Con mucha frecuencia la gente me pregunta si el Buda es un dios chino. Con toda paciencia siempre doy la misma explicación: era solo un hombre que dejó una serie de enseñanzas y lo respetamos y reconocemos como nuestro guía para vivir con compasión. De hecho, era tan humano, que murió de diarrea. Nada divino ni cósmico en ello.
Y casi siempre, la pregunta que sigue es: entonces los muñecos e imágenes que ponen en los altares, ¿son santos? ¿Le rezas a esos santos?
La respuesta es compleja de explicar y más de entender porque es sí y no al mismo tiempo, además de que se sale toda comprensión.
Sí son santos y sí les “rezamos”, pero no en el contexto cristiano, sino en el budista.
No son santos y no les rezamos como lo hacen en las religiones abrahámicas.
La práctica con Bodhisattvas es muy importante para el budismo Mahayana, y para el Zen son puntos de apoyo de nuestra filosofía. Pero no es tan fácil de entender para la mente occidental. Después de todo, el budismo es una religión con prácticas que requieren confianza y dejar de lado la mente discursiva.
En esta serie de artículos hablaré sobre qué y quienes son los Bodhisattvas en el Soto Zen, para que podamos saber un poco más y, quizá, incluirlos en nuestra espiritualidad cotidiana.
No serán artículos académicos o demasiado serios porque mi intención es facilitar la comprensión y que podamos dar el primer paso para conocerlos.
Conociendo a los Bodhisattvas
Un Bodhisattva es un personaje con una práctica tan pura y perfecta, que ha dejado de lado su beneficio personal y su entrada al nirvana, hasta que todos los seres vivos estén libres de sufrimiento. Puede ser una persona del pasado o una idea religiosa. ¿Cómo es esto?
El budismo en general está lleno de conceptos religiosos profundos y abstractos que no son fáciles de comprender para la mente intelectual. Por eso es por lo que los humanos recurrimos al antropomorfismo, que es dar cuerpo y características humanas a un fenómeno que no comprendemos del todo.
Por ejemplo, las tribus nórdicas no comprendían los rayos y los truenos de la tormenta, pero al crear a Thor, podían establecer una relación personal con el meteoro.
Otro ejemplo fueron los aztecas, quienes no comprendían qué es el sol. Crearon a Tonatiuh para poder entender y alabar la vida y fuerza que trae la energía solar.
En el budismo tenemos conceptos enormes como La Perfección de la Gran Sabiduría, que son muy complejos. Entonces, al tener a Prajnaparamita como la Bodhisattva Madre de Todos los Budas, es más fácil para sentirnos cerca e identificados con lo que significa.
También hay personajes dentro del budismo, como Bodhidharma o el mismo Dogen Zenji, que han dejado huella por su compasión y sabiduría. Han llevado una práctica tan pura y perfecta, que son una inspiración para nosotros. Ellos también son Bodhisattvas y forman parte de nuestros altares.
Muchas veces se tiende a compararlos erróneamente con los santos del catolicismo, imaginando que realizan milagros o conceden deseos. Pero no es así: su función no es intervenir sobrenaturalmente, sino servir como recordatorio e inspiración de las nobles cualidades que debemos cultivar en nuestro camino espiritual.
Diferencias entre Buda y Bodhisattvas
Aunque comparten lugar en nuestros altares, la diferencia entre el Buda y los Bodhisattvas es notable. El Buda es nuestro comandante en jefe. Los Bodhisattvas siguen las instrucciones y guía del Buda para ayudar a los seres vivos del multiverso.
Aunque comparten la misma meta, hay diferencias clave entre Buda y los Bodhisattvas:
- El Buda alcanzó la completa iluminación, mientras los Bodhisattvas aún trabajan en perfeccionar sus cualidades para llegar a ese estado.
- El Buda trascendió el ciclo de nacimiento y muerte, los Bodhisattvas decidieron posponer el nirvana para stay aquí ayudándonos.
- El Buda representa el estado de iluminación en sí, los Bodhisattvas representan las cualidades que nos falta desarrollar como la compasión, la paciencia y la sabiduría.
Importancia en el budismo Mahayana
Los Bodhisattvas ocupan un lugar central en la tradición Mahayana. De hecho, ¡son la esencia de estas enseñanzas! El budismo Mahayana enfatiza que no debemos buscar la iluminación propia, debemos ayudar a liberar a todos los seres.
Los Bodhisattvas encarnan ese ideal del bodaishin (bodhicitta), la mente de la iluminación que aspira a la budeidad para beneficiar a otros. Por eso en esta tradición se les dedican mantras, rituales y prácticas devocionales. Nos recuerdan constantemente la motivación compasiva que necesitamos.
Importancia en el budismo Zen
Dentro de la escuela Soto Zen, que pertenece al budismo Mahayana, los Bodhisattvas también ocupan un lugar relevante como figuras inspiradoras y guías en nuestro camino.
En templos Zen es común encontrar en los altares imágenes y estatuas de Bodhisattvas como Monju, Fugen, Jizo y especialmente Kannon, a los que se les ofