por Kyonin | Nov 21, 2018 | Productividad, Vida

Cuatro punto cinco billones. BILLONES. ¿Puedes siquiera imaginar esa cifra? Piensa en chocolates. 4.5 billones de chocolates. ¿En qué lugar cabe esa inmensidad de chocolates? Imagínate el mismo número, pero en horas. 4.5 billones de horas. ¿Qué puede suceder en ese tiempo? ¿Qué harías si pudieras vivir todo ese tiempo? Ahora cambia la unidad a años.
Cuatro punto cinco BILLONES de años. Es un espacio de tiempo que se aleja de todo tipo de fantasía e imaginación, pero es un cifra real y la vives todo el tiempo, no importa dónde estés. Es la edad de la más vieja de tu familia: tu madre. Y la mía, la Madre de todos.
La Madre Tierra se formó hace 4.5 billones de años y su transformación y evolución aún no terminan. Lo hace todo lento; tan lento que en nuestra corta vida apenas notamos sus cambios. Y es que la naturaleza no lleva prisa alguna. ¿Lo has notado?
No hay nada que urja. Hace lo que debe hacer en el tiempo que se requiera. Los continentes tomaron millones de años en formarse. Los ríos tardan siglos en construir su cauce. Los árboles también se lo llevan muy tranquilos para generar bosques.
Si el orden natural de la vida es lento y lo sabemos, ¿entonces porqué los tienes tanta prisa?
Todo lo queremos aquí y ahora. Corremos para un lado y para el otro para poder lograr cosas, y así sentirnos importantes. Y si no obtenemos lo que deseamos, entramos en conflicto que nos lleva a la depresión.
Esto lo aplicamos para las relaciones personales, para el trabajo, para los estudios y hasta para la política.
Una y otra vez nos damos contra la pared porque nuestro ego olvidó que el ser humano es parte de la naturaleza, no es dueño de ella. Deseamos imponer nuestra urgencia ante el orden de la existencia, pero al universo le importa un comino.
Hemos construido una cultura que gira en torno a la recompensa inmediata, que es seductora y fácil… si estamos dispuestos a pagar el precio, que por lo regular es más alto de lo que creemos.
Compramos la píldora mágica para bajar de peso, vamos a la universidad que prometa menos años de instrucción, nos involucramos en relaciones que solo apuntalan el deseo y no el amor, y olvidamos la magia que es leer un libro sin monitos (ilustraciones). Tarde o temprano enfrentaremos el resultado de nuestra pereza y deseo por lo fácil.
Y cuando se trata de querer crear un nuevo hábito, esta búsqueda por lo fácil nos hará fallar sin remedio.
Por esa razón es que el mito de los propósitos de año nuevo me parece muy divertido. Los hacemos en la celebración del 1 de enero, para olvidarlos una semana después.
Si hay algo que aprendí en todos mis años de obesidad, es que no hay forma alguna de que un hábito quede instalado si buscamos la píldora mágica.
Los hábitos son como la formación de planetas. Necesitan ser lentos, pasando primero por fuego y caos, para luego enfriarse y comenzar a girar en armonía y sin parar.
Si en lugar de ir en contra de la naturaleza, la observamos y tomamos las lecciones que nos pone en nuestras narices, quizá sería posible lograr nuestros objetivos de año nuevo.
No importa lo mucho que te urja o cuanto sufras porque no lo tienes aquí y ahora, la ruta más larga es la mejor. Es donde más aprendes y puedes detenerte a disfrutar el paisaje.
por Kyonin | Jun 4, 2018 | Eventos, Inspiración, Meditación, Talleres, Vida

Amigos en Hermosillo, Sonora: El fin de semana del 9 y 10 de junio de 2018, estaré en su ciudad para dar un taller de cambio y creación de hábitos. Aprenderemos qué son los hábitos, cómo se forman, cómo transformar los que no nos gustan; usando la meditación como herramienta para la transformación.
Toda la información sobre los temas a tratar está aquí.
¡Será un honor practicar con ustedes!
Fechas: Sábado 9 de junio, de 3:00 PM a 6:00 PM. Domingo 10 de junio, de 11:00 AM a 2:00 PM.
Facilitador: Rev. Hondou Kyonin, monje budista Soto Zen de la tradición Nishijima.
Disponibilidad: Limitada. ¡Inscríbete con tiempo!
Costo: $900.00
Incluye: Todo el taller descargable con apuntes, lecturas y meditaciones guiadas en audio.
Requisitos: Traer ropa cómoda y ganas de aprender.
Más información e inscripciones: Con Silvia Montaño. Whatsapp: 662 224 0315.
Sede: Taza Madero Café. Jesús García 138 Col.Centro, Hermosillo. Tel. 01 662 688 5477.
por Kyonin | Ene 15, 2018 | Eventos, Inspiración, Talleres, Vida

