo de adoración a La Comodidad?

La respuesta es simple, aunque no fácil de aplicar. Debemos entender que todo en la vida es impermanente y, a la vez, cuestionar todo. Esa comodidad que disfrutamos se terminará. 

Toda esta maquinaria de confort de la que disfrutas llegará a su fin. ¿Y qué harás cuando ya no la tengas?

¿Eres la persona que eres por tu búsqueda de La Comodidad? ¿Detuviste tu desarrollo personal por pereza?

Para romper el ciclo de La Comodidad necesitamos ver la vida con otros ojos. Emprender y desarrollar proyectos personales. Desarrollar la imaginación y ser creativos para resolver problemas de forma más eficiente posible.

Necesitamos nunca abandonar nuestro intelecto ni nuestros cuerpos.

Se requiere valor y ganas de trabajar para enfrentar el poder de La Comodidad.

Video conferencia informal de Introducción al Budismo… y muchas preguntas más

La noche del 31 de mayo de 2012 fue especial para este blog. A las 8:00 PM, algunos amigos y yo, nos dimos cita en el espacio virtual de Google Hangouts para charlar brevemente sobre introducción al budismo y muchas cosas más.

El resultado fue una reunión muy relajada y cercana en la que participaron 6 personas de forma activa, pero también llegamos hasta 15 espectadores en tiempo real.

A continuación dejo el video de esta charla.

¡Gracias a todos los participantes!

http://www.youtube.com/watch?v=ohRXvmrLTIQ