por Kyonin | Sep 17, 2013 | Activismo, Generosidad, Meditación, Talleres
En estos momentos (septiembre 2013) México está siendo emparedado por dos huracanes que han dañado a más de 1 millón de personas. LINK
Las pérdidas materiales son incontables y tristes, pero es más apremiante cuidar la salud y bienestar de muchísimas personas que lo han perdido todo.
La Madre Naturaleza nos enseña una vez más que debemos ser humildes y unirnos para salir de la adversidad.
Como sabes, siempre promuevo la generosidad y la humanidad antes que todos los valores. Abrir el corazón y la mente para entender el sufrimiento de todos los seres es imperativo para el crecimiento personal.
Así que hoy pido que tu compasión gire hacia los afectados en México y ayudes con lo que puedas a miles y miles de personas a quienes la vida les cambió para siempre.
A cambio de tu generosidad para los damnificados, te invito al:
Taller de Meditación Iniciando el Camino
Inicia: Lunes 7 de octubre de 2013
Fecha límite de inscripción: Viernes 4 de octubre de 2013
Duración: 6 semanas
Incluye:
- 6 podcasts con pláticas técnicas y filosóficas, uno por semana
- 6 meditaciones guiadas, una por semana
- Todo el material será proporcionado en una entrega
Requisitos:
- Uso de computadora e internet
- Disciplina y tiempo para dedicar al menos 30 minutos al día
Costo: Lleva toda la ayuda que te sea posible a algún centro de acopio o dona a Cruz Roja Mexicana. LINK
Para quedar inscrito, sólo escribe un mail a elchocobuda ARROBA gmail.com y listo. Confiaré en tu generosidad y en tu palabra.
Disponibilidad: ¡Infinita!
Con todo el corazón, gracias por tu generosidad.
por Kyonin | Nov 28, 2012 | Budismo, Inspiración, Meditación, Vida
En ocasiones se ve la desesperanza en tus ojos. Ya no soportas el trabajo, a tu jefe y el tráfico de la ciudad te tiene perpetuamente enfermo.
Trabajas para tener dinero y comprar lo que sea que te haga feliz, aunque sea por un instante. Satisfaces tus deseos y tus pasiones, te rodeas de mucha gente, pasas horas inmerso en redes sociales; pero la realidad es que sigues estando solo.
Odias los lunes porque te recuerdan que eres un tornillo más en la maquinaria inhumana que mueve a la civilización.
Tratas de distraer tu atención con la televisión y con el cine. No pensar es lo mejor para no enfrentar el hecho de que el vacío dentro de ti se hace más grande con el paso de los días.
Comprar una casa, un auto, muchos seguros y tener inversiones. ¡La presión es grande! No eres un triunfador hasta que tu ego se monte en el auto más ostentoso posible.
Odias que el universo no funcione como quieres y todo parece confabularse en tu contra. Los autos, las reacciones de los demás, el gobierno. ¡Nada cubre tus expectativas!
Muchas veces has llorado porque el amor que imaginas no ha llegado y pasas horas atrapado en «los mejores años de tu vida», sin darte cuenta que son arena que se fue entre tus dedos.
¿Cuántas noches no has deseado ese abrazo que no llegará?
¿Cuántas veces no has culpado a alguien por tu corazón roto, cuando el primer responsable eres tú mismo?
Te desesperas, gritas, mientras tu rostro refleja infelicidad.
Y buscas por todos lados lo que te haga sentir bien. Buscas en las tiendas, en los viajes, en tus adicciones, en la fiesta y en las redes sociales.
¿Dónde está? ¿Qué es lo que buscas?
Pero lo que buscas ya lo tienes. Está dentro de ti.
Es el silencio. Es el tiempo a solas contigo mismo, sentado mientras pones atención a tu respiración.
Es el poder ver cómo pasan los pensamientos flotando en el cielo azul que es tu mente; sabiendo que de nada sirve aferrarte a las cosas.
Es el levantarte temprano y ver en silencio cómo el sol pinta de naranja a la ciudad y sentirte agradecido por tener una oportunidad más para ayudar a los demás.
Lo que buscas eres tú, que está enterrado entre cajas de productos y pretensión.
No busques lo que ya tienes.