La mente humana evolucionó para fabricar pensamientos. Muchos. Y lo hace con un ciclo de entrada de datos-procesamiento-salida de datos.
En es sentido, es una maravilla. Es lo que nos vuelve lo que somos, lo que nos hace relacionar con el universo.
El problema es que produce tantos pensamientos, planes y fantasías sin parar. Y además le gusta mucho engancharse a pequeñas distracciones para evitar quedarse quieta.
Se divierte con entradas inútiles de información que, a la larga, nos afectan más que beneficiarnos. En tiempos de la conexión perpetua, la alimentamos con aun más distractores.
Con todo esto no es mentira afirmar que la mente casi nunca está donde debe estar: aquí y ahora.
Esta capacidad de no estar en el presente tiene costos muy altos para la vida cotidiana. Estamos distraídos y perdemos las llaves, nos perdemos, no escuchamos o tenemos accidentes.
Sacrificamos productividad por seguir enganchados en pequeños dulces para la mente. Vivimos nuestros días sin poner atención a nuestras reacciones y relaciones con el universo.
A la hora de querer crear hábitos, las distracciones se convierten en un obstáculo gigantesco.
Por ello quienes se proponen algo como dejar de fumar, de maldecir, comer mejor, caminar más o aprender algo; se pierden en el mar de la apatía y no logran lo que quieren.
Los que quieren aprender algo nuevo, se quedan en el intento porque las distracciones son mucho más atractivas.
Todo ello se puede evitar al poner atención al momento presente, a nuestras palabras y pensamientos, a las acciones y omisiones que estamos por ejecutar.
Vivir aquí y ahora nos devuelve la elusiva capacidad de autocontrol, misma que se pierde con mucha facilidad.
Antes de que pongas trabas o pretextos, en realidad es fácil lograrlo. Pero requiere práctica.
Aunque venga de manera tácita e invisible, cuando nos proponemos forjar un hábito nuevo estamos firmando un contrato de atención:
Quiero comer cosas que me nutran (por ende vigilaré con atención todos mis alimentos, de lo contrario impactaré mi salud y el bienestar de quienes me rodean).
Así nos es mucho más claro el compromiso de cambio y estaremos en el presente, resguardando el contrato.
Y claro, la meditación es la herramienta máxima para cultivar atención consciente. Pero eso ya lo sabías. Si no lo sabías, este taller te interesa.
por Kyonin | Ene 12, 2018 | Productividad, Vida

