por Kyonin | May 7, 2015 | Budismo, Retos, Vida, Zen
El ser humano está lleno de regalos y milagros que ha decidido ignorar porque siente que el universo le debe algo. Está seguro de que se merece todo lo que tiene tan sólo por haber nacido. Por supuesto es un error que no discutiré en este post, pero sí me centraré en uno de los regalos más maravillosos al que nunca ponemos la atención debida: el lenguaje.
Por el simple hecho de haber nacido en esta especie, tenemos el hardware adecuado para que nos podamos comunicar. Aprendemos el lenguaje y códigos de nuestros padres y comenzamos a relacionarnos con el universo a través de la palabra. Hablamos, leemos, escribimos y vamos construyendo la personalidad de acuerdo a cómo entendemos nuestro idioma. Incluso hay personas que reciben doble o triple regalo porque tienen acceso a hablar más idiomas.
Nuestra relación íntima con la lengua es la que forma nexos con quienes nos rodean, pero también forma nuestra personalidad.
El uso de la palabra YO en las lenguas romances es muy pesado, a diferencia de varias lenguas asiáticas (japonés, cantonés, malayo, tailandés) en donde hay más relevancia a conceptos como NOSOTROS, TODOS y TODO. O simplemente el YO se usa de forma circunstancial y no como sujeto de todas las frases.
El español está lleno de YO por todos lados. ¿Has puesto atención a cómo te relacionas con el universo? ¿Te has escuchado hablar?
Todo el tiempo usamos la palabra YO en todas sus variantes: mi, me, mío. También conjugamos los verbos en relación a cómo afectan nuestra vida: como, hice, haré, amo, odio.
Nada de malo en usar YO como parte de nuestra lengua, claro. Lo necesitamos para expresarnos. Pero cuando toda nuestra cultura está centrada en YO y olvidamos TODO y NOSOTROS, es cuando estamos en problemas.
Cultivar el ego como lo hemos hecho produce prácticamente todos nuestros problemas. Si existe un concepto de YO, entonces surge el concepto de ELLOS, ESO, AQUEL. Es grave porque genera una mente divisoria que se centra en las diferencias entre YO y NO-YO.
Así, lo que está fuera de mi no me concierne. Lo que no soy yo, puedo ignorarlo. Lo que no me pertenece, lo puedo odiar. Lo que es diferente a mi, lo puedo usar y lo puedo odiar.
Te propongo este ejercicio. En un papel escribe 3 cosas que hiciste hoy en la mañana.
Tu lista quedaría muy parecida a la mía:
- Me desperté
- Bebí agua
- Preparé café
Ahora escribe la misma lista sin usar YO. Sí, sé que es difícil, pero esfuérzate un poco. Podría quedar algo como esto:
- Despertó
- Bebió agua
- Preparó café
Sí, sé que parece extraño, pero este ejercicio te dará idea de lo mucho que está gravado el YO en nuestra relación con el universo.
S.S. Dalai Lama dijo en un discurso que «el culto al ego genera confusión e ignorancia porque promueve el apego a nosotros mismos». Y tiene toda la razón. Entre más nos centramos en nosotros mismos, perdemos la perspectiva de que existen otros seres vivos a quienes les debemos nuestro lugar en el espacio. Peor aún, dejamos de cuidarlos y de atender sus necesidades por seguir mirándonos al espejo.
En el mismo discurso, S.S. menciona un estudio hecho en Nueva York donde se descubrió que las personas que basan su habla en términos auto-referenciales son más propensos a tener problemas de salud y muerte temprana. No es de sorprender puesto que al estar centrados en ellos mismos, sufrían más por sus propios apegos y aversiones; lo cual genera tensión y depresión.