Sólo siéntate en silencio a descubrirlo.
por Kyonin | Nov 1, 2012 | Budismo, Meditación, Vida, Zen
Este post fue publicado el año pasado, pero ahora la meditación tiene nuevos elementos.
México es un país con infinitas tradiciones y costumbres, pero si hay algo que nos da identidad nacional y que todos los mexicanos celebramos, es el Día de Muertos.
Esta fiesta se observa desde tiempos precolombinos y nos dice mucho del respeto que sentimos por la muerte. Por muchas ciudades y pueblos mexicanos se pueden ver altares con flores y comida, dulces, tequila e imágenes de la misma muerte; nuestra compañera inseparable.
La muerte es parte de la vida. Una no existe sin la otra. El final de octubre y principio de noviembre es la época en la que el velo entre la vida y la muerte se vuelve delgado y los ecos de los que ya se fueron se siguen escuchando. Para muchos, la partida de un ser amado nos sigue doliendo porque nos negamos a dejar ir la memoria y el cariño.
Es una gran pena que estas culturas occidentales no nos enseñen que todo en la vida es impermanente, que todos vamos a morir. Si tan sólo lográramos entender esto, el proceso de muerte y despedida sería mucho más tranquilo de lo que es ahora.
Y es aun más doloroso ver cómo hay personas que jamás pueden salir adelante de la pérdida de un ser amado.
Viaje eterno
rocío al alba
reencuentro
Así que comparto con ustedes este pequeño ejercicio de meditación para sanar las heridas, dejar ir el pasado y seguir adelante.
Meditación de Día de Muertos
Preparativos
- Escoge un tiempo del día en el que nadie te moleste y puedas estar en silencio
- 1 vela pequeña
- Lee varias veces la meditación para que no tengas que interrumpir tu sesión a la mitad
Meditación
- Estira todo tu cuerpo, de la misma forma que lo haces después de despertar.
- Siéntate en una silla cómoda, con la espalda recta sin usar el respaldo. Si puedes sentarte en el suelo en flor de loto o seiza, adelante.
- Enciende la vela y apaga las luces.
- Cierra tus ojos y respira profundamente, varias veces. Trata de tranquilizar y relajar todo tu cuerpo. No avances al siguiente paso hasta que todos tus músculos estén relajados.
- Regresa tu respiración a ritmo normal.
- Piensa en la persona que se fue y que extrañas mucho.
- Date tiempo para recordar todos los buenos momentos, el aprendizaje, las risas y las lágrimas. Quédate en ese momento favorito, donde más disfrutaste su compañía.
- Esa persona te mira a los ojos por un largo momento.
- Con una voz tranquila y en calma te dice: «Muchas gracias por recordarme, eso me hace muy feliz. Tuve una vida llena de aprendizaje. Ahora estoy bien. No tengo hambre, ni frío, ni calor. Por favor mira la llama de esta vela. Es brillante y genera un calor muy agradable. Va a brillar por un largo rato y luego se apagará. Esta fue mi vida. Así es la vida.»
- Abre tus ojos y mira la vela.
- Di en voz alta. «Muchas gracias por tocar mi vida, aprendí mucho de ti. Es hora de que descanses y que los dos seamos libres para seguir adelante. Adiós. Adiós. Adiós.»
- Quédate en silencio observando la vela. Mira cómo se consume. Esa es nuestra vida. Esa es la naturaleza de las cosas. Todo se acaba, pero todo brilla y nos deja su calor.
Esta meditación la aprendí hace muchos años y es una experiencia muy poderosa. Si la sigues al pie de la letra y la repites varias veces durante esta temporada de muertos, te ayudará mucho.
Llorarás mucho al principio, pero la calma regresará y al final verás la vida con ojos frescos.
El objetivo primordial es que entiendas que todo termina y que entre más te aferres al recuerdo de alguien que murió, nunca cerrarás el ciclo y te causarás mucho daño. No serás libre para moverte a nuevas experiencias.
Suelta a esas personas que se fueron. Es hora de que escribas tu propia historia. Hoy es el tiempo en que debes hacer brillar tu propia luz y dar calor a los que te rodean.
