Chocoscopio: hablemos sobre el amor. 10 de febrero  de 2016

Chocoscopio: hablemos sobre el amor. 10 de febrero de 2016

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Febrero es el mes del amor en Chocobuda y es una gran oportunidad para presentar oficialmente el Chocoscopio, que será el programa oficial de este blog por Periscope. La idea será hacer al menos una transmisión al mes, tratando temas de utilidad práctica para la vida cotidiana. El budismo zen será nuestra filosofía base. Y sí, es un reemplazo del viejo podcast, el Chococast.

Nuestra primera transmisión oficial tratará de forma breve el amor de pareja y al final de la charla responderemos preguntas de los participantes.

La liga a la transmisión será publicada en Twitter al comenzar.

Si te gustaría que hablaramos de algo en particular, manda tu comentario por Twitter con el hashtag #Chocoscopio

Miércoles 10 de febrero de 2016

CDMX 4:00 PM / Buenos Aires 7:00 PM / Caracas 5:30 PM / Madrid 11:00 PM

Razones por las que fallan tus relaciones de pareja

Como habrás leído, febrero es el mes del amor en Chocobuda. Hoy exploraremos algunas razones por las que tus relaciones amorosas explotan en mil pedazos. O quizá menos, el punto es que no funcionan y te han dejado infeliz por mucho tiempo, preguntando ¿qué salió mal?

La mayoría de nosotros soñamos con la pareja ideal. Sabemos qué es lo que queremos, hacemos una imagen mental de cómo deberían ser las cosas con alguien especial y estamos atentos a ver quién es la persona indicada. Llega alguien, la idealizamos y comenzamos la vida en pareja, solo para darnos cuenta que estamos más infelices y vacíos que al principio.

Esto no es coincidencia y tampoco es un problema único de alguien. Es algo que nos pasa a todos los seres humanos porque nunca nadie nos enseñó cómo funcionan las relaciones de pareja. Si ponemos atención nos podremos dar cuenta que casi todos cometemos los mismos errores y repetimos conductas que siempre terminan en lo mismo: infelicidad con o sin separación. Lo que pasa es que somos tan engreídos y egocéntricos que jamás nos detenemos a analizar lo que hemos hecho mal y buscamos que el universo (por nuestra linda cara) provea lo que queremos. Y eso jamás sucederá.

Así que he escrito una pequeña lista con razones por las que fallan las relaciones de pareja. Como siempre, no es una lista final y mucho menos pretende ser un diagnóstico. Es una lista basada en mis observaciones de la vida y puedo estar completamente equivocado. Sin embargo podría ser útil para que notes tendencias de tu propio comportamiento y puedas tomar acciones para corregir el rumbo.

Con eso dicho, tus relaciones de pareja fallan debido a que…

No sabes cuidar de otro ser vivo

Tu pareja no es lo que idealizaste ni tu salvador. Es una persona compleja con una historia que la respalda, capaz de experimentar sufrimiento y puede cometer errores graves. Al mismo tiempo, es alguien que puede dar mucho al universo y con todo el potencial de ser un buda. Justo como tú. No es «la persona de tus sueños»; es un ser vivo más que anda por este planeta. Tu pareja tiene necesidades que deben ser cubiertas y tiene sentimientos.

Iniciar una relación amorosa es una gran responsabilidad porque implica buscar su bienestar por sobre todas las cosas. Pero si no sabes cuidar de una planta o un animal o de ti mismo, ¿cómo es que te sientes en capacidad de cubrir las necesidades de otro ser vivo?

Mientes desde el inicio

Todos mentimos, decía el Doc. House. Y estaba en lo correcto. Todos somos unos mentirosos que decimos y hacemos lo que sea con tal de que la otra persona «crea» que todo sobre ella nos interesa.

Usamos esta espantosa máscara de maquillaje que cubre lo que realmente somos. Es muy raro que alguien sea honesto con su verdadera identidad, pues estamos en la cacería de pareja. Esto tiene enormes consecuencias porque esta puesta en escena termina y nos exponemos tal como somos, lo que afecta de manera irreparable la relación.

¿Por qué no dejar de usar tretas y trampas, para ser uno mismo? El amor necesita estar basado en honestidad y en nuestras verdadera personalidad. El «juego de la seducción» es un engaño que siempre lastima a todos, aun más al «cazador». Si quieres una relación sana, comienza a ser tú.

También es importante decir que el auto-engaño es una mentira que nos decimos a nosotros mismos. Cuando alguien te interese mucho, hay que ser honestos. ¿Te interesa una relación? ¿Sólo quieres la parte física? ¿Estás dispuesto a pagar las consecuencias de tus mentiras?

