Hay incontables factores por los que nuestra vida humana es difícil, pero una de ellas es por la falta de un esquema con el que podamos basar y contrastar nuestra experiencia.

Tenemos muchas religiones y leyes, claro. Pero el problema es que como funcionan con base en prohibiciones y dogmas, se vuelven imposibles de seguir. Esto resulta en frustraciones y mucha energía mental y espiritual contenida que saldrá de alguna forma u otra. Y a menudo es la semilla de malas noticias, porque nos causamos daño a nosotros o a los demás.

Ir por la vida sin una filosofía, un credo o al menos un decálogo que nos de un terreno sólido que pisar, hace que las cosas no funcionen bien. Vivir aleatoriamente, dando gusto al ego nunca nos ha vuelto mejores personas. Además, la felicidad se aleja cada vez más de nuestras manos.

La importancia de seguir una filosofía

Tener una filosofía de vida personal es fundamental para navegar en nuestro mundo complejo. Nos ayuda a construir un conjunto de reglas y éticas que pueden guiarnos en la toma de decisiones y en el vivir de manera plena, más saludable y compasiva.

Aunque no es la única, el Budismo Zen es una de esas filosofías que nos brinda las herramientas adecuadas para llevar una vida significativa y pacífica. Nos ayuda a comprender la importancia de vivir el presente, encontrar el equilibrio entre el trabajo y el ocio, y desarrollar la compasión hacia los demás.

Con su énfasis en la atención plena, la práctica Zen puede ayudarnos a encontrar la armonía dentro de nosotros mismos, nuestro lugar en la naturaleza y a estar auténticamente conectados con quienes nos rodean.

El Dharma como tu espina dorsal

Estas ideas no son nuevas, por supuesto. Los practicantes de Zen tenemos siglos viviendo con base en el Bhuddhadharma. De hecho, una de las enseñanzas que Dogen Zenji dejó en Shobogenzo Zuimonki fue la siguiente:

Shobogenzo Zuimonki 3-13

Un día, el Maestro Dogen habló así:

Algunos estudiantes del Dharma dicen a menudo: «No puedo hacer tal o cual cosa porque los demás me criticarán.» Esto es un completo error. Si lo que quieres hacer está de acuerdo con la práctica de los Budas y Patriarcas y con la enseñanza sagrada del Dharma, debes hacerlo, aunque los demás te critiquen por ello. Si lo que quieres hacer no ha sido recomendado por los textos sagrados ni por los Budas y Patriarcas, no debes hacerlo, aunque los demás te alaben y te cubran de elogios.

No debes seguir las opiniones del mundo laico, ni siquiera las de vuestros parientes, aunque te critiquen y te alaben porque cuando tengas que encarar la muerte y caigas en los estados nefastos (infernal, animal o hambriento) ninguno de ellos podrá hacer nada para salvarte.

Si practicas la Vía de los Budas y Patriarcas, aunque los demás te aborrezcan y te insulten, podrás salvarte. Por lo tanto, no dejes de practicar por miedo a ser criticado por los demás. Aquéllos que te calumnian o te alaban no han comprendido el Dharma del Buda y de los Patriarcas, ¿Cómo pueden juzgar la Vía de los Budas y Patriarcas mediante el sistema de valores mundanos acerca de lo bueno y de lo malo?

No dependas de los sentimientos de la gente mundana. Debes practicar de todo corazón, si tu acción está de acuerdo con la Vía de los Budas y Patriarcas.

Conclusión

Ya sea que busques estar en paz o cómo tomar mejores decisiones de vida, tener una filosofía que te respalde es más que útil.

Te invito a que explores y que tengas curiosidad por encontrar la tuya. Lee, aprende y comienza a aplicarla. No te arrepentirás.

Y si crees que el Zen es para ti, ¡bienvenida a casa!