Al igual que el año pasado, esta meditación está dedicada a mi abuela. Ella me enseñó a pintar y a disfrutar el arte. Me hizo lector irremediable y me mostró un mundo libre, crítico, donde todo es digno de análisis y renovación. Me enseñó que la pregunta más importante es ¿por qué?
No olvides comer pan de muerto con una GRAN taza de chocolate caliente.
Feliz Día de Muertos.
por Kyonin | Oct 8, 2012 | Meditación, Vida
No pienses que meditar es sólo para quien practica budismo o yoga. La meditación es una herramienta mental que es parte de tu cuerpo y no tiene costo alguno.
No debes ser un monje budista o un místico consumado para meditar. Cualquiera puede hacerlo en la oficina, el baño y hasta en la cocina. ¡Sólo requiere poner atención!
La ciencia ha encontrado beneficios genuinos de la meditación consciente, que van desde apoyo a la psicoterapia, adicción o cura del insomnio.
La práctica constante de los siguientes ejercicios simples puede ayudar a calmar la mente, el cuerpo y te ayudarán a soltar pensamientos auto destructivos.
1. Enfócate en la respiración
Entra de lleno a la experiencia de llenar tus pulmones de aire, proceso que comienza desde la nariz y va hasta los pulmones.
Siente cómo tu pecho se expande y tu abdomen se mueve. Siente el latir de tu corazón y visualiza cómo la sangre es llevada a cada rincón de tu cuerpo.
Continua poniendo atención, pero ahora al exhalar. Observa cómo el aire que sale de tu nariz se mezcla con el aire del mundo alrededor, hasta que tus pulmones se vacían y están listos para inhalar de nuevo.
Observar la respiración es una gran manera de conectarnos con el cuerpo y con el mundo que nos rodea, de una forma mucho más íntima.
2. Reconoce el dolor
Es normal que nuestra primera reacción al dolor sea de rechazo. Pero la meditación nos lleva hacia el dolor. Si hay dolor en alguna parte del cuerpo, centra tu atención en él.
¿Qué clase de dolor es? ¿Es largo, agudo o sólo es ligero?
Cuando nos acercamos al dolor de esta manera y lo aceptamos, nos volvemos uno con él.
Y cuando el dolor y nosotros somos uno, entonces ya no queda nadie para sentirlo.
3. Suelta la tensión
Ahora explora la parte del cuerpo que esté tensa. Revisa tus hombros, mandíbula y piernas. De forma consciente, suelta la tensión a la que te aferras.
Si permanece, mírala con toda la compasión que puedas. Entiende de dónde viene la tensión. Te aseguro que encontrarás orígenes que no imaginas.
4. Fluye
Cada vez que inhales, visualiza tu respiración yendo directamente hacia la parte con dolor. En cada exhalación, siente cómo el aire sale de esta parte, con toda tu atención.
Después, lleva tu atención hacia otras sensaciones; como la gravedad jalando tu peso hacia la tierra o el roce de tu ropa.
5. ¡No te des por vencido!
La única manera de hacer mal la meditación es no haciéndola. Aunque la encuentres extraña, aburrida o frustrante, la práctica es lo único que hará que obtengas los beneficios de sentarte a meditar.
Poco a poco dejarás de preocuparte por el futuro y de abrazar el pasado. Verás las cosas como realmente son.
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Imagen por Melaine Weidner http://listenforjoy.com
por Kyonin | Sep 21, 2012 | Budismo, Inspiración, Meditación, Zen
No puedes ni siquiera intercambiar un simple gas con la persona de a lado. Todos y cada uno de nosotros tiene que vivir su propia vida. No pierdas el tiempo pensando en quién será el mejor.
Los ojos no dicen: «Seguro, estamos un poco más abajo. Pero podemos ver».
Las cejas no responden: «Seguro, nosotras no podemos ver nada, pero estamos más arriba».
Vivir fuera del buddha-dharma significa satisfacer tus funciones por completo, sin saber que lo estás haciendo. Una montaña no sabe que es alta. El mar no sabe qué tan ancho y profundo es. Cada cosa del universo es lo que es, sin saberlo. El canto del ave y la risa de la flor aparecen de forma natural, independientes de la persona que está sentada meditando al pie del acantilado.
