por Kyonin | Feb 9, 2012 | Activismo, Vida
No es una coincidencia que la base de toda sociedad sea el núcleo familiar. En el seno de la familia aprendemos, crecemos y obtenemos las herramientas para enfrentar la vida adulta de la mejor forma posible.
Bajo la supervisión de los adultos y personas con más edad que nosotros, nos adentramos en la cultura y aprendemos a ser ciudadanos de nuestro país con la moral, la ética y la mística que nos inculcan. Nos integramos a la historia, patriotismo, religión, fiestas, celebraciones, modales y sistema de respeto de nuestros padres.
Una nación está formada por su gente y la gente está formada por la familia.
Estamos hechos de nuestros valores familiares y la gran mayoría nos sentimos satisfechos con ellos. Así ha sido la vida por generaciones y no tiene porqué cambiar. No hay necesidad alguna de cuestionar porque pensar demasiado es hasta inmoral ¿Correcto?
Esto viene a la cabeza porque basta leer las noticias del día para darnos cuenta que el mundo está cambiando fuertemente. Han habido revoluciones gestadas en las redes sociales, los sistemas legales y económicos de nuestros padres se están derrumbando y es imperativo un cambio de valores para la humanidad.
Pero los grandes cambios, los que quedan en los libros de historia, comienzan siempre por la célula más pequeña: tú.
Nos la pasamos quejándonos del sistema, los políticos, el dinero y depositando la responsabilidad de los problemas en terceros. Pero la semilla del cambio está en nuestras manos. En tus manos.
Entonces, si tú eres el agente del cambio que necesita el mundo, ¿no resulta lógico comenzar con lo que eres y lo que te forma?
Si lo que te forma es la familia… ¿Has cuestionado alguna vez tus valores familiares? ¿Lo que te enseñaron en casa es lo correcto? ¿No existe una mejor forma de comportarse y resolver los problemas?
Cuestionar todo es lo que nos hace comprender el mundo y adaptar la realidad a lo que funcione. Cuestionando hacemos que la ciencia y las sociedades avancen porque así entendemos lo que está mal o es poco eficiente; y trabajamos para inventar o mejorar.
Y la familia no puede quedarse fuera. Debemos cuestionar nuestros valores familiares, a pesar de que esto pueda ser considerado una falta de respeto hacia nuestros padres y abuelos. Sólo así podemos mejorar y pasar una nueva cultura a las generaciones nacientes.
Algunos valores familiares a cuestionar y a mejorar son:
Alimentación. ¿Tradicionalmente, nos hemos alimentado bien? ¿Somos una familia basada en carbohidratos o mucha carne? ¿Hay historias de sobrepeso que se pudieron corregir? ¿Hay historias de gastritis por abuso de irritantes? ¿Realmente quiero vivir con sobrepeso, justo como los demás?
Alcohol. ¿Es lo normal ver al tío Paco vomitando de borracho? ¿Se usa el alcohol como pretexto de reuniones? ¿Es lo normal abusar del alcohol ante una desgracia o fiesta? ¿No existe una forma más sana y barata para celebrar?
Cultura. ¿Tenemos que escuchar este tipo de música? ¿No existe más entretenimiento que la TV y el soccer? ¿El equipo de soccer de mi padre, tiene que ser el mío? ¿De verdad tenemos que pasar el fin de semana así? ¿Qué hay más allá de esto? ¿Qué tipo de música, películas o TV hay en otros países?
Honestidad. ¿Justificamos el robo, la mentira y el abuso sólo porque somos pobres? ¿Robamos la electricidad, agua, cable u otros servicios? ¿Vemos como héroes a quienes tomaron ventaja de personas honestas? ¿Dejamos de pagar impuestos y soy parte de la corrupción del país?
Drama. ¿Necesitamos hacer drama por todo? ¿No sería mejor llevar una vida sin exageraciones y ver las cosas como son? ¿En lugar de quejarnos todo el tiempo, no sería mejor callarse y tomar acción?
Finanzas. ¿Llevamos finanzas sanas? ¿Es normal vivir con deuda? ¿No sería mejor ahorrar y prever? ¿No existe una mejor forma de controlar los gastos?
Superstición. ¿Realmente creo en todo lo que dicen los abuelos? ¿No existen formas más científicas de resolver problemas? ¿En verdad quiero depositar mi destino y responsabilidades en amuletos, astros o seres mágicos? ¿Qué pasa si uso la razón y me documento antes de creer a ciegas?
