por Kyonin | Mar 25, 2015 | Creatividad, Eventos, Meditación, Mindfulness, Productividad, Vida
En tiempos donde los retos creativos son cada vez más demandantes y las presiones del trabajo pueden costarnos la salud, es necesario hacer una pequeña pausa, respirar y reunir fuerzas para seguir adelante.
Por esta razón Adobe y video2brain han organizado el Webinar #TodosSomosCreativos en donde exploraremos las alternativas que hay para aumentar la calidad de vida y productividad del creativo.
Yo, Chocobuda, estaré a cargo de hablar sobre la importancia de la práctica del mindfulness para las personas que exploran y viven su creatividad día a día.
El evento es gratuito y puedes participar desde donde quiera que estés.
Para inscribirte, haz clic aquí.
¡Acompáñanos! Estoy seguro lo encontrarás de utilidad.
Toda la información:
¿Sabes cómo despertar tu creatividad? Hasta la fecha os hemos enseñado cómo aprovechar al máximo las herramientas que nos ofrece el diferente «Software Creativo». Pero ¿Qué ocurre cuando se trata de afrontar un proyecto frente a un folio en blanco? Necesitamos conocer y potenciar aquellas tareas cotidianas que nos ayudan a inspirarnos así como conocer cuáles son los límites de nuestro cuerpo para intentar no forzarlos y obtener así siempre el mayor rendimiento de nuestro potencial creativo.
Para este webinar contamos con 3 ponentes internacionales.
Nuestra simpática Mariana Cabral (@MarianaCabralMX) experta en la suite de Adobe Creative Cloud nos mostrará los mejores tips creativos para desarrollar nuestra creatividad junto con los diferentes programas Adobe.
Por primera vez te traemos a un monje Zen en entrenamiento. Kyonin (@ChocoBuda) quien nos hablará de meditación y buenas prácticas para creativos. Aprenderemos a limpiar nuestra aura y dejar relucir nuestro espíritu creativo.
Y como habitual, nuestro rebelde Adobe community professional Rafael Tuduri (@Conecta) Profesor y adicto al Social Media quien nos mostrará los mejores secretos a la hora de generar contenido para las redes sociales y conseguir así mayor interactividad por parte de nuestros followers.
Martes 31 de marzo
México / Honduras / El Salvador / Guatemala / Costa Rica / Nicaragua 8:00pm
Colombia /Ecuador / Perú / Panamá / Cuba 9:00pm
Venezuela 9: 30 pm
Dominicana / Puerto Rico 10:00pmChile / Paraguay / Argentina 11:00 pm
Miércoles 1 de Abril
Uruguay 12:00 am
España 3:00 am
por Kyonin | Mar 23, 2015 | Budismo, Meditación, Mindfulness, Vida, Zen
En el campo de estudio de la creatividad me he encontrado con miles de artículos, libros, podcasts y blogs que hablan de cómo fomentar la creatividad. Y claro, yo me declaro cómplice de ello. Como creativo siempre estoy buscando cómo mejorar mis textos, poemas, diseños y hasta recetas de cocina. Me gusta compartir lo que aprendo.
Como he mencionado antes, ser creativo es un aspecto más de la experiencia humana y una necesidad que semeja un músculo: hay que ejercitarla para fortalecerla.
Al igual que los músculos cuando no se les cuida, es fácil destruirlos tan sólo con permanecer demasiado tiempo sentado en la oficina. La creatividad necesita ser procurada día a día para mantenerla funcionando bien.
Aunque lo sabemos y está documentado por todos lados, siempre caemos en trampas que comprometen nuestras ideas. Así es como comenzamos a estancarnos y dejamos de fluir con la vida. Nos volvemos apáticos, poco productivos y poco amables para con los demás.
En mi experiencia, estos son algunos puntos importantes que destrozan la creatividad.
