por Kyonin | Nov 17, 2010 | Vida

Hay ocasiones en las que me preguntan el porqué escribo, si no recibo nada a cambio, si a nadie parece importarle, si nunca me haré millonario.
Escribo porque en la palabra está el refugio final de un torrente de ideas que me piden existir. Mis dedos vuelan sobre un teclado que sangra al martilleo de mi voluntad y que, fiel a mi clamo por expresión, guarda silencio y se oculta entre el rocío de mi prosa.
La palabra es mi espada, la herramienta, mi alfombra voladora con la que he cruzado el valle inmenso que es azotado por tormentas de silencio y tempestades de corrosión solitaria.
Estas letras que encuentran su hogar final en la mente del lector, son mi sangre. Son la lava que fluyó desde el interior de una caldera indómita que hierve con el fuego y la furia de una mente creativa.
Escribo porque estos textos que aparecen en tus ojos y se queman en tu memoria, son fragmentos de mi alma que viven y vibran buscando un hogar final.
La palabra es el refugio máximo y es el punto final hacia donde quiero llegar.
Escribo porque soy.
por Kyonin | Nov 16, 2010 | Meditación, Minimalismo, Productividad, Vida

Nuestra cultura de forzosa productividad nos obliga a estar activos todo el tiempo.
Desde que nos levantamos en la mañana hasta muy entrada la noche, estamos sujetos a una cantidad de actividades que, si las ponemos por escrito nos sorprendería ver el cúmulo de cosas que resolvemos en unas horas.
Esto no es precisamente malo porque es como funciona el mundo y es la manera en la que nos ganamos la vida prácticamente todos.
Nuestra capacidad humana de resolver, de comprender y de relacionarnos con el mundo es a través de la actividad social y el trabajo.
Sin embargo nunca parecemos tomar un respiro. Aun en los momentos de soledad buscamos algún factor de distracción y la consigna es tener la mente ocupada de tiempo completo.
Por eso cuando dormimos, en fin de semana, cuando salimos de vacaciones y cuando estamos en las situaciones más relajantes, nuestra mente sigue trabajando a toda capacidad y no descansamos.
Descansar es una industria de millones de dólares que te vende todo tipo de artefactos y servicios para que tu tiempo de relajación sea de calidad.
Sin embargo, aun necesitamos encontrar una campaña de publicidad, un servicio público que nos impulse al verdadero descanso: el silencio y la soledad.
Tal perecería que estas dos grandes palabras son los enemigos más grandes de la humanidad y se les ve con terror. «¿Comer solo? Nunca.«, he escuchado decir a muchos.
¿Porqué tenemos tanto miedo de estar solos? ¿Porqué nos aterra el pensar que, por un momento, nuestra mente no sea estimulada por la radio, televisión, videojuegos?
Las respuestas a esas preguntas todos las traemos por dentro y no existe una que aplique para todos, pero lo que sí es común es que las personas tenemos miedo del silencio porque eso hace que nuestra mente se enfoque hacia adentro, a arreglar y procesar la información que tiene pendiente porque siempre la tenemos bombardeada por estímulos.
En suma, no queremos estar solos y en silencio.
Pero la verdad es que el verdadero descanso llega al pasar tiempo con nosotros mismos y darle descanso a la mente.
Para efectos ilustrativos, lo pongo de esta forma.
Descansar en una playa, 4 días y 3 noches, todo pagado: US$600.00
Descansar en la inmensidad del espacio, dando silencio y reposo a la mente con sólo 20 minutos de meditación al día: Gratis y siempre está abierto.
Encontrar el tiempo para nosotros mismos, no para distraernos y entretenernos, es cuando realmente podemos descansar y terminar con el caos de la vida productiva.
Y todo esto es una de las actividades minimalistas por excelencia.
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Muy pronto podrán comenzar a meditar con el Choco Buda. Estén pendientes.
por Kyonin | Nov 12, 2010 | Meditación, Vida