Religión. ¿En verdad hacen sentido las historias religiosas? ¿Creemos por convicción o porque me lo inculcaron? ¿La religión de mi familia es la única? ¿Estoy dispuesto a abrir mi mente a que existen más religiones? ¿En verdad me siento bien y libre siguiendo esta religión? ¿Es realmente necesario tener una religión?
Machismo. ¿De verdad queremos tratar a las mujeres así? ¿Es necesario aterrorizar emocionalmente o golpear? ¿Es necesario ser tan primitivos? ¿Porqué no respetar y caminar juntos?
Respeto. ¿Porqué tratamos así a los adultos mayores? ¿Por fuerza debemos menospreciar a los jóvenes? ¿Tenemos que burlarnos de la autoridad todo el tiempo?
Disciplina. ¿Nos damos demasiadas licencias para no cumplir metas? ¿Nos consentimos de más? ¿Posponemos las obligaciones ante la fiesta? ¿Dejamos todo de lado cuando estamos tristes?
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Cuestionar y poner a prueba nuevas formas de pensar y de hacer las cosas, es la mejor herramienta para crecer y dejar de lado vicios que hemos arrastrado por generaciones.
Con esto no faltamos al respeto a nuestros ancestros o padres, sólo estamos mejorando el sistema. Y quién sabe, quizá en el futuro el país también crezca.
¿Tienes el valor para cuestionar tus valores familiares?
por Kyonin | Feb 3, 2012 | Activismo, Generosidad, Vida

Foto: www.vanguardia.com.mx
Hoy cerramos la Operación Tarahumara, en la que propuse hacer un donativo para ayudar a combatir el hambre en la Sierra Tarahumara a cambio de entrar a un taller de meditación.
La respuesta fue buena y muchas personas se quitaron la venda del egoísmo para colaborar con la Fundación Tarahumara José A. Llaguno, quienes han estado presentes en la zona rarámuri desde hace 20 años. Ellos llevan educación y alimento a quienes lo necesitan.
Ayer fui contactado por la Fundación, quienes no tenían idea la Operación Tarahumara, para agradecer nuestros esfuerzos y decirnos que pueden dar recibo deducible de impuestos a todos los que donamos.
Si participaste y lo requieres, escríbeme para darte los datos necesarios.
Abrir nuestros sentimientos, entender que todos somos uno y ayudar por ayudar, son valores que necesitamos cultivar diariamente.
De todo corazón, muchas gracias por participar.
Somos legión. Somos uno. Ayudamos.
por Kyonin | Ene 9, 2012 | Activismo, Minimalismo

El 6 de enero de 2011 escribí un artículo sobre el porqué no necesito Internet en el celular. Dí las razones que me llevaron a cancelar mi BlackBerry y el porqué considero que tener conexión móvil es una necesidad implantada por la mercadotecnia.
Desde la publicación de este texto, que tocó las más intimas fibras de los fans de los gadgets y del iOS, han pasado muchas cosas y he tenido poco más de 365 días para familiarizarme con mi (ahora pasado de moda) Samsung Tocco. Y debo decir que el aprendizaje ha sido enorme.
Ya sé que mi experiencia personal no implica afirmar que todo un mercado de billones de dólares esté mal o que los móviles conectados deban desaparecer. Todo lo contrario. La conexión móvil es el futuro y hay que ser parte de ella si nuestro trabajo o crecimiento personal así lo piden. El problema es que muchos nos subimos sin pensar y demasiado rápido al tren de la publicidad y me parece que requerimos mucha educación para poder hacer un uso racional del medio.
Es importante mencionar también que no estoy en contra del hardware. Los smartphones son maravillas tecnológicas que nos hacen la vida mucho más fácil, tan sólo porque un dispositivo evita que portemos 4 o 5 aparatos extras. Son los gadgets minimalistas por excelencia.
El análisis
Con esto en mente, el año pasado hice un análisis muy fuerte de mi uso de telefonía móvil y me percaté de que, en un buen mes, ¡hacía cerca de 3 o 4 llamadas! Todas las demás comunicaciones eran entrantes… cuando los clientes no me mandaban correo electrónico.
Los mensajes de texto los reduje al mínimo porque ahora tenemos Twitter, Facebook; siendo Gmail mi herramienta de trabajo principal.