El ave no canta en honor de la persona en zazen. La flor no crece para sorprender a la persona con su belleza. De esa misma forma, la persona que está sentada en zazen no lo hace para obtener la iluminación. Todos los seres se percatan del yo, a través del yo, para el yo.
Religión significa vivir tu propia vida, completamente fresca y nueva, sin ser influenciado por nadie.
¡Oye! ¿Qué estás mirando? ¿No entiendes que estoy hablando de ti?
El imbécil no necesita sentirse apenado por ser imbécil. Los pies no tienen razón alguna para irse a la huelga por ser sólo pies. La cabeza no es lo más importante de todo, y el abdomen no necesita imaginarse que es el padre de todas las cosas.
Es extraño cómo la gente ve al presidente como si fuera una persona importante. La nariz no puede reemplazar a los ojos, y la boca no puede reemplazar a los oídos.
Todo tiene su propia identidad, misma que no puede ser ignorada por todo el universo.
Unos niños capturaron un ratón que ahora se retuerce en la trampa. Se divierten observando cómo el animal raspa con su nariz hasta sangrar y cómo se desgarra su cola. Al final lo arrojarán al gato para que se lo coma.
Si yo estuviera en el lugar del ratón, me diría: «¡Malditos humanos no se divertirán conmigo!». Y simplemente me sentaría en zazen.
Por Sawaki Kôdô Rôshi, de su libro Para ti
Traducido por Kyonin
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NdT: Este texto de Sawaki Roshi es un poco criptico y rudo, pero nos habla de que cada uno de nosotros es tan importante como el otro. Todos tenemos un lugar igual de fundamental en el universo. Pero no lo sabemos. Si nos sentamos a meditar, esa barrera de ignorancia se derrumbará y podremos ver la realidad como es: todos somos un solo ente. Todos somos el universo.
por Kyonin | Sep 3, 2012 | Budismo, Meditación, Vida, Zen
La espina dorsal del Soto Zen es sentarse y meditar. Esa es nuestra práctica suprema.
Al mismo tiempo los maestros animan al estudiante a leer todo el dharma posible, bajo la consigna de que la sabiduría de mil libros no igualan a un minuto de práctica en la vida real.
Contrario a lo que la gente podría pensar, el buddha-dharma no está sólo en los fragantes templos de tierras exóticas.
Está en todos lados. En el trabajo y escuela, en los drenajes, en el viento, en los fraudes presidenciales, en el tráfico de la ciudad, en las flores, en las papas fritas, en las lágrimas y en las sonrisas de todos nosotros.
El buddha-dharma está en cada molécula e instante que conforma la vida.
Por esta razón, creemos que la vida entera es nuestro templo. Aquí vivimos, trabajamos, practicamos con compañeros y aprendemos a deshacernos de nuestros apegos… al mismo tiempo que formamos parte de la civilización y somos productivos.
Con esto en mente, mi sangha (comunidad budista) celebrará el Ango, que es un tradicional evento de tres meses en el que estaremos dedicados a sentarnos en zazen, al estudio intenso de la vida y al buddha-dharma. Para más información, puedes leer el post del año pasado aquí.
En resumen, el Ango es un periodo en el que tendré que poner todo de mi parte para aprender y esforzarme más de lo habitual.
Hay muchas actividades programadas para los participantes, pero aquí menciono algunas:
- Meditación más intensa, por más tiempo, dos veces o más al día. Cada sesión es al menos de 40 minutos.
- Estudiaré el Shobogenzo, la obra principal de Master Dogen, el creador del budismo zen.
- Estudiaré The Mind of Clover, de Robert Aikien.
- Estudiaré The Book of Equanimity, colección de koans tradicionales del zen/ch’an
- Dedicaré parte de mis ingresos y tiempo a obras de caridad.
- Coseré a mano una kesa (ropa tradicional del zen que representa la vida y el buddha-dharma)
- Terminaré dos apegos fuertes en mi vida.
- Reafirmaré vivir bajo los Preceptos del Bodhisattva.
Al igual que el año pasado, todas estas actividades están diseñadas para probar mi paciencia y mis ganas de seguir en este camino.
Suena difícil, pero vale la pena cada segundo.
¡Deséame suerte!