1. Cultiva el ego
El asesinato de tu creatividad comienza cuando crees que lo sabes todo. Muchas veces en el medio de las comunicaciones se escucha la frase «Hay que educar al cliente».
Es posible que sean las palabras más ciegas y ególatras entre los diseñadores, comunicadores y directores de arte. No señores, no se educa a nadie que no sean ustedes mismos. Se trabaja con humildad y con la mente abierta a escuchar las necesidades de los demás, sea cliente o no.
La creatividad muere al asumir que somos mejores que los demás y que nuestras ideas cambiarán al mundo. Nuestras ideas son tan solo ilusiones que podrían… PODRÍAN… impactar la calidad de vida de alguien más. Pero si no pensamos en el beneficio de otros, las ideas que propongamos afectarán de forma negativa o no serán trascendentes.
2. No te actualices
Una vez que el ego está hinchado, es muy fácil asumir que poseemos el conocimiento último del universo y que la humanidad ha detenido su progreso. Así que no tiene sentido actualizarse, ¿correcto?
Nada mejor para matar la creatividad que pensar que el mundo seguirá igual que cuando estábamos en la escuela. Para una mente cerrada la tecnología no avanza, la música de otros tiempos es lo único que se debe escuchar y los jóvenes apestan.
Dejar de actualizarnos nos lleva a la ignorancia, la cual sale mucho más cara de lo que imaginamos. Como ejemplo puedo mencionar a un empresario que llevó su negocio a la tumba debido a que se negó a usar el email como herramienta y se quedó pegado al fax. ¡Al fax! ¿Qué pasó? Su competencia podía entregar propuestas de negocio de forma mucho más rápida y eficaz, mientras él veía cómo sus clientes lo abandonaban uno a uno.
3. Protege tus creencias y opiniones
Una falacia en la que caemos de forma recurrente es asumir que nuestra opinión equivale a la realidad. Entonces protegemos nuestras opiniones a capa y espada, para detestar a quien no piensa como nosotros. Catalogamos a la gente en función a qué tanto no adopta nuestras ideas.
Esto es peligroso porque genera enemistad, odio e infelicidad para todos; además de que hará el flujo de ideas mucho más difícil.
Al casarnos con nuestras creencias y opiniones, dejamos de cuestionar y de innovar.
4. Jamás investigues
Arriba dije, y lo repito porque es importante, que la ignorancia es muy cara en todos los sentidos.
Dejar de investigar nos cierra la mente al universo de conocimiento que el universo genera a cada segundo. No es que debamos saberlo todo, pero sí hay que considerar que alguien más inteligente que nosotros resolvió un problema de una manera más eficiente.
Tener la humildad para reconocer lo ignorantes que somos nos hará seguir investigando y experimentando. Ergo, la creatividad fluirá.
5. Nunca medites o practiques mindfulness
No, la meditación no es una actividad para hippies o fans del yoga. Meditar es una herramienta que nos mantiene los pies en la tierra, controla el ego, ayuda a dejar ir los apegos y (lo más importante) nos hace conscientes del momento presente.
¿Quieres que tu productividad nunca mejore? ¿Quieres seguir siendo poco creativo? ¿Quieres que el estrés de la vida te coma la salud? Entonces ve la televisión o pierde el tiempo el Facebook. Al fin y al cabo la meditación no es para ti.
Bonus: 6. Engánchate en la urgencia de otros
Las urgencias solo son urgentes cuando la vida de otro ser vivo pende de un hilo. Entonces hay que hacer lo posible por salvarlo.
En cualquier otro caso, las urgencias sólo son el resultado del ego de los demás, de su despliegue de poder o de su pobre planeación… o todo junto.
Si te enganchas en las prisas de otros, tu creatividad se congelará y tus ideas tendrán margen de error enorme.
Siempre es mejor conservar la calma y respirar. Se puede trabajar a buena velocidad y entregar sin participar en el viaje de ego de otros. Para saber cómo lograrlo tenemos el mindfulness de nuestro lado.