Comienza un año más y los buenos propósitos abundan. Estamos listos. Lo tenemos todo. Este año será el que marque la diferencia en mi vida.
El 1 de enero es el día perfecto para iniciar. ¡Vamos con todo!
Si entreno duro, en un mes estaré corriendo mi primera carrera. Al fin y al cabo los blogs de productividad y TED dicen que con 21 o 30 días el hábito queda listo.
Los expertos en productividad al estilo estadounidense nos dicen que debemos vivir con la mentalidad de cambio y realizando afirmaciones que pongan la mente en el camino ideal. Aunado a acciones pequeñas, al final de 30 días el hábito quedará en la mente y será parte de nuestra vida.
Suena fácil y sencillo. Uno piensa que con un esfuerzo de tan sólo unos días podrá comer ensaladas cual vaca o salir a incendiar las calles con el running.
Sin embargo, hay una falla inmensa en este sistema. Esta teoría está pensada con la mentalidad de la recompensa inmediata.
Para la mentalidad occidental, los cambios deben llegar sin esfuerzo y de la manera menos incómoda posible. Si algo produce un poco de sudor en la frente, es descartado. Es más, si pueden pagar por que alguien más se esfuerce, lo hacen.
No en vano Estados Unidos es el país que más productos milagrosos lanza. Basta con echar un vistazo a los informerciales. Harán lo que sea para vendernos desde pelador de patatas mágico, hasta un aparato de tortura medieval para ejercitar el abdomen. Todo es fácil y con el menor esfuerzo posible.
¡Puedo tener six pack mientras miro Netflix!
Los hispano parlantes, no somos diferentes.
La recompensa inmediata es uno de los daños más grandes que la sociedad de consumo ha casado en el crecimiento personal y espiritual.
Todo lo queremos aquí y ahora, y los hábitos no se escapan.
Por eso, al intentar cumplir metas y adquirir mejores disciplinas, fallamos miserablemente. Cuando vemos la cruda realidad de que los hábitos requieren esfuerzo y hasta un poco de sacrificio, los abandonamos.
Después de algún tiempo de reflexión y experimentación personal, decidí retar la idea de los 21 a 30 días.
Ya sea curar mi insomnio, volverme corredor, aprender un idioma o a cocinar… todos mis procesos de hábitos nuevos han tomado mucho más de 3 meses. Algunos más complejos han tomado unos buenos 4 años. Todas y cada una de mis mejoras personales han llevado un largo proceso de introspección, investigación, experimentación, muchos errores y caídas, y práctica constante.
Quizá soy muy tonto. Es posible que mi cerebro de mandril no pueda con una meta corta de 21 días. Pero lo que sí puedo decir es que los cambios que se han quedado y que forman parte de mi cotidiano, han sido logrados al 100% y los practico hasta el día de hoy.
Pero todos han tomado mucho tiempo y, sobre todo, disciplina.
No me cansaré de decirlo. El secreto de la vida es la disciplina. La necesitamos para estudiar, trabajar, divertirnos y hasta para dormir.
Creo que es hora de comenzar a entenderlo antes de siquiera intentar crear hábitos.
Si quieres saber más sobre cómo crear hábitos que permanezcan, o si quieres cambiar alguno que no te hace feliz; este taller es para ti.
por Kyonin | Ene 10, 2018 | Productividad, Vida

Los seres humanos hemos creado una nueva cultura en torno a la recompensa inmediata que es muy atractiva y, al día de hoy, ineludible.
Gozamos de productos y servicios que nos premian con tenerlo todo aquí y ahora. Ya no hay que esperar a ir a una tienda especializada para tener música, juegos de consola, libros, ropa, víveres o películas. Es tan fácil pedir cosas desde el teléfono, que ni siquiera recordamos cómo era el mundo hace unos 10 años.
Era un mundo cruel y árido en el que uno debía esforzarse por lograr y tener cosas.
No es que no me guste la cultura de lo inmediato. Al contrario, es maravillosa y hace la vida mucho más llevadera. ¡Si hay alguien que goza servicios como Steam, soy yo! El problema es que con frecuencia, esta forma de vida es más un estorbo que arruina nuestra capacidad para implantar hábitos nuevos o cambiar los que no nos gustan. ¡Odiamos si quiera el pensar en la palabra disciplina!
Esto genera una avalancha de obstáculos que nos hacen fallar de maneras épicas al momento de querer mejorar nuestra experiencia de vida.
La sociedad parece aplaudirnos cuando alguien come mal por estar muy ocupado, dormir poco por dedicar tiempo a las fiestas, despertar tarde en fin de semana, o al empeñar el futuro con deudas de tarjetas de crédito.
Y ni qué decir de la mercadotecnia. Nos vende la fantasía de que con una píldora mágica/gadget/bebida/amuleto dormiremos mejor, bajaremos de peso o tendremos más energía.
Sin embargo, lo que todo mundo se esfuerza en ignorar es el hecho de que los nuevos hábitos se apoyan en la disciplina. No hay más.
No existen los milagros, la magia, la providencia, ni El Secreto. Sólo existe el trabajo, la dedicación y la constancia.
Para evitar el desarrollo de nuevos hábitos existe una gran colección de obstáculos, casi todos basados en nuestro gran y pesado ego. Aquí presento una pequeña lista:
- Pereza
- Auto complacencia
- Esperanza en la píldora mágica
- Seguir a la manada
- Apego a las costumbres y tradiciones
- Miedo a experimentar
- Miedo al cambio
- Ignorancia / falta de información
- Rebeldía
- Mala alimentación
Sí, el número 10 es la mala alimentación. A pesar de que la subestimamos, la nutrición es la clave de la vida. Comer alimentos procesados y abusar de las harinas nos vuelve pesados y apáticos.
Es mucho más fácil generar hábitos duraderos cuando la nutrición es equilibrada.
¿Te has enfrentado con algún obstáculo fuerte al crear nuevos hábitos? ¡Comparte en los comentarios!
Si te interesa crear un hábito nuevo o cambiar uno que no te guste, este taller es para ti.