Esto significó que, por un lado, ya no estaba haciendo llamadas y, por el otro, toda mi comunicación la estaba llevando en mi computadora de escritorio.
El resultado
El plan de datos salió volando y, obvio, también un plan de llamadas que no iba a utilizar.
Desde entonces me hice feliz usuario del prepago y mi gasto de móvil cambió radicalmente: sólo pagué MX$300 /€17.17 /US$21.81 en todo el año.
Leíste bien. En un año de servicio de telefonía móvil sólo pagué MX$300. Trescientos pesos. En un año. ¿No es asombroso?
Ah, y no gasté un sólo centavo en apps.
El aprendizaje
Luego de todo este tiempo pude cuestionar y pensar en la mercadotecnia, el comportamiento humano en torno a los móviles, los hábitos de uso y compra, y cómo afectan nuestra vida.
Estos son algunos pensamientos que vienen a la mente:
- La mercadotecnia de los smartphones es engañosa e indica que tu calidad de vida y posición social mejorará con uno. Esto es falso. No te enganches en la publicidad.
- A menos que tu sustento o la vida de alguien dependa de ello, la conexión móvil no es necesaria.
- El mejor GPS es detenerte y preguntar a cualquier persona… a menos que estés navegando en tu yate y no tengas puntos visuales de navegación. Pero seamos honestos… ¿cuántos de nosotros tenemos yate?
- No importa qué tan importante sea el mensaje que estás esperando, lo más seguro es que puedas tomar acción al respecto hasta que estés en la oficina o sentado frente a tu computadora. En realidad esto invalida toda la mensajería móvil.
- No importa qué tan importante sea el mensaje que acaba de llegar, siempre es más importante la persona que tienes en frente y con la que estás hablando. Respeta a las personas con las que hablas y no atiendas el teléfono frente a ellas.
- Un argumento de ventas clásico es: necesitas el plan de llamadas por si tienes alguna emergencia. Éstas suceden con plan de llamadas o sin él, así que no dejes que esto afecte tu juicio.
- El móvil conectado te permite descargar juegos para que estés entretenido en juntas aburridas y en la fila del banco. Siempre es mejor un libro, mismo que puedes llevar dentro del smartphone, en formato electrónico.
- Es muy triste ver cómo hay personas que no pueden despegar la vista de la pantalla del teléfono. No seas un zombie más.
- ¿Necesitas pagar Internet móvil para mandar fotos de tu comida, los lugares en los que estás actualmente o tus quejas del lugar de trabajo? No.
Y bueno, hay mucho más que puedo decir al respecto, pero es tu turno de hacer la tarea: siendo brutalmente honestos, ¿tener conexión en el teléfono es de vida o muerte? ¿Podrías prescindir de ella si sólo la usas para poner fotos de comida en Twitter? ¿Podrías dar un mejor uso a esa fuga de dinero?
por Kyonin | Nov 15, 2011 | Activismo, Vida

Siguiendo con la idea del artículo de ayer, me puse a analizar con más profundidad la idea del Buen Fin.
Para quienes no estén enterados, este es un evento que copia el Black Friday de Estados Unidos y busca que compremos cosas que no necesitamos y que pidamos créditos para ello.
Según dicen los organizadores, con esto se activará la economía. Lo más raro es que la economía a activar es la de corporaciones extranjeras, cuyo modelo de negocio es sacar dinero del país que ocupen. Es decir, si compras una nueva televisión, estarás apoyando la economía de Samsung y de Walmart. Perdón pero, ¿dónde está el apoyo a la economía mexicana?
Independientemente de lo que el Buen Fin implica en materia macro económica, creo que necesitamos entender que comprar por comprar sólo impacta nuestro bolsillo y el ahorro real se da cuando evitamos gastar y mejor invertimos.
So, de Blog y Lana, dice de forma experta:
Al final del día, el dinero gastado es dinero que no regresa, así que ofertas o no, debemos planear la mejor manera de gastarlo sobre todo cuando nos llega la abundancia decembrina. LINK
Y claro, no puedo dejar pasar la idea de que al promover el materialismo y el consumo no sustentable de esta forma, estamos apuntalando los cimientos que nos hacen vivir en el eterno ciclo de despertar-trabajar-comprar-dormir.
Un Buen Fin de Semana no necesita que gastes lo que no tienes.
Un buen fin es en el que descansas, tienes paz y disfrutas con la gente que amas. Incluso si estás solo, un gran fin es el que se pasa en compañía de un buen libro.