Al tener conciencia de nuestra propia mente, nos podemos dar cuenta que tenemos una mente llena de deseos, de ira, miedo, confusión. También podemos percatarnos de que tenemos claridad, concentración y muchas cualidades más.
Por medio de la meditación, podemos reconocer nuestros estados mentales sin juicios y sin comentarios, nos podemos mirar por fuera; justo como somos en realidad.
Esto crea un espacio que nos da la libertad de responder a estos estados mentales, simplemente sabiendo que están ahí, y que vienen y se van.
Cuando estamos en una sesión de meditación es posible separa nuestra mente de los sentimientos. Al observarlos desde lejos, todos los sentimientos y los problemas se ven pequeños, justo como son. Esto nos da la entereza para arreglarlos y dejarlos ir.
Es como mirar a través de una ventana y ver qué tal está el clima afuera.
¿Pero qué tal si mejor notamos cómo está el clima por dentro?
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En el futuro hablaremos más sobre la meditación y cómo alcanzarla.
por Kyonin | Nov 11, 2010 | Vida

Para el post de este día tenemos a un invitado especial. Su nombre es Raúl Mora y nos presenta un texto con una leyenda que habla sobre el desapego, uno de los valores budistas más importantes.
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La vida es imperfecta.
Este es un hecho al que todos nosotros nos enfrentamos en algún punto de nuestras vidas.
La vida es injusta.
Y eso es lo que más nos frustra, nos hace ser infelices, nos ata al pasado, nos lastima, nos hace sufrir y nos amarga.
¿Por qué no me amó? ¿Por qué prefirió irse? ¿Por qué se lo dieron a él/ella y no a mí? ¿Por qué mi vida es así? Son preguntas que todos hemos hecho en nuestra vida.
Vivir en el pasado solo te hará infeliz, amargo y resentido.
Las circunstancias de la vida nos llevan por caminos que no siempre queremos, pero hay que seguirlos de la mejor manera posible. Tampoco te estoy diciendo que salgas y te resignes, porque puedes cambiar tu vida si quieres, cambiarla para bien.
Simplemente desapégate del pasado, deja atrás las cosas que ya no fueron y así no te lastimarán más. Toma muy en cuenta agradecer a todas las personas que pasaron por tu vida, ya que todas dejaron aprendizaje.
Recuerda: el que no se desapega no despega así que no hay mejor momento, ni lugar para despegar de la frustración del pasado que este preciso momento.
Tal vez con esta historia de dos monjes budistas te pueda quedar más claro:
En un tiempo antiguo, dos monjes, uno anciano y sabio y otro joven e inexperto, caminaban juntos por el campo. El monasterio al que pertenecían era sumamente conservador, y estaba específica y estrictamente prohibido el contacto con mujeres. De pronto, ambos monjes escucharon un grito que atravesaba el campo.
Una joven mujer estaba en el margen del río, llorando preocupada. “¿Por qué lloras?” preguntó el monje anciano. “Quiero ir a la casa de mi padre, del otro lado del río, mi hermana se casa hoy y quiero estar en su boda, pero ahora el río es demasiado alto y temo que si intento cruzarlo me pueda ahogar”.
“No hay problema”, respondió el monje anciano y entonces cargó a la joven en sus hombros y juntos cruzaron el río. Cuando el monje la bajó del otro lado del río, ella le agradeció sus atenciones y siguió con su camino, mientras el monje cruzó de nuevo el río y siguió caminando con su compañero.
Mientras ambos continuaban su camino, el monje anciano notaba como su acompañante parecía cada vez más distraído: “¿Qué te está atormentando, hermano?”, preguntó el monje anciano.
El monje joven respondió con cierta rabia “Muy bien sabe que no podemos tener nada que ver con una mujer, sin embargo la levantó, la cargó y la ayudó a cruzar el río”.
“La levanté y la solté del otro lado del río, hermano” respondió el viejo y sabio monje, “sin embargo tú lo has seguido cargando hasta este momento… es tiempo de soltarla”.
Las oportunidades pasadas te forjaron
Todo por lo que has pasado, lo que has sentido, lo que has vivido, te ha forjado como la persona que eres en este momento. Imagina la más leve variación a tus experiencias pasadas, buenas o malas, y podrías ser en este momento una persona completamente distinta a la que eres.
Es mejor pensar que lo que te pasó antes y que no resultó como querías, son experiencias que te han formado como persona.
Depende de ti ser quien quieres ser el día de hoy, sin mirar hacia atrás.
El desapego termina con la frustración
Imagina por un momento un mundo en el que todos tuviéramos todo lo que siempre hemos deseado. Un mundo de niños caprichosos, mimados, en un mundo en el que no existirían límites.
¿Cómo sería ese mundo? Anárquico, sin reglas, en un desorden total.
En algunos aspectos la frustración es positiva porque te demuestra que tienes que ser paciente y luchar por lo que quieres. No basta con desear algo, tienes que luchar y esforzarte por ello.
Para terminar con la frustración es muy importante aprender a no apegarte al deseo. A eso se le llama avaricia, que desata el auto engaño y culmina en la ira (los 3 venenos de la mente).
La frustración no existiría si tus metas las vieras como objetivos, no como caprichos. En esa medida, puedes ir mejorando en tu vida sin que te afecte que los planes no salieron como esperabas.
Esto también nos enseña que todo en la vida es impermanente.
Por supuesto, hay veces en que sentir frustración simplemente sucede. Y es aquí donde debemos estar atentos a relajarnos y no alimentar ese sentimiento que nubla la vista de lo que realmente vale la pena de la vida: estar tranquilos.
Por último, hay que tener en la mente que para lograr una meta necesitamos actuar de una forma ética, sin pisar ni lastimar a otros.
por Kyonin | Nov 9, 2010 | Meditación, Vida