Entonces el Reto número 4 del Chocobuda es:
Elimina el YO de tu habla por 1 día
¿Cómo? Poniendo atención a tus pensamientos y a tus palabras. Aquí una lista de ejemplos y su cambio por una frase no auto-referencial:
Tengo hambre > Hay hambre
Estoy muy ocupado > Hay cosas que hacer
Te amo > Existe el amor
Me duele > Hay dolor
Tengo frío > Hace frío
Cuando ponemos la palabra YO en las situaciones de la vida, estamos asumiendo que somos los dueños de las cosas y del universo. No eres dueño del frío y no eres el único con frío en el universo. No tienes patente sobre el hambre humana, el hambre aplica y es una necesidad de todos los seres vivos.
¿Qué se logra con este ejercicio?
- Poner atención al presente porque estarás atento a tu mente y habla (eso es un WIN por sí mismo)
- Ver lo ególatras que somos
- Entender que lo que nos afecta a nosotros también afecta a los demás
- Por ende, se comienza a construir empatía con los seres vivos
- Al no centrarte en ti, los apegos se vuelven pasajeros y se minimizan
- La tristeza y la soledad se van porque dejas de enfocarte en tu propio trasero
Inténtalo por 1 día. Te aseguro que aprenderás mucho de ti.
Y su puedes, repite el reto muchas veces y notarás beneficios maravillosos.
Por supuesto, te invito a compartir tu experiencia en los comentarios.
por Kyonin | Ene 22, 2015 | Budismo, Compasión, Gratitud, Retos, Vida, Zen
Como mencioné en el post anterior, hace unos meses encontré la pieza que me hacía falta para poder entender hasta la médula el concepto de compasión.
No podemos sentir o practicar compasión por los demás, sin antes entender y practicar Gratitud. Sin duda todos sabemos decir gracias, pero por desgracia es una palabra vacía y que se dice más por costumbre.
Pocos entienden el verdadero significado y, peor aún, pocos toman la gratitud como práctica diaria.
Así que como buen nerd (ñoño, friki) que soy, decidí investigar a profundidad.
Gratitud es el sentimiento y acción de reconocer que hemos recibido un beneficio de forma altruista, sorpresiva y sin ánimo de ser pagada.
Recientemente la psicología tomó la gratitud en serio y la comenzó a estudiar a partir del año 2,000. Pero las filosofías del mundo y las religiones han basado su práctica en el agradecimiento, desde hace milentios. No importa si es islam, cristianismo o budismo, casi todas las doctrinas incorporan al gratitud como valor importante.
Y no es de sorprender. Practicar gratitud tiene tantos beneficios que necesitaría una serie de muchos posts al respecto.
Simplemente se siente muy bien.
En mi tonta opinión, para poder conocer Gratitud (con G mayúscula) se necesita reconocer todas las bendiciones que tenemos y que decidimos olvidar por enfocarnos en nuestro ego. Debemos reconocer el esfuerzo que existe detrás de nuestras casas, bolígrafos o electricidad. Alguien puso su vida en ellos para que nosotros disfrutemos lo que tenemos en la cotidianidad. Sin duda ellos recibieron un sueldo, así como nosotros recibimos el nuestro por lo que hacemos, pero el trabajo, la energía vital y el sudor no pueden ser borrados. Pensar que alguien recibe un sueldo por lo que hace no destruye la labor que pone en las cosas que nos brinda.
Estos regalos crean una conexión personal que ignoramos si no practicamos Gratitud.
Todo lo que existe en el Universo está interconectado y nos debemos nuestra mutua existencia.
Vivimos, progresamos y lloramos gracias a un sinnúmero de vidas y esfuerzos del pasado y el presente.
Si esa criatura acuática no hubiera dejado las aguas para caminar sobre la tierra, hace millones de años, simplemente no estaríamos leyendo esto. Si la Tierra no hubiera tenido un pasado tan violento y lleno de cambios, y si no estuviera donde está, no existiríamos.
Disfrutamos del aire, del sol, del agua, de la tecnología, de las ciudades y de la maravilla de volar en un avión… todo sin haber contribuido nada a la experiencia. Sólo despertamos todas las mañanas y las cosas están ahí.
Todo está interconectado en más formas de las que podemos entender.