No tenemos que gastar mucho para estar bien y mucho menos engancharnos en la trampa que tiende la mercadotecnia.
Es por eso que comparto estas ideas para pasarla en grande:
- Pasea con tus hijos. ¿Hace cuánto no tomas una pelota y juegas con ellos?
- Organiza una reunión familiar. Aunque no te guste, es hora de ver a la tía Lola.
- Visita a tus padres o abuelos. Estoy seguro que la puedes pasar bien, no importa lo locos que estén.
- Ve películas. ¡Selecciona algunas de tu colección y haz palomitas de cacerola! Bonus: se puede hacer en pijama.
- Lee. Porque siempre un libro es una buena idea. Bonus: se puede hacer en pijama.
- Escribe. Es buen momento de ponerte a crear, ¿no? Bonus: se puede hacer en pijama.
- Medita. Porque poner en orden tus ideas hace un mundo mejor. Bonus: se puede hacer en pijama.
- Sal a caminar. Estoy seguro que no conoces bien todas las zonas y parques de tu ciudad
- Juega juegos de mesa. Compartir una buena partida de cartas, Warhammer o Dungeons and Dragons, es maravilloso (sí, ya sé. Soy un nerd friki.)
- Visita o recibe a tus amigos. Nada mejor que risas y escuchar a la gente que te quiere.
- Cocina y come en casa. Pero compra en el mercado local, no en supermercado. Si comes fuera, que sea en un restaurante nacional y no de cadena extranjera. La cocina mexicana es tan amplia, que necesitarías todos los fines de semana del año para probar solo un poco de todo el abanico que nos ofrece.
- Ayuda a la comunidad. Participa en campañas de reforestación o de ayuda a alguna casa hogar. La humanidad te lo agradecerá.
- No compres lo que no necesitas. ¿Ya tienes TV? No necesitas otra.
- Apoya al comercio y productos nacionales. Compra dulces tradicionales, suéteres tejidos, artesanías y artículos de consumo mexicanos (café, galletas, etcétera). Esto SÍ apoya el comercio la economía nacional.
Como ves, no es necesario caer en el Buen Fin para pasarla bomba.
Estas ideas aplican para cualquier país y cultura, ya que apoyan valores humanos universales como amor, compasión, cariño y relajación.
Si te pones a pensar lo que dice el comercial de TV sobre el Buen Fin, en realidad no es una buena idea. Tampoco lo hicieron pensando en ti y mucho menos es para apoyar el comercio mexicano.
Ten un Buen Fin y aplica alguna de estas ideas. Y claro que también puedes proponer nuevas. ¡Para eso están los comentarios!
por Kyonin | Nov 14, 2011 | Activismo

Con mucha tristeza y frustración veo que el gobierno de México ha anunciado con bombo y platillo su «magnífica» idea llamada Buen Fin.
Este será un evento que durante un fin de semana largo, al final de noviembre, unirá a comerciantes para ofrecer descuentos en todo tipo de mercancía. Con esto, las instancias que manejan el destino económico de mi país esperan reactivar la economía y, por algún artilugio mágico, evitar el desempleo.
Básicamente lo que se busca es replicar todo el modelo del Black Friday, la agresiva y humillante venta especial que inaugura la temporada de compras en Estados Unidos; pero orientada a México. Para más información, ver este video. LINK
Y es ahí donde tengo muchos problemas. Mi país está pasando por un período oscuro y doloroso en la historia. La pobreza, el desempleo y la violencia están más fuertes que nunca y, en mi pequeña mente, hay problemas mucho más complejos que debemos resolver antes de copiar estructuras culturales que dañan más de lo que podrían sanar a una nación en fragmentos.
Todo esto me recuerda al 11 de septiembre de 2001, cuando los aviones se estrellaron contra el WTC de Nueva York. El presidente George Bush le dijo a su país que Estados Unidos estaba bajo ataque, pero que la gente debía seguir comprando.
De inmediato mi mente preguntó: ¿En serio? ¿Estás bajo ataque, murieron miles de personas y lo más brillante que se te ocurre es pedir que la gente gaste dinero en cosas que no necesita?
Mi presidente está al mismo nivel en este momento. Tenemos una población que vive con miedo, hambre y con muy poco dinero. ¿Lo más brillante que viene a la mente es comprar más y hacer más ricos a los que no necesitan más dinero?
