El monstruo más grande que tenemos los humanos es nuestro ego. Y de él se desprenden minions terribles como la apatía y la adoración a la comodidad. Esta es la que nos ata y nos mantiene inmóviles mientras la vida alrededor se desarrolla.
En esta charla, originalmente en vivo, abarcamos algunas de las razones por las que fallamos al intentar hacernos de nuevos hábitos, y respondo preguntas de los participantes.
Hubo una pregunta que me hicieron y no respondí, pero lo hago aquí.
¿Es la meditación el hábito más importante? Un rotundo Súper Sí Turbo Champion Edition Alpha X. Cuando meditas dejas de lado el ego, suspendes las preguntas y aceptas la vida como es. Por unos instantes puedes mirarte sin apegos u opiniones, para apreciar el camino que tienes qué recorrer. Meditar te calma, te da cimientos para seguir adelante y nos hace ver la vida con ojos frescos.
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Estos tiempos de búsqueda de crecimiento personal son todo un reto. Sin importar el lugar en el mundo en el que estemos, nos hemos visto en la necesidad de modificar todos nuestros hábitos y estilo de vida para poder navegar la impermanencia. Hemos dejado de lado conductas antiguas y hemos creado hábitos, pero muchos lo hacemos sin saber en realidad cómo. Esto crea angustia y confusión en la vida cotidiana. ¿No sería mejor tener un método para que estos cambios sean lo menos difíciles posible?
Una de las acciones más nobles que podemos tomar es la creación de un hábito nuevo. Es el resultado de la irreverencia máxima, de querer tomar el control de nuestra vida, de retar el conocimiento convencional y a nuestros propios demonios.
¿Cuántas veces lo has intentado y fallado? Forjar un nuevo hábito es emocionante, pero sin una guía o inspiración, estamos condenados a repetir los errores.
Existen muchos métodos y enseñanzas para alcanzar este fin, pero casi todos se enfocan en el hábito mismo. No exploran la raíz ni lo que produce el impulso del cambio.
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Sí, leíste bien. Un sólo hábito.
El próximo 18 de enero de 2023 comenzamos un nuevo grupo para explorar nuestro potencial. Perfecto para comenzar un nuevo año.
En la cultura occidental somos expertos en sufrimiento. Sería increíble que nos dieran fracciones de bitcoin por sufrir. ¡Seríamos millonarios! Y una de las cosas que más dolor causan es el no encontrar sentido a la vida.
Estas preguntas son comunes: ¿Quién soy? ¿Cuál es mi misión? ¿Para qué sirvo? ¿Qué sentido tiene mi vida?
Pero si pones atención, verás que en todas ellas la palabra YO está implícita. Ahí yace la razón de por qué la pasamos tan mal.
Desde el punto de vista del Soto Zen, no existe un sentido individual de la vida. Entre más buscas un sentido para ti como ser aislado del universo, más sufrirás porque entras en el ciclo de buscar satisfacción para solo 1 individuo.
Y es precisamente el problema con el mundo occidental. Al venir de una cultura donde el cristianismo define nuestra relación con el universo, estamos educados para la salvación personal. «Yo quiero ir al cielo», «yo quiero superarme», «yo quiero conquistarlo todo». Y por eso jamás encontraremos sentido a la existencia.
El budismo, y en especial el Zen, destrozan por completo el argumento de la salvación y el sentido de la vida personal. Primero porque no hay un YO, pues solo es una ilusión. ¿Entonces qué es lo que se salva? ¿Qué le da sentido a la vida?
Somos luz. Y no me refiero al contexto de ser asquerosamente positivos. Somo luz porque tenemos exactamente la misma naturaleza que la luz. Cada uno de nosotros es un fotón, una partícula. Tenemos vida de partículas, vamos a la escuela de partículas y cuidamos de nuestra salud de partícula. Pero al mismo tiempo somos onda, que se mueve por el universo junto con las otras partículas. Los fotones hacen que la luz sea posible y siga adelante.
Nuestra misión como seres vivos y como parte del universo, es ayudar a que la vida siga adelante. No importa la filosofía que elijas, entre más das al universo, más paz habrá en todas partes, comenzando por tu corazón. ¿Cómo encontrar el sentido de la vida para ti? Ese es solo un camino que tú debes recorrer. No importa si elijes trabajar en una cocina comunitaria o dar clases a personas con bajos recursos económicos, el sentido de la vida para nosotros es la manera en la que hacemos que la vida sea bonita para los demás.
Por supuesto, la vida no toda es linda. Hay retos y personas difíciles. El Zen es la aceptación radical de la vida como es. Es decir, no sufrimos por las condiciones que existen. Decidimos no pasarla mal para poder, entonces, tomar acciones.
Zen es una filosofía activa, viva, que actúa para mejorar las condiciones de vida de todos los seres. Si hay una condición de abuso, por ejemplo, aceptamos que así son las cosas sin rechazarlas. Y con la mente clara, sin sufrir y sin buscar venganzas, entonces actuamos. A veces se guarda silencio, a veces se llama a las autoridades, a veces es tiempo de ser activistas.
El Budismo Soto Zen nos enseña todo esto y entonces nuestra vida se pone linda. Con base en el Buddhadharma y las enseñanzas de Dogen, cultivamos ecuanimidad para ayudar a todos los seres vivos.
Aunque seamos ateos, estamos moldeados por la mente de salvación personal implantada por el cristianismo. Esa mente cristiana siempre se busca un final feliz. YO quiero ir al cielo, el mejor puesto, la mejor familia, la ceremonia de graduación y la medalla al cruzar la meta. Como nos enfocamos en solo el resultado final, olvidamos ver lo que en realidad nos vuelve ricos y felices: el camino.