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¿Te has topado con otras formas de destruir tu creatividad? ¡Compártelas!
Si te interesa ser más creativo, estudiar mejor y producir mejores ideas, ven a Omoi, taller de mindfulness para creativos.
por Kyonin | Mar 17, 2015 | Budismo, Creatividad, Meditación, Mindfulness, Productividad, Vida
Sin importar en qué trabajemos o qué estudiemos, siempre nos topamos problemas que necesitamos resolver. Hay ocasiones en que las cosas tienen solución fácil e intuitiva, pero en muchas otras vemos necesario recurrir a la creatividad, especialmente si el reto es algo con lo que no habíamos lidiado antes.
Menciono esto porque muchas personas creen que alguien creativo es quien trabaja como artista, diseñador o se dedica a la publicidad. No hay nada más lejos de la verdad que eso.
Una persona creativa es quien decide tomar los retos con mente fresca y se atreve a salir de su área de comodidad para proponer soluciones nuevas.
Esto es bien sabio por directores de empresas en todo el mundo, como Virgin o Google, en donde se premia a los empleados que proponen ideas para mejorar la producción o las condiciones de trabajo de sus compañeros.
A nivel personal todo el tiempo estamos proponiendo ideas creativas para nosotros mismos. Hay quien piensa en una nueva forma de afeitarse, quien inventa un nuevo sistema para pintar las paredes o quien mejora la receta de la abuela.
Si todos somos creativos la mayor parte del tiempo, ¿entonces porqué nos congelamos cuando se nos pide que lo seamos? ¿Por qué pensamos que sólo los artistas pueden ser creativos? Porque nunca pensamos que la creatividad se usa para todos los campos de nuestra vida, y no damos crédito a nuestra propia inventiva porque comparamos nuestros resultados con los de los profesionales.
A nuestro alcance, todos somos creativos. Y aunque lo neguemos, todos disfrutamos resolver problemas. Está en nuestro código genético.
Hay ocasiones en que la creatividad fluye de manera natural e inesperada. Otras veces hay que empujar un poco para que las ideas lleguen.
A lo largo de mi vida creativa (es decir, toda ella), he puesto en práctica estas 10 acciones que promueven el flujo de ideas y que me ponen en buena actitud para resolver problemas. Espero te funcionen también.
1. Practica Mindfulness
Esta es la práctica base para mantener la mente fresca y libre de las ataduras que son las opiniones. He encontrado que entre más arraigada es una opinión, menos libres somos para crear. Los clásicos argumentos de «es que es mi estilo» o «yo siempre he sido así», generan más problemas que soluciones. El mindfulness termina con ellos y nos pone en buen camino para que las ideas fluyan.
2. Escucha música distinta
Estar abiertos a todo tipo de música y disfrutar todo tipo de géneros del mundo es por demás enriquecedor. Promueve la cultura y nos mantiene la mente abierta para aceptar todo tipo de ideas.
3. Lee
Ya sé que todo mundo quiere que leas. Yo también. Leer novela y cuento hace que la imaginación vuele y se ejercite. Esto resulta en más y mejores ideas.
4. Cuida tu alimentación
Nunca podré decir suficiente sobre nutrición. Si alimento es de buena calidad, tus ideas serán más fluidas y cada vez mejores. Enfocarte te será mucho más fácil, haciéndote mucho más fácil encontrar soluciones.
5. Practica gratitud
Un problema clásico de las personas creativas es que cuando resolvemos algo de buena forma, el ego nos convierte en un pavo real enorme que va presumiendo el plumaje, buscando reconocimiento. Es importante cancelar esto porque nos hace perder humildad y nos cierra ante el hecho de que una buena idea no significa un camino creativo para siempre. Al practicar gratitud estamos reconociendo que somos un engrane más de un sistema más complejo de lo que imaginamos. Esto nos regresa a la tierra para seguir trabajando.
