Las emociones negativas son útiles y naturales para el desarrollo de nuestra vida. Gracias a ellas podemos distinguir el peligro, saber cuando alguien abusa de nosotros o cuando requerimos apoyo y cariño.
El problema es que en estos tiempos de conexiones inmediatas e individualidad, el culto al ego hace que estas emociones crezcan a niveles incontrolables. Nunca nos percatamos cuando la ira, la tristeza y los celos comienzan a tomar el control de nuestras acciones. Estamos enojados, con prisa o tristes de tiempo completo.
Esto hace que nuestras vidas se vuelvan grises, nos volvemos depresivos o agresivos y comenzamos a habitar un mundo donde todo nos ataca de forma personal. Pronto la salud comienza a gastarse, y cansamos a las personas que nos rodean, erosionando amistades y relaciones.
Solución
Cuando las emociones negativas nos dominan y comenzamos a ver que nuestra tranquilidad y salud están siendo destruidas, es tiempo de actuar antes de que el problema se vuelva inmanejable.
Creemos que existe un camino de vida más tranquilo y amable, en el que podemos aprender a dejar ir las emociones que no nos ayudan y a no caer en extremos pasionales. Así crecemos y construimos un mejor mundo para nosotros mismos y quienes nos rodean.
La ira, el rencor, la tristeza o los celos; todos ellos pueden ser reducidos a su mínima expresión.
Por eso creamos Heisei, taller de manejo de emociones.
Heisei es la palabra japonesa que significa compostura, calma, aplomo, serenidad y ecuanimidad.
Inscribirte a Heisei, te ayudará a:
Hacer de la meditación un hábito cotidiano para fortalecer tu estado de ánimo y reacciones.
Estar atento a tus estados ánimo para poder dejarlos ir antes de que te causes daño a ti o los demás.
Buscar espacios de silencio e introspección necesarias para el auto conocimiento.
Reconocer tu naturaleza humana para que funcione en equilibrio con tus valores.
Aprender a ver las cosas de forma abierta y sin caer en extremos.
Entender la raíz de muchos de estos sentimientos.
Mejorar tu salud en general.
¡Sonreír más y respirar con tranquilidad!
Cuando logramos ser uno con las emociones negativas, nos volvemos ecuánimes y más amables. No sólo te sentirás mejor, sino que la gente que te rodea se sentirá bien a tu lado.
Este es el último post sobre Día de Muertos en la Semana de la Impermanencia.
Como ya es tradición en Chocobuda, hoy comparto la Meditación de Día de Muertos. Es la versión 2016, corregida y con algunos nuevos comentarios. Espero te sea útil.
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La muerte es un tema que muchos optamos por ignorar. Tratamos de esconderla, de no ver y de ni siquiera imaginar cómo sería la vida cuando un ser amado muera. Nos aterra pensar en nuestra propia muerte y con toda arrogancia ignoramos que todo en la vida es impermanente.
Esto es sembrar la semilla del sufrimiento porque cuando nos enfrentamos a Catrina frente a frente, carecemos de los elementos para entender y para dejar ir. En cambio, nos clavamos flechas envenenadas en el corazón. Una tras otra tras otra; y no soltamos la memoria, los recuerdos y hasta disfrutamos mantener las heridas abiertas.
No es que debamos huir del dolor y tampoco se trata de olvidar a las personas que se fueron. También, no importa cuánto nos preparemos, la muerte siempre duele.
Lo que hace la diferencia es saber que somos nosotros los que podemos dejar ir los sentimientos que nos ahogan, para poder liberarnos.
A los seres amados que se van hay que recordarlos con gratitud, con respeto y sonrisas; para luego seguir la vida con el conocimiento de que su legado vive en nosotros.
No soy nadie para decir si existe algo después de la muerte. La verdad es que no lo sé.
Lo que sí puedo decir es que llevar en la espalda el peso del dolor de la muerte de alguien, es un cáncer que va devorando nuestra energía vital y la sonrisa. He conocido a personas que viven en pena y que no vuelven a ser felices por llevar el luto y la culpa clavados en el corazón.
Si hay una lección importante que nos enseña el budismo, es la impermanencia.
No importa cuánto nos esforcemos, cuánto dinero invirtamos y cuánto nos resistamos, la realidad es que todo muere.
Cuando comprendemos esto, la vida y la salud se convierten en el tesoro más grande. Nos da amplitud para saborear el momento actual, cada segundo que pasamos en este plano existencial.
México es un país con infinitas tradiciones y costumbres, pero si hay algo que nos da identidad nacional y que todos los mexicanos celebramos, es el Día de Muertos (2 de noviembre).
Esta fiesta se observa desde tiempos precolombinos y nos dice mucho del respeto (y miedo) que sentimos por la muerte. Por muchas ciudades y pueblos mexicanos se pueden ver altares con flores y comida, dulces, tequila e imágenes de la misma muerte; nuestra compañera inseparable.
La muerte es parte de la vida. Una no existe sin la otra y el final de octubre y principio de noviembre, es la época en la que el velo entre la vida y la muerte se vuelve delgado y los ecos de los que ya se fueron regresan. Y en la mayoría de los casos su partida sigue doliendo porque simplemente nos negamos a dejar ir la memoria y el cariño.
Es una gran pena que estas culturas occidentales no nos enseñen que todo en la vida es impermanente, que todos vamos a morir. Si tan sólo lográramos entender esto, el proceso de muerte y despedida sería mucho más tranquilo de lo que es ahora.
Y es aun más doloroso ver cómo hay personas que jamás pueden salir adelante de la pérdida de un ser amado.
Viaje eterno
rocío al alba
reencuentro
Así que dejo este pequeño ejercicio de meditación para sanar las heridas, dejar ir el pasado y seguir adelante.
Meditación de Día de Muertos
Preparativos
Lee varias veces la meditación para que no interrumpas tu sesión
Escoge un tiempo del día en el que nadie te moleste y puedas estar en silencio.
1 vela pequeña
Tu incienso favorito
Meditación
Estira todo tu cuerpo.
Siéntate en una silla cómoda, con la espalda recta sin recargarla en el respaldo. Si puedes sentarte en el suelo en flor de loto o seiza, adelante.
Enciende la vela y apaga las luces.
Cierra tus ojos y respira profundamente, varias veces. Trata de tranquilizar y relajar todo tu cuerpo. No avances al siguiente paso hasta que todos tus músculos estén relajados.
Regresa tu respiración a ritmo normal.
Piensa en la persona que se fue y que extrañas mucho.
Recuerda todos los buenos momentos, el aprendizaje, las risas y las lágrimas. Quédate en ese momento favorito, donde más disfrutaste su compañía. No hay prisa.
Esa persona te mira a los ojos por un largo momento.
Con una voz tranquila y en calma te dice: «Muchas gracias por recordarme, eso me hace muy feliz. Tuve una vida llena de aprendizaje. Ahora estoy bien. No tengo hambre, frío ni calor. Por favor mira la llama de esta vela. Es brillante y genera un calor muy agradable. Va a brillar por un largo rato y luego se apagará. Esta fue mi vida. Así es la vida.»
Abre tus ojos y mira la vela.
Di en voz alta. «Muchas gracias por tocar mi vida, aprendí mucho de ti. Es hora de que descanses y que los dos seamos libres para seguir adelante. Adiós. Adiós. Adiós.»
Quédate en silencio observando la vela. Mira cómo se consume. Esa es nuestra vida. Esa es la naturaleza de las cosas. Todo se acaba, pero todo brilla y nos deja su calor.
Esta meditación la aprendí hace muchos años y es una experiencia muy poderosa. Si la sigues al pie de la letra y la repites varias veces durante esta temporada de muertos, te ayudará mucho a dejar ir.
El objetivo primordial es que entiendas que todo termina y que entre más te aferres al recuerdo de alguien que murió, nunca cerrarás el ciclo y te causarás mucho daño. No serás libre para moverte a nuevas experiencias en tu vida.
Suelta a esas personas que se fueron. Es tiempo para que tú escribas tu propia historia. Hoy es el tiempo en que debes hacer brillar tu propia luz y dar calor a los que te rodean.
Este año dedico mis esfuerzos y esta meditación a todos los seres vivos que están sufriendo por enfermedad y enfrentando la muerte. Que la Luz Dorada de Todo Lo Que Es nos una en compasión y ayuda mutua.
Feliz Día de Muertos.
Gracias por haber estado en la Semana de la Impermanencia. ¿Te gustaría que regresara el año próximo? ¡Deja un comentario!
Así como hay acciones claras para aumentar tu creatividad, también hay una ruta segura para destrozarla. Y parece que muchos seguimos ese camino, pues la concentración y las musas tardan cada día más en llegar.
Mala alimentación, apegarnos a las opiniones y vivir para cumplir caprichos; son algunas de las conductas que nos vuelven personas feas y ancladas a nuestro ego.
Hoy comparto estas cinco acciones para arruinar la creatividad. Son fáciles de seguir y tienen toda la intención de ser psicología inversa… y con algo de humor.
El martes 3 de agosto tuvimos un buen Chocoscopio sobre cómo mantener la creatividad y la inspiración. A veces es necesario entender que ambas no dependen del ego, sino de la constancia y la disciplina.
Ser creativo no significa ser desparpajado o abusar del cuerpo. Crear requiere entrenamiento y dedicación. Todo ello se puede lograr cuando tenemos la mente en paz. Y para ello contamos con la mejor herramienta del mundo: la meditación.
En esta transmisión nuestro CEO, El Tamal, estuvo dormido. Así que esperamos que aparezca a cuadro la próxima.
La hoja en blanco, cuerdas sin tocar, lienzo vacío, teclado en silencio. Todos estos demonios modernos llegan a cobrar nuestra tranquilidad cuando la mente creativa se topa contra la pared.
¿Cómo mantenerse creativo? ¿Cómo resolver problemas que parecen imposibles? ¿Cómo conservar la ecuanimidad en momentos de alto estrés?
Ser creativo no solo es cuestión de talento, sino de entrenamiento y práctica. En este Chocoscopio revisaremos algunas técnicas que nos permitirán ser creativos en todo momento… siempre y cuando convirtamos el placer en disciplina. Sí, la disciplina no es mala.
Martes 2 de agosto de 2016
CDMX 4:00 PM / Buenos Aires 7:00 PM / Caracas 5:30 PM / Madrid 11:00 PM
Si no alcanzas a conectarte para la transmisión en vivo, el video de la charla será publicado al día siguiente.
Si lo que escribo te es útil y te gusta, ¿por qué no invitarme un café? Gracias.
Sobre mi
¡Hola! Soy Kyonin, monje y maestro budista de la tradición Soto Zen. Formo parte de Grupo Zen Ryokan. Comparto la sabiduría eterna del Buda para ayudar a encontrar la paz interior y la liberación del sufrimiento. Juntos vamos en camino hacia la compasión.
En días de lluvia
la melancolía invade
al monje Ryokan
-Haiku de Ryokan Taigu Roshi