En algún lugar de la red leí esto:
Las cosas se hicieron para usar y las personas para amar. Pero en algún lugar del camino las cosas se voltearon. Las personas son usadas y las cosas son amadas.
Comprar artículos que no se necesitan por el hecho de estar en oferta, no nos vuelve mejores personas.
Educación, cultura, amor, ser compasivos y respetuosos son los valores que sacan a una nación adelante; no las compras sin sentido que promueven el comercio no sustentable.
Para mi un Buen Fin no lleva precios en oferta ni compras sin cerebro. Un buen fin es el que te permite estar tranquilo, en paz y disfrutando de tu vida. Y para eso no se necesita gastar mucho.
En la siguiente entrega: Ideas para tener un Buen Fin gastando lo menos posible.
por Kyonin | Oct 18, 2011 | Activismo, Generosidad, Vida

No podemos construir un mundo pacífico con estómagos vacíos y miseria humana
Norman Bourlag. Héroe.
Sí, ya sé que voy muchos días atrasado con el Blog Action Day, pero de cualquier forma creo que el tema es muy importante y hay que sacarlo siempre que se pueda.
Desde que vi el tema para este año, muchas alarmas sonaron en mi cabeza porque recientemente me he estado reeducando en la forma de comer y en mi relación con los alimentos. Imposible no tomarlo de manera personal.
En el mundo del Zen, el alimento y quien lo prepara son vistos como el pilar del templo. El cocinero es quizá la persona más reverenciada y respetada porque gracias a su trabajo los monjes pueden comer y seguir estudiando.
En la vida cotidiana el cocinero es, quizá, la persona que más olvidamos porque simplemente compramos, comemos sin pensar y seguimos adelante.
Pasamos por alto no sólo el trabajo de quienes están en una cocina, sino que olvidamos que detrás de una zanahoria en nuestro plato, existen horas de trabajo.
Sí, ya sé que los fundamentalistas en contra de la industrialización del alimento me van a replicar, pero el hecho consumado es que cada grano de maíz, lo querramos o no, lleva mucho esfuerzo humano detrás.
Y lo olvidamos.
Desperdiciamos comida como si siempre la tuviéramos o como si nunca se fuera a terminar. Y si te digo que existen escenarios reales en el mundo donde no la hay, donde hay niños que tienen que cazar lagartijas para comer, ¿me creerías?
El hambre y el desperdicio de alimentos y esfuerzo humano son tragedias lamentables que opacan todo el progreso humano hasta ahora.
¿Cómo es posible que estemos gastando en tanques de guerra, entretenimiento o campañas políticas, cuando este dinero podría ser usado para mandar comida a los pueblos que lo necesiten? Esta realidad humana me supera. No la entiendo.
Existen muchísimas causas políticas y sociales por las cuales aun al día de hoy tenemos personas con hambre. Existen actores e instituciones tan poderosas que está en sus manos hacer llegar o no el alimento a los necesitados, pero los intereses particulares pesan más.
Con todo, creo que el poder de uno es mucho más grande que el de una corporación. Y estoy seguro que tú, en casa y en tu cuerpo, puedes hacer un mejor uso y tener una relación mucho más humana con los alimentos.
¿Cómo? Bienvenido a mi oficina.
- No desperdicies
- Consume sólo lo que necesitas
- Compra en mercados y tianguis (mercados móviles)
- Apoya a los productores locales
- Infórmate. Come alimentos que te benefician, no que ponen en riesgo tu salud
- Come lo suficiente y no abuses
- Reconoce todo el trabajo humano detrás de cada bocado
- AGRADECE cada vez que sientas alimento en tu estómago. No todos son tan suertudos
Pero el punto más importante de todos:
Sé generoso y ayuda
Si tienes la fortuna de poder llevar comida a tu mesa y que nada te falte, haz un esfuerzo extra y comparte tu alimento. Claro que también puedes compartir un poco de dinero a instituciones que se dedican a mitigar el hambre en tu país.
¿No estás en buena posición como para dar dinero? Ayudar es tan fácil como dar un clic con el mouse.
http://www.thehungersite.com
En The Hunger Site cada clic al día que des, equivale a una taza de comida para alguien que lo necesita. Así que despégate de Facebook y Twitter y haz clic cada mañana. Te tomará sólo unos segundos.
¿Tienes alguna experiencia ayudando a quien necesita alimento? ¡Compártela en los comentarios!