por Kyonin | Ago 12, 2016 | Budismo, Mindfulness, Minimalismo, Vida, Zen

Una característica clásica de los humanos es que detestamos la crítica. Somos muy buenos para marcar los errores y omisiones de otros, pero cuando alguien nos dice algo, saltamos a la defensiva. Y es que no estamos acostumbrados a observar nuestra propia conducta.
Hablamos sin pensar, actuamos solo para acariciar el ego; y en este proceso caemos en comportamientos compulsivos. Si no estamos constantemente vigilando nuestros pensamientos, nos convertimos en personas con tendencias a la compulsión.
Al entrar en la mente compulsiva, llegamos a un estado en el que la vida es como un sueño. Hacemos cosas sin entender lo que hacemos. El adicto a la comida comienza a comer sin pensar. El adicto a las relaciones personales entra en la perpetua espiral de la seducción. El egoísta hará lo que sea para acariciar su ser interior, sin observar las consecuencias. El apostador lo dará todo para poder sentir la adrenalina fluir con la emoción de un juego de azar. Despertamos de ese sueño cuando es demasiado tarde y el daño está hecho. Muchas veces es irreparable.
Cuando meditamos aprendemos a seguir nuestra respiración. Con el paso del tiempo aprendemos a observar los pensamientos sin juzgarlos y sin abrazarnos a ellos. Cuando detectamos que hay compulsión o angustia por repetir algo, solo lo notamos para dejarlo pasar… como nubes al viento.
Definitivamente no es fácil. Sentarse a meditar por 10 minutos implica 10 minutos menos de Facebook, de teléfono móvil y de cualquier cosa que no requiera inteligencia.
Meditar es dejar ir el ego para que la vida transcurra sin nuestra influencia. Es guardar silencio para contemplar los pensamientos y entender que nunca han sido la realidad, sino tan sólo una pobre interpretación personal.
Sin embargo, luego de unas 6 u 8 semanas de práctica, la vida cambia. Los pensamientos compulsivos comienzan a tener otro carácter. Ya no provocan angustia, sino que comenzamos a distinguirlos para no engancharnos a ellos.
Se adquiere una mejor relación con la comida, por ejemplo. Nos volvemos conscientes de que comer de más o alimentos de mala calidad daña nuestra salud.
Prestamos más atención a las cosas sencillas de la vida y se mira todo desde un punto más tranquilo.
Todas las cosas que nos generan adicción y compulsiones, pasan a segundo término. Por ello no es secreto que meditar es una de las herramientas más útiles para alejarse de las drogas o el alcohol. Miles de terapeutas en el mundo recomiendan algún tipo de meditación a sus pacientes.
Romper los pensamientos compulsivos no es fácil en una economía que lucra con nuestros excesos. Pero existe una salida, aunque es un camino personal y tiene que comenzar en algún lado.
Meditar por unos 10 minutos al día es el inicio de un viaje de millones de kilómetros. Si no das el primer paso, jamás lo lograrás.
por Kyonin | Ago 8, 2016 | Creatividad, Inspiración, Meditación, Mindfulness, Vida, Vida oficinal
Así como hay acciones claras para aumentar tu creatividad, también hay una ruta segura para destrozarla. Y parece que muchos seguimos ese camino, pues la concentración y las musas tardan cada día más en llegar.
Mala alimentación, apegarnos a las opiniones y vivir para cumplir caprichos; son algunas de las conductas que nos vuelven personas feas y ancladas a nuestro ego.
Hoy comparto estas cinco acciones para arruinar la creatividad. Son fáciles de seguir y tienen toda la intención de ser psicología inversa… y con algo de humor.
Si quieres saber más sobre cómo mantenerte en plena creatividad y aumentar tu productividad, no te pierdas el próximo taller: Omoi, meditación para creativos (y no tan creativos).

por Kyonin | Ago 1, 2016 | Chocoscopio, Creatividad, Eventos, Inspiración, Meditación, Mindfulness, Periscope, Productividad, Vida, Vida oficinal

La hoja en blanco, cuerdas sin tocar, lienzo vacío, teclado en silencio. Todos estos demonios modernos llegan a cobrar nuestra tranquilidad cuando la mente creativa se topa contra la pared.
¿Cómo mantenerse creativo? ¿Cómo resolver problemas que parecen imposibles? ¿Cómo conservar la ecuanimidad en momentos de alto estrés?
Ser creativo no solo es cuestión de talento, sino de entrenamiento y práctica. En este Chocoscopio revisaremos algunas técnicas que nos permitirán ser creativos en todo momento… siempre y cuando convirtamos el placer en disciplina. Sí, la disciplina no es mala.
Martes 2 de agosto de 2016
CDMX 4:00 PM / Buenos Aires 7:00 PM / Caracas 5:30 PM / Madrid 11:00 PM
Si no alcanzas a conectarte para la transmisión en vivo, el video de la charla será publicado al día siguiente.
¡Te espero!
por Kyonin | Jul 27, 2016 | Creatividad, Inspiración, Meditación, Mindfulness, Productividad
Todas las personas somos creativas. No hay forma de que no lo seamos, pues es una capacidad que la selección natural ha puesto en nuestra mente para poder resolver problemas complejos.
Sin embargo hay ocasiones en que las musas parecen haber salido de vacaciones y necesitamos ser productivos. Aquí comparto 5 acciones que ayudan mucho a mantener la creatividad a flote.

Si quieres saber más sobre creatividad para la vida, te invito a Omoi. Es un taller de mindfulness para creativos en donde aprendemos técnicas para que las musas siempre nos acompañen. Más información.
por Kyonin | Jul 25, 2016 | Creatividad, Inspiración, Meditación, Mindfulness, Productividad

… música que se escucha tan profundamente que ya no se escucha. Te conviertes en música.
T.S. Elliot
La experiencia de crear es espiritual. No en el sentido religioso, sino en el más puro sentido humano. Cuando nos sentamos a escribir una carta, a dibujar o pintar, cocinar, a tocar algún instrumento o a diseñar una página, suceden varias cosas interesantes en nosotros.
Para empezar el mundo a nuestro alrededor se pierde. Dejamos de estar distraídos por ruidos o por el medio ambiente. Dejamos de sentir el cuerpo. ¿Te has percatado que cuando te absorbe alguna actividad creativa, dejas de sentir las piernas?
Cuando creamos nos convertimos en lo que sea que creamos. Por un momento somos música y nos movemos entre notas. Por un instante somos texto que comunica y que expresa. O quizá nos transformamos en ingredientes de una historia que se narra en un platillo servido.
Crear es espiritual porque nos une con el presente, fundiéndonos con el flujo de la vida. Se suspenden los juicios y las opiniones y simplemente seguimos adelante hasta terminar. Es entrar a un proceso meditativo en el que la vida transcurre en armonía y en tono con los ritmos de la naturaleza. Los sentimientos surgen y se plasman para simplemente ser.
Llegar a esta zona no es nada fácil. A algunos nos cuesta mucho trabajo, pues la inspiración nos evade con frecuencia. La buscamos activamente en todos lados y siempre tarda más de lo que quisiéramos. Por desgracia, algunas personas se rinden y otras más se intoxican para poder sentirse en sintonía con los jugos creativos.
¿Y si te dijera que la creatividad es más zen de lo que te imaginas?
Una persona creativa trabaja mejor cuando vive justo aquí y ahora, dejando de lado la angustia del futuro y la pesadumbre de un pasado que lo ancla. Sabe que la inspiración tarda en llegar, pero si mantiene la mente en calma, siempre será mucho más sencillo producir y llegar al Silencio.
Así como debemos practicar la escritura o la música para ser mejores, un gran ejercicio para el creativo es sentarse en silencio a meditar. Si esta práctica se lleva con disciplina, la inspiración se encontrará de forma más fácil y sencilla, sin tener que recurrir a estimulantes o dramas.
Es cuestión de probar.
Si te interesa saber más y meditar, te invito a Omoi, taller de meditación y mindfulness para personas creativas.