Practicar Gratitud nos da una serie de ventajas que cambian la vida (todas confirmadas por la ciencia y la psicología):
- Fortalece el sistema inmunológico
- Reduce el dolor crónico
- Reduce la presión arterial
- El practicante cuida más de su cuerpo: hace más ejercicio y come saludable.
- La calidad del sueño mejora y se descansa más
- Genera emociones positivas con más freciencia
- Se está más alerta y despierto
- Se encuentra más alegría y placer en lo sencillo
- Se es más optimista y feliz
- Promueve la compasión y generosidad
- Se perdona más fácilmente
- Se es más extrovertido
- Erradica la soledad
Entonces entendí que sólo decir gracias no es suficiente; así como entendí que para tener un corazón abierto a la compasión se necesita primero incorporar Gratitud a la práctica espiritual.
Y así nació el Reto de Gratitud. En el libro Thanks!: How the New Science of Gratitude Can Make You Happier, Robert Emmons propone llevar un diario de gratitud por 30 días.
Decidí intentarlo y los resultados han sido sorprendentes. Me volví más productivo y paciente, más consciente de las necesidades de los demás y me cuesta mucho trabajo encontrar motivos para enojarme. También escucho mejor a quienes me hablan y siempre estoy abierto a dar consuelo a quien lo pide. Ahora estoy aún más atento a cómo mi mente emite juicios y los paro en seco antes de que me dominen.
Si te interesa unirte al reto, esta es la manera en que lo hice.
Reto de Gratitud
Por 30 días consecutivos y sin interrupción, escribe en un papel 3 cosas por las que te sientas agradecido. Puede ser desde tener un día más para vivir, el aire que respiras, tus amigos, la familia, la electricidad o agua en tu casa, la sonrisa de quien amas, tener empleo (o no tenerlo).
Pon especial atención en agradecer por tu sustento. Tener comida en tu mesa es la culminación de miles de esfuerzos y vidas. Sé agradecido.
Esfuérzate por encontrar cosas distintas a diario. Tienes más bendiciones de las que te imaginas.
Me ayudó mucho usar Twitter como medio de expresión porque pude hacer público mi reto. Digamos que se convirtió en un compromiso personal que terminó inspirando a otros a unirse, aún sin saber bien de qué se trataba el reto. ¡Así se forman cadenas virtuosas!
Si quieres usar Twitter, incluye el hashtag #RetoDeGratitud para que todos los retos estén en un mismo lugar. ¡Entre más seamos, mejor!
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La primera semana y media en el #RetoDeGratitud los días fueron los mismos de siempre, pero luego sentí un cambio fuerte en mi. Tuve más claridad y comencé a sentirme muy, muy bien.
Ahora la gratitud forma parte vital
Hay mucho, mucho más que decir sobre la Gratitud. En siguientes posts continuaremos.
De momento pon a prueba todo lo que digo. ¡Únete al reto!
Y luego me dices qué tal te sientes.
¡GRACIAS!
por Kyonin | Dic 10, 2014 | Eventos, Retos, Running, Vida
México es un país eminentemente católico y los festejos del mes de diciembre son muy importantes para esta cultura. Son días de celebración y de reflexión religiosa que comienzan el 12 de diciembre (Día de la Virgen de Guadalupe o Lupe, para los que sienten confianza),y concluye el Día de Reyes (6 de enero).
Al mismo tiempo, en estos días se toman las vacaciones de invierno. Dependiendo de la escuela o empresa, se da 1 o 2 semanas de descanso a los trabajadores/estudiantes. Por ende, son un pretexto maravilloso para la fiesta y para el excesivo consumo de alcohol.
Es una broma recurrente decir que uno participará en el Maratón Lupe-Reyes, implicando que la fiesta comienza a mediados de diciembre y que por casi 1 mes, todo mundo estará ebrio.
Pero, ¿qué pasaría si en lugar de una gastada broma anual, el Maratón Lupe-Reyes se convirtiera en un evento deportivo con gente dispuesta a lograrlo?
Se necesitaba un corredor profesional, un gran ser humano y maestro para inspirarse y dar nuevo significado al evento.
En 2014, Miguel Campos y su grupo de corredores nos invitan al verdadero maratón Lupe- Reyes. No, no tienes que vivir en México para participar.
Lo único que necesitas es ganas de hacerlo, zapatos deportivos y leer lo que Miguel escribió para Chocobuda:
Como todos los años a principios de diciembre, en las redes sociales abundan las publicaciones y comentarios sobre el “Maratón Lupe Reyes», chiste recurrente para el mexicano. Éste proverbial evento no oficial es un muy esperado para comenzar las fiestas comiendo y bebiendo en exceso. Inicia el día en que los católicos festejan a la Virgen de Guadalupe, el 12 de Diciembre; y concluye con la llegada de los tres Reyes magos, el 6 de Enero.
Observando esa tendencia surgió la pregunta de, ¿porqué no darle un giro a esa tradición y hacer algo positivo con el nombre; para tratar de que al menos algunas personas tomaran esas fechas como una oportunidad para fincarse un nuevo habito? Así salió la idea de motivar a la gente a completar realmente ese Maratón, como es en su definición original: corriendo.
La idea se compartió con un grupo de amigos de distintas creencias, pero con el común denominador de que todos están en el mundo del deporte. Entre todos formamos imagen y concepto.
¿Qué? Durante los 26 días del Lupe-Reyes, recorre a pie al menos 42,195 mts, distancia oficial de un Maratón.
¿Cómo? ¡Como quieras! Un día puedes correr 5 kilómetros, al día siguiente cero y así hasta completar la distancia.
¿De qué manera? Como quieras. Camina, corre, trota. ¡Como tú gustes!
¿Donde? En donde puedas. El hábito lo logramos cuando la actividad no representa incomodidad; como desplazarnos lejos o luchar contran el tráfico. Corre donde gustes, donde te quede cerca, ¡donde lo disfrutes!
La invitación está abierta a este concepto y sobre todo a que te animes a hacer algo diferente, a probar una actividad nueva. ¿Y porqué no? A motivar a alguien más a que te acompañe. ¡Será divertido!
Más información en el grupo de Facebook.
#EnElLupeReyesPonteLosTenis
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Correr es uno de los mejores hábitos para comenzar 2015. ¿Quieres saber cómo lograrlo? ¡Ven a Shojiki, taller de hábitos!
por Kyonin | Jul 14, 2014 | Retos, Vida
Este es el segundo post en la serie de Retos del Chocobuda. Para tomar el primer reto, haz clic aquí.
Soy un friki, nerd o geek. Todo mundo lo sabe. Como sea que me quieras llamar, no puedo ocultar mi gusto por la literatura de fantasía épica. Desde muy chico he disfrutado siempre de los mundos de Tolkien, Lewis o Piers Anthony. Y por supuesto a G.R. Martin no lo podría descartar jamás.
Game of Thrones es una de mis series de libros favoritos y ahora que tenemos la producción televisiva de HBO, es buen momento de tomar un poco de aprendizaje de ahí. Este reto está inspirado en uno de los personajes favoritos de todos, Arya Stark.
No puedo arruinar la historia para quienes no han leído los libros. Es suficiente decir que en cierta parte del cuarto libro, A Feast for Crows, Arya se encuentra obligada a aprender 3 cosas nuevas cada día.
Desde que leí esto, se me hizo una actividad maravillosa porque soy un convencido que parte del secreto de la felicidad es aprender cosas nuevas todo el tiempo. Es la mejor manera de incrementar nuestra cultura y mantener la mente ejercitada.
Así que te presento el siguiente reto:
Aprende 3 cosas nuevas todos los días durante 1 semana.
Puede ser cualquier cosa que no hayas sabido ayer. Que sea 100% nuevo para ti. Por ejemplo una receta nueva, una forma distinta de afeitarte, el nombre del último rey visigodo, el color favorito de tu mejor amigo, una palabra en francés, cómo usar alguna característica de una app… lo que sea.
Reglas:
- Anota con lápiz lo que aprendas en un papel. No cuentan dispositivos electrónicos. Esto es importante porque memorizarás todo más fácil. Si anotas en un cuaderno es mejor porque podrás regresar a estos nuevos datos en cualquier momento.
- Haz el reto por 1 semana completa. Sin pretextos. Esfuérzate. El primer beneficiado serás tú.
- Habla sobre lo aprendido. Esto también reforzará la memoria, pero además estarás compartiendo con otras personas. Esto siempre es bueno. También podrías usar los comentarios de este post en Chocobuda.
- Si quieres, comparte en tu red social favorita con el hashtag #RetoAryaStark.
¿Qué te parece? ¿Estás dispuesto a inspirarte, inspirar y aprender?
por Kyonin | Mar 25, 2014 | Retos
He estado pensando que el Chocobuda es un blog fácil. Intento plasmar lo poquito que sé del dharma, algunos pensamientos personales y mis aventuras en el entrenamiento zen. De vez en cuando armo algún taller, más por amor al dharma que por cualquier otra cosa.
Pero hasta el día de hoy todo sigue un ciclo muy fácil:
Leer -> Olvidar
Todos hacemos esto con revistas o blogs que nos gustan. Ni siquiera nos tomamos el tiempo para agradecer al autor. Entramos, leemos, olvidamos. Y el trabajo del autor se pierde en el océano de información que es la Red.
No está mal, para nada. Es el ritmo de los tiempo y no es diferente a cómo se leían las publicaciones en los 60’s, por ejemplo.
Así que mientras corría esta mañana pensé que sería interesante lanzar retos de vez en cuando. Tareas simples que nos funcionen a todos para entender un poco más este gran viaje llamado vida.
El primer experimento vino a la mente porque siento que a veces perdemos demasiado tiempo quejándonos de lo que sea. El clima, el gobierno, la pareja, el trabajo, la comida, nuestro cuerpo… Todo es objeto de quejas, pero somos tan cobardes que casi nunca proponemos soluciones o tomamos acciones.
Pero la realidad es que quejarse es un veneno que poco a poco va matando al alma. Es tan poderoso que luego de algún tiempo nuestra relación con el universo es horrible. Vemos todo con un velo de negatividad que afecta en directo nuestro bienestar.
Se nos van los días quejándonos hasta de que la mosca vuele. Lo hacemos un estilo de vida. Y como toooooodo mundo se queja, pues es muy sencillo entrar en esta dinámica.
¿Te has dado cuenta cómo hay personas con las que hablas que todo lo que dicen son quejas? ¿Eres de ese grupo?
La queja es la herramienta que usamos para gritar que la vida es vacía e insatisfactoria, que tenemos muchos apegos que no podemos soltar. Y que somos infelices por lo que sea.
Entonces lanzo la pregunta: ¿qué pasaría si te dejaras de quejar por 1 día?
No pienso decir mi experiencia personal. Eso lo pongo en tus manos.
Cómo practicar este experimento:
- Comenzando desde temprano en la mañana, hazte el propósito de no quejarte y que pondrás atención a tus palabras.
- Cuando encuentres algo que no te gusta, piensa que la vida no está para obedecerte. El tráfico está ahí y punto. Tu jefe no es la persona más hábil y así son las cosas. Así aprendemos a aceptar la vida como es.
- Piensa en 3 acciones inmediatas que puedas ejecutar para hacerte sentir bien y realiza una de ellas. Llama a algún amigo o familiar. Ve por un café o té. Sal a caminar. Canta una canción. Con esto aprendemos a proponer y a regresar el buen humor.
- Enfócate en lo que tengas que hacer. No quejarse da amplitud mental para concentrarse mejor. Antes de que te des cuenta el malestar habrá pasado.
Con esto no quiero decir que dejaremos a los demás pasar por encima de nosotros. No, para nada. No quejarse es evitar que la negatividad nuble nuestro juicio y envenene nuestras relaciones personales.
No quejarse es aceptar las cosas como son, que es el cimiento para una vida más rica e inteligente.
No quejarse nos da la libertad de proponer y construir.
Si aceptas el reto, eres libre de compartir tus experiencias en los comentarios.