No buscamos un sentido a la vida porque el sentido de la vida es solo vivir, no encontrar. El camino del Bodhisattva es justo eso: vivir de manera ética y compasiva para mejorar las condiciones de vida de todos los seres, sin importarnos un resultado final o encontrar nada. Un instante a la vez. No hay nada qué encontrar.
Paz en el corazón, alegría por existir, todo eso llega como resultado de qué tanto das a los demás. Entre más compasión y generosidad practicas, más paz hay en ti.
No estás para tomar cosas del universo. Estás para regalarte al universo.
Practicamos budismo en beneficio de los seres vivos. Si alguien se suicida, entonces se pierden todas las oportunidades de mejorar la vida. Por otro lado, el suicidio viene de la mente egocéntrica. En el Zen dejamos el ego de lado, entonces las ganas de suicidarse se borran.
Tu pasado solo puede ser definido por la palabra GRACIAS.
Tu presente debe ser definido por la palabra SERVICIO.
¿Qué objetivos tienes para 2022? ¿Aprender un idioma? ¿Bajar de peso? ¿Comenzar a correr? ¿Leer más? ¿Meditar?
Estos tiempos de epidemia y de búsqueda personal por la productividad, son todo un reto. Sin importar el lugar en el mundo en el que estemos, nos hemos visto en la necesidad de modificar todos nuestros hábitos y estilo de vida para poder navegar la impermanencia. Hemos dejado de lado conductas antiguas y hemos creado hábitos, pero muchos lo hacemos sin saber en realidad cómo. Esto crea angustia y confusión en la vida cotidiana. ¿No sería mejor tener un método para que estos cambios sean lo menos difíciles posible?
Una de las acciones más nobles que podemos tomar es la creación de un hábito nuevo. Es el resultado de la irreverencia máxima, de querer tomar el control de nuestra vida, de retar el conocimiento convencional y a nuestros propios demonios.
¿Cuántas veces lo has intentado y fallado? Forjar un nuevo hábito es emocionante, pero sin una guía o inspiración, estamos condenados a repetir los errores.
Existen muchos métodos y enseñanzas para alcanzar este fin, pero casi todos se enfocan en el hábito mismo. No exploran la raíz ni lo que produce el impulso del cambio.
Shojiki 3.0 es un taller 100% online y práctico diseñado para cultivar un hábito que transforme tu vida, contrarrestando la locura y la prisa de la vida cotidiana.
Sí, leíste bien. Un sólo hábito.
El próximo 17 de enero de 2022 comenzamos un nuevo grupo para explorar nuestro potencial. Perfecto para comenzar un nuevo año.
Muchos llevamos la imagen propia como si fuera una carga para nosotros y para el mundo. Pensamos que no valemos, que no aportamos nada y odiamos nuestro cuerpo. Nos castigamos estando aislados en un estado de crítica personal destructiva de tiempo completo.
Así el resentimiento contra las personas felices crece. Nos comparamos con otros y juzgamos de forma negativa todo lo que somos y hacemos. ¡Nos convertimos en nuestros verdugos!
Entonces las relaciones personales sufren, así como nuestro trabajo y vida intelectual. Desarrollamos enfermedades físicas y depresión, lo cual hace que los demás huyan de nuestro lado. Sentimos que vamos a la deriva, sin rumbo y cada vez más hundidos.
La mala autoestima es como un tumor que, si no atendemos, evitará nuestro crecimiento y será la fuente de toda nuestra infelicidad.
Cuando más oscuro parece el camino, un destello interno nos dice que debe haber una salida a todos los sentimientos destructivos creados por la mala imagen que tenemos de nosotros mismos. Algo que nos haga sentir mejor. ¡Y la hay!
Mejorar la autoestima es un trabajo cotidiano que comienza con dejar ir los pensamientos negativos para calmar la mente y poder vivir con compasión. Así dejaremos de culpar a factores externos y comenzaremos a tomar el control de nuestra percepción.
La meditación es una práctica fundamental que no tiene edad, religión ni clase social. Es una actividad natural al ser humano con la que podemos observar nuestro lenguaje interno, para poder convertirlo en acciones que afirmen nuestra vida.
Por eso creamos Hikari, el taller de autoestima y meditación.
Quizá uno de los monstruos más difíciles de vencer es nuestra propia apatía. Es la que nos ata y nos mantiene inmóviles mientras la vida alrededor se desarrolla.
En esta charla hablamos de algunas razones por las que fallamos al intentar hacernos de nuevos hábitos, y respondo preguntas de los participantes.
Hubo una pregunta que me hicieron y no respondí, pero lo hago aquí.
¿Es la meditación el hábito más importante? Sí que lo es. Cuando meditas dejas de lado el ego, suspendes las preguntas y aceptas la vida como es. Por unos instantes puedes mirarte sin apegos u opiniones, para apreciar el camino que tienes qué recorrer. Meditar te calma, te da cimientos para seguir adelante y nos hace ver la vida con ojos frescos.
Si lo que escribo te es útil y te gusta, ¿por qué no invitarme un café? Gracias.
Sobre mi
¡Hola! Soy Kyonin, monje y maestro budista de la tradición Soto Zen. Formo parte de Grupo Zen Ryokan. Comparto la sabiduría eterna del Buda para ayudar a encontrar la paz interior y la liberación del sufrimiento. Juntos vamos en camino hacia la compasión.
En días de lluvia
la melancolía invade
al monje Ryokan
-Haiku de Ryokan Taigu Roshi