mente que habita en este bosque
denso, impenetrable
con sendas invadidas,
ecos de la vida anterior
En el centro de todo
yo, sentado en flor de loto
atento y en silencio
Inhalo nubes que flotan a la deriva
para regresar humo de incienso
que baila, se une, se funde lento
me abrazo al universo
entonces ya no soy