En el budismo Mahayana, los monjes entrenamos para hacer el ego lo más pequeño que se pueda. Al ser parte de nuestra naturaleza, jamás podrá irse del todo, pero sin duda podemos estar atentos para que no nos domine.

Esta es la enseñanza de Atman, que el Buda nos dejó. Es la comprensión profunda de que el ego, el alma y las ideas que nos formamos sobre el universo, carecen de sustancia y son solo producto de nuestra imaginación. Todo es vacuidad porque son una sola cosa, indivisible.

El YO es tan solo una ilusión, pero si se sale de control, es la que genera opiniones y juicios con los que podemos causarnos daño.

Cuando a un maestro budista le preguntamos su opinión de algo, ponemos al maestro en una encrucijada. Nuestra misión es enseñar el Dharma de la manera más imparcial posible. Si le mezclamos opiniones, entonces la enseñanza no es tan efectiva.

Por eso, una manera acertada de hacer preguntas sería algo como «¿Qué opina el budismo de INSERTE TEMA AQUÍ?».

En esta charla en video explico un poco más al respecto.

También respondo a este comentario:

Hoy en día, me he dado cuenta, que todas las explicaciones que dan las religiones sobre lo que hay después de la muerte, no son más que expectativas que todos tenemos, pero que no van con la Realidad.

Y a las preguntas:

¿Por qué es importante la forma en la que nos relacionamos con todo lo que nos rodea?

Nuestras percepciones, al ser ilusiones, ¿pueden ser cambiadas?

¿Qué opina usted respecto al sentimiento de culpa?

¿Qué opina usted respecto a la frustración?