Todos tenemos algún hábito del cuál nos queremos desprender y a veces parecería que no tenemos control sobre él.
Algunas personas abusan de la comida, otras del alcohol y otras encuentran muy atractivo establecer relaciones codependientes.
Me he encontrado con personas que aseguran que el cigarro tiene control sobre ellos y que no pueden hacer nada. Esto, por supuesto, es falso.
Todos tenemos el control de nuestras vidas. El problema es que desde niños se nos enseña a culpar a factores externos de las cosas que hacemos mal, sin tomar en cuenta que somos nosotros mismos los que nos ponemos en los dilemas que luego no queremos enfrentar.
Para explotar esta conducta de rechazo a la responsabilidad se ha desarrollado toda una industria de las medicinas milagrosas. Hay píldoras para controlar el mal humor, el sueño, el hambre y hasta para eliminar la mala suerte.
Lo que nunca nadie dirá es que la responsabilidad para estar bien se encuentra adentro de ti mismo.
Y claro que tampoco te dirán que el poder para hacer grandes cambios en tu vida están dentro de ti mismo. Siempre lo ha estado y siempre lo estará.
El problema radica en que en esta cultura occidental nunca se nos enseña a calmar la mente ni a enfocarnos en lo que nuestro cuerpo y mente necesita. Seguro, nos venden cientos de artículos y servicios, pero nunca nos dicen la verdad: nuestra mente y nuestra voluntad de salir adelante la tenemos todos, nacemos con ellas y son gratis. Es sólo que se requiere mucha disciplina para saber usarlas.
Y aquí es donde entra la meditación. Como un proceso mental en el que se desarrolla la atención consciente y la disciplina, luego de practicar por unos días podemos comenzar a ver cambios positivos en nuestra conducta.
Meditar nos hace estar atentos a lo que hacemos, cómo lo hacemos y aprendemos a detectar lo que dispara los malos hábitos.
El simple hecho de saber cuando nuestra mente desea un chocolate extra que no deberíamos comer, es el punto de partida para el auto control y dejar las acciones que queremos cambiar.
Yo sé que suena muy esotérico, pero no lo es. Sentarse a meditar, calmar la mente y aprender a estar atento a nuestros pensamientos, es una actividad que está dentro de nosotros.
Destapar el poder de la meditación y sus cambios benéficos para la vida, no cuesta nada mas que dejar de consumir ideas y productos para dedicarnos un poco de tiempo.
Esta cultura nos enseña a demostrarnos cariño comprando un auto nuevo, pero es un grave error. Creo que la mejor forma de demostrarnos amor a nosotros mismos es regalándonos tan sólo 20 minutos al día para poner atención a nuestra mente.
Y eso sólo se logra meditando.
Muy pronto daremos más tips y formas de comenzar a meditar.