Usas a la persona para cumplir tus propios objetivos

Las personas no son peones en tu juego personal de ajedrez. Tampoco tienen que apegarse a un guión teatral que has escrito en tu cabeza con tus ideas y expectativas. Pretender que alguien hará lo que quieras para que tú te sientas bien es un grave error que te hará infeliz.

Las personas son lo que son. Son libres y actúan como necesitan actuar. Una relación de pareja sana necesita estar basada siempre en la libertad y respeto. La manipulación y el chantaje son formas de violación (sí como la violación sexual), ya que estás pasando por encima de alguien contra su voluntad, para tu satisfacción personal.

Sientes envidia

La envida es muy complicada porque es como el azúcar: está presente en todas partes, pero es difícil encontrarla. Daña de forma irreparable cualquier relación que toca.

La envidia llega cuando comenzamos a compararnos con los demás y a desear tener lo que tienen. Es especialmente horrible cuando la envidia sucede en la pareja.

Poner atención a nuestras reacciones es importante porque podemos detener la envidia desde el momento en que la sentimos, para convertirla en generosidad y alegría.

Quieres cambiar a tu pareja

No aceptar a las personas es el boleto premium para el parque llamado Sufridera. Cada vez que criticas o deseas que la persona sea diferente, estás alimentando tu  malestar; mismo que puede convertirse en aversión y odio.

Cada persona es distinta y si no aceptas a alguien como es, sin reservas, ¿para qué molestarse en siquiera comenzar una relación?

Asumes ideas y opiniones por la persona

Cuando piensas que ya sabes qué dirá o pensará tu pareja, estás cometiendo un grave error en varios niveles. Primero que nada, estás jugando el juego de asumir cosas sin preguntas. Todas las asunciones que hagas sobre la pareja son chatarra fantasiosa.

Si tienes alguna sospecha o necesitas opinión, habla y confirma.

No comunicas con claridad

Tu pareja no lee la mente. Si necesitas que te escuche o que se de cuenta de algo, dilo con toda claridad y de frente.

De igual manera, si tu pareja necesita ser escuchada, dale toda tu atención y escucha sin prejuicios. Quizá te sorprenda lo que aprendas.

Ves a la pareja como una inversión

Tu pareja no tiene obligación alguna de retribuir tus esfuerzos. Tú amas porque quieres amar, así como tu pareja ama porque quiere amar. En el momento en que deseas rendimientos por tu inversión de amor, estarás en un hoyo del que no saldrás.

Como siempre, esta lista no está completa. ¿Quieres ayudarme a completarla? ¡Escribe en los comentarios!

El próximo post seguirá explorando el tema del amo.

 

 

El amor está en todo el universo: la visión cruda del budismo zen

El amor está en todo el universo: la visión cruda del budismo zen

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El Zen tiene una perspectiva diferente y brutal con respecto al amor. Y por brutal me refiero a que hablamos del tema sin endulzar palabras, sin idealizar o crear fantasías ególatras al respecto. Al mismo tiempo incorporamos el pensamiento de la psicología evolutiva para entender al ser humano como lo que es: un simio más, un ser vivo más.

En la cultura occidental la comprensión del amor se limita a la familia, amigos y pareja. No es que esté mal, pues es en buena parte lo que nos hace humanos, pero este concepto crea sufrimiento porque hace que la mente separe la vida en bandos.

El amor es uno de los valores principales para el budismo. Podríamos decir incluso que el budismo es una filosofía de amor. Entendemos que nutre el corazón y nos ayuda a crecer como seres vivos. No se limita solo a una persona o a un grupo, sino que es una práctica espiritual cotidiana que se lleva con actos de compasión y generosidad. No busca recompensa alguna más que la integración de la vida a la vida misma, ya que comprendemos que la seguridad y felicidad de otros seres vivos garantiza la nuestra.

El amor es un concepto más allá de explicaciones que hace que la bondad se manifieste en todas las criaturas. Esta bondad la observamos como si fuera un gran río en el que nos sumergimos para convertirnos en parte de él.

El amor es libertad espiritual que fluye desde el practicante y beneficia a todos.

Sin embargo, el «amor» que incluye apegos, lujuria, manipulación, miedo o mala comunicación, no es amor. Es un auto-engaño humano que solo crea sufrimiento. Es por ello que muchas canciones populares del mundo aseguran que «el amor duele».

Y es aquí donde la brutalidad del Zen comienza. El amor humano jamás es desinteresado, a menos que se hagan esfuerzos para mantener atención a los pensamientos. Las personas practicamos un amor egoísta que siempre busca el placer y la retribución, ya sea ideológica o evolutiva.