Estas acciones me han sido siempre útiles. ¿Tienes otra fuente de creatividad que quieras compartir?
Si necesitas saber cómo usar mindfulness para tu vida creativa, te invito a Omoi, el taller de mindfulness para personas creativas.
por Kyonin | Mar 10, 2015 | Budismo, Creatividad, Inspiración, Mindfulness, Vida
Esta mañana durante mi zazen tuve un momento de claridad, o como decimos en México, me cayó el veinte sobre la belleza y cómo la hemos pisoteado en nuestra intensa búsqueda por cumplir metas, mantener el poder y comprar basura que no necesitamos.
Al vivir en el eterno ciclo capitalista de trabajar-comprar-dormir, perdimos la sensibilidad para apreciar la belleza de la vida. En lugar de la sencillez y la elegancia, optamos por tener más de lo que sea para mantener la obsesión por poseer.
Pagamos por tener el nuevo iLo-que-sea de Apple (o de cualquier marca, para el caso), que terminará apilado junto a todos los demás productos inútiles con diseño industrial placentero.
Pero lo que nadie nos dice es que tener demasiado de todo no nos hace más felices, sino que nos deja vacíos y secos para apreciar la realidad por lo que es. Aun más allá, este atasque por comprarlo todo y por controlarlo todo, nos ha vuelto más tontos.
Y es que admirar la belleza no requiere invertir dinero ni poseer nada, sino que es un esfuerzo mental al que ya no estamos acostumbrados y lo rechazamos categóricamente.
Mirar el amanecer, ir al museo, apreciar una pintura, disfrutar del silencio, escuchar música no popular; todas son actividades que requieren callar el pensamiento para poner atención a lo que se tiene en frente.
La realidad misma es mágica.
No necesitas comprar nada para sentir la elegante paz de la meditación zen cuando sólo miras la pared por 20 minutos.
Tampoco hay que tener 15 parejas al mismo tiempo para ver la sincronía con la que se mueve el mundo que nos rodea.
No es requerimiento el ser político destacado para rendirse ante la majestuosidad de Magritte. De hecho, nunca conocí político que disfrutara del arte.
Al contrario. Ahora escuchamos reguetón y pintamos las paredes. Destruímos. Extinguimos especies completas. Violamos culturas completas para quitarles oro u otros recursos materiales.
Cambiamos nuestro voto por un premio instantáneo, opacando la nobleza y futuro de toda una nación.
Cada vez que optamos por la fealdad, estamos renunciando a la razón y a la creatividad. Nos hemos vuelto criaturas feas en tantos sentidos, que cuesta trabajo entenderlo.
Pero al mismo tiempo… pero al mismo tiempo, aun dentro de todo este ambiente humano que ensucia la naturaleza, hay destellos de que lo hermoso vive dentro de nosotros.
Por cada 100 grafiteros, hay un pintor que es libre y vuela hacia el cosmos con sus pinceles.
Por 1000 grupos norteños o reguetoneros, hay un joven componiendo jazz o cantando ópera.
Por un millón de compradores compulsivos en fiestas navideñas, hay un padre que lleva a su hijo al museo y le explica de dónde vienen sus raíces y por qué debe estar orgulloso de ser humano.
El arte, el silencio y la elegancia viven en la simpleza de cada amanecer.
La creatividad se asoma de entre el lodo, como flor de loto.
Es cuestión de callar la mente y ver la realidad en silencio.
¿Qué ves?
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Si quieres saber más sobre cómo callar la mente para que tu creatividad florezca, ven a Omoi, el taller de mindfulness para creativos.
por Kyonin | Mar 4, 2015 | Budismo, Meditación, Mindfulness, Productividad, Vida
Luego de más de 3,000 años de tradición asiática y de innumerables tomos sobre el meditar, me llama mucho la atención cómo la cultura occidental está descubriendo las maravillas de la práctica del mindfulness.
A pesar de vivir en un mundo que nos exige resultados y títulos rimbombantes, poco a poco vamos re-descubriendo que prestar atención en silencio al presente tiene más beneficios de los que podemos siquiera imaginar. Estudio tras estudio, la ciencia confirma que el mindfulness no sólo es necesario, sino que debe formar parte importante de nuestra vida.
Sin embargo el simple hecho de apagar el móvil o dejar de lado Facebook para estar en silencio por 1 minuto nos produce angustia. Nos negamos ante la espantosa posibilidad de enfrentarnos a nuestros propios pensamientos, además de que esta cultura nos ha orillado a rechazar el aburrimiento para mantenernos entretenidos con cosas irrelevantes que no requieren esfuerzo mental.
Cuando alguien se decide a probar las aguas de la meditación, siempre hay dejos de duda y de miedo. ¿Podré con esto? ¿Será tan bueno? ¿Me veré ridículo? ¿Será fácil? ¿Será del demonio? Esto es normal porque el mindfulness se ha hecho de muy mala reputación gracias a nuestros amigos del new age, que presentan el meditar como una actividad espiritual y de contacto paranormal con todo tipo de arquetipos imaginarios.
Alguna vez alguien muy clavado en el new age me aseguró que meditar le daba el poder de resucitar animales muertos.
Esto es falso. El mindfulness es una disciplina abierta, libre y natural para cualquier persona. No tiene nada de mágico, sino al contrario; es una práctica que nos pone los pies en la tierra y nos hace vivir la realidad sin basura mental.
Seguro, es posible tomar la meditación como un sistema espiritual y de crecimiento, en que se pueden alcanzar niveles muy profundos.
Pero el punto es que a nivel pragmático y cotidiano, el mindfulness nos regala más de lo que esperamos.
Aquí una lista de 10 beneficios personales contundentes que llegan después de meditar por al menos 6 semanas:
1. Reduce el estrés. Al relajar los músculos y enfocar la atención a una sola cosa, se reducen los niveles de cortisol en el cerebro.
2. Mejora la salud en general. Al entrar en mindfulness por al menos 20 minutos, se reduce el ritmo cardiaco y los niveles de inflamación del cuerpo.
3. Incrementa la capacidad de aprendizaje y estudio. Debido a que la práctica de meditación requiere entrenar la mente a fijar la atención en una sola cosa, nos es mucho más fácil mantener la concentración a la hora de aprender. Esto es de valor supremo para estudiantes.
4. Ayuda a aceptar la realidad. Cuando la realidad nos da con todo, meditar nos ayuda a entender las cosas sin crear expectativas falsa y sin sufrir. Esto se llama aceptación, lo cual nos da bases sólidas para salir adelante y sin dramas.
5. Nos hace conscientes del momento actual. Al ser humano le gusta mucho perderse en recuerdos o en planes del futuro. Esto es antiproductivo porque perdemos tiempo y dejamos de prestar atención a lo que hacemos.
6. Nos vuelve más productivos. Vivir en mindfulness nos pone los pies en la tierra y nos da enfoque para terminar nuestras actividades sin distracción.
7. Termina con la depresión. Meditar diario nos ayuda a dejar ir las cosas que nos lastiman y nos conecta con el mundo como es. Así la depresión se desgasta poco a poco hasta desaparecer.
8. Termina con el insomnio. El meditador duerme mejor porque entrena el cerebro a bajar la actividad cerebral bajo demanda.
9. Nos vuelve más creativos. La práctica del mindfulness hace que la creatividad fluya libre porque reduce el ego y las cadenas de nuestras opiniones. Así nos vuelve libres para solucionar problemas de manera más eficiente.
10. ¡Es la puerta a la felicidad! Con todos estos beneficios juntos, el meditar hace que el drama se vaya, el ego se deslava, somos más compasivos, sanos y mucho más productivos.
Con todos estos beneficios, ¿aún te resistes a practicar mindfulness?
—Si te interesa saber más, te invito a Omoi, el taller de mindulness para creativos. ¡Inicia pronto y hay pocos lugares!
por Kyonin | Feb 26, 2015 | Creatividad, Meditación, Mindfulness, Productividad, Vida
—Mamá, ¿porqué no intentas agregar un poco de vinagre a la sopa? Con una cucharada es suficiente. Yo lo he hecho y mejora el sabor, además de que extrae más minerales de los ingredientes.
—No. Así siempre la hemos hecho en la familia. Tu abuela no era tonta.
He escuchado discusiones de este tipo muchas veces a lo largo de mi vida, en diferentes familias.
En cuestión de aprendizaje, la experiencia de crecer en este mundo es peculiar, por decir lo menos.
Nacemos, vamos a la escuela, aprendemos todo lo que se necesita y poco a poco vamos experimentando cómo se resuelven los problemas de la vida.
Probamos un método o sistema, y si funciona, lo adoptamos para el resto de nuestros días. Quizá con algo de tiempo podemos modificar lo aprendido para ser más eficientes pero, ¿cuántos de nosotros estamos realmente interesados en cambiar los sistemas aprendidos?
La triste realidad es que muy pocas personas están dispuestas a salir de la comodidad para modificar lo que ya funciona. ¿Para qué esforzarse?
Uno de los factores que más disfruto de la vida es la asombrosa capacidad que tenemos para cambiar el medio ambiente. De hecho, uno de los motores más grandes para el crecimiento humano es la incomodidad.
Si hay algo que no nos gusta, luchamos por cambiarlo a como de lugar. Pero cuando las cosas ya están bien, regresamos a la comodidad y la búsqueda termina.
ACLARO: No tiene nada de malo aceptar las cosas como son. La aceptación es un valor budista importantísimo y necesitamos cultivarlo diario. Ésto no significa que debamos rendirnos y esperar la muerte. No. Se trata de reconocer el estado actual de las cosas y usarlo como cimiento para construir una mejorar vida para el beneficio propio y de las personas que nos rodean.
Y aquí es donde entra el impulso creativo humano.
La creatividad es la habilidad de buscar soluciones inteligentes e innovadoras para un problema dado.
Ya sea un proyecto artístico, matemático, culinario o de placer, la creatividad es una expresión natural para nosotros.
Claro que esto todo mundo lo sabe. Admiramos a las personas creativas y todo el tiempo estamos consumiendo ideas que producen otros.
Si es tan importante y tan humana, ¿entonces porqué evitamos ser creativos?
Por ego.
El ego, siempre gordo y amante de la comodidad, es el que nos impulsa a sentarnos quietos sin cambiar las cosas. Es el que nos hace sentir bien con lo establecido y evita todo tipo de esfuerzo para mejorar. Si no ponemos atención al ego y lo controlamos, nos volvemos apáticos y veremos a los creativos como enemigos.
La apatía es una fuerza negativa devastadora porque mata la creatividad; lo cual nos estanca y corta todo tipo de crecimiento personal.
¿Cómo hacer que fluya la creatividad? Existen muchos métodos, pero comparto sólo algunos que me han funcionado:
- Practicar Mindfulness diario (meditación no necesariamente budista)
- Preguntar siempre: ¿hay una mejor manera de hacerlo?
- Imaginar. Sí, imaginar una historia de cómo un super héroe resolvería el problema es divertido, pero también destapa los jugos creativos del cerebro.
- ¡Experimentar sin miedo!
El último punto será explicado con más detalle en próximos posts. Gracias a que perdí el miedo a la experimentación he hecho cambios importantes en cosas tan simples como afeitarme mejor. Suena tonto, pero ésto me ha generado ahorro y piel sin cicatrices.
¿Cómo aplicas la creatividad a tu vida cotidiana?
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