Muchas fuentes aseguran que el amor más puro es el de una madre, pero esto es solo una linda idea para hacernos sentir bien con la responsabilidad enorme que implica cuidar a un niño. Una madre no es una santa y no, no tiene amor desinteresado. Una madre es un ser vivo más que busca el beneficio de sus hijos para que su material genético se transmita a la siguiente generación, sano y salvo. Hay cariño, hay ternura; por supuesto. Puede que haga un buen trabajo o no. Pero la construcción de la historia de la «madre pura» es un engaño muy costoso porque es la semilla del sufrimiento.

El ser humano idealiza a la persona que decide amar y esto es un terrible piso resbaloso en el que todos caemos.

Sentimos el amor como una inversión que si no nos da lo que buscamos, sufrimos rupturas que nos llevan a la depresión o a la venganza.

Pero no. El amor jamás duele; sino que libera y empuja hacia adelante. Es tan básico y elemental para los seres vivos que aun la persona más agresiva y gruñona
es capaz de sentirlo. Demandamos amor del universo hacia nosotros, sin que pensemos que quizá es todo lo contrario.

Entender que esta emoción es parte de la vida y que somos nosotros los que la transformamos con apegos y autoengaños es importante, porque pone toda la responsabilidad en nuestras manos.

Vivir el amor es una de las mejores experiencias de estar vivo. Nos hace sentir bien, promueve la salud de todos los involucrados y se forman nexos maravillosos que pueden durar hasta la muerte. Y dicen algunas escuelas budistas que incluso van más allá, hasta el renacer de alguien.

El cultivo del amor no depende del deseo carnal o de sacar adelante a la familia.

Amar es dar todo lo que podemos para que todos los seres vivos estén lejos del sufrimiento y en libertad.

Amar es actuar con Gratitud, Compasión y Generosidad; sabiendo que trabajar por los demás nos rodeará de más amor.

Y claro, hay más qué decir… pero tenemos todo el mes para ello 🙂

Febrero, mes sobre amor ¡Bienvenidos!

Febrero, mes sobre amor ¡Bienvenidos!

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Cuando era joven febrero me parecía un mes difícil, pues por toda la ciudad y en los medios se veían corazones, cupidos y lo cursi era el leitmotiff obligado. La tendencia continúa, por supuesto. Admito que yo siempre fui corazón solitario, así que el mes del amor no era mi favorito. De hecho, lo sufría y hacía lo posible para ir en contra.

Ahora muchos años después, como monje budista zen, pienso que febrero es maravilloso. Es toda una celebración al espíritu humano, aunque creo que festejamos solo una fracción del concepto de amor y nos perdemos de otros aspectos que la palabra amor contiene. Quizá son aún más importantes.

A diferencia de la filosofía occidental, el budismo tiene un punto de vista muy particular sobre el amor. No lo limita a la búsqueda ególatra de la pareja ideal o a la protección sectaria de la familia y amigos.

Para el practicante del dharma el amor es una práctica abierta, universal y aplica para todos los seres y objetos en este mundo, en todos los tiempos. El amor trasciende tiempo, géneros, espacios, especies y mundos. El amor crea conexiones y derrite las barreras de la mente divisoria.

Hay mucho qué decir, pero a la vez, hay mucho qué callar para solo contemplar.

Con todo eso en mente decidí que este febrero de 2016 sea el mes sobre el amor, aquí en Chocobuda. Estaré escribiendo posts sobre el tema con el punto de vista del budismo zen y además continuaremos con nuestras transmisiones por Periscope, que desde ahora se llamarán Chocoscopios 😀

Algunos de los temas que serían útiles:

  • Amor de pareja
  • Posibles razones por las que no tienes pareja
  • Amor universal e incondicional
  • Amor como hábito
  • Amor como práctica espiritual

Todo esto nos llevará a quizá hacer algún taller corto sobre el tema. Más información pronto.

¿Qué opinas? ¿Te gustaría algún tema en especial? ¿Quisieras participar el taller?

Dame tus puntos de vista en los comentarios 🙂

 

Zazen ES

Zazen ES

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Zazen es simplemente sentarse a observar los pensamientos. Sin juguetes mentales, sin abrazar ideas o conceptos. Es ver la vida como es, bajo la comprensión de que nuestros pensamientos son una muy pobre representación de la realidad.

Zazen es cancelar el «quiero». Es solo dejar de estorbar a la vida por 20 o 40 minutos para que siga su curso.

Es ser espectadores del espectáculo más maravilloso del que somos parte. Es mirar sin contaminar y así nos unimos con el flujo de la existencia para sentir que somos solo un mamífero más. Nada en especial. PERO al mismo tiempo, cada uno de nosotros seres vivos, es una pieza clave para que este universo exista.

Zazen es guardar silencio.

Zazen es aceptar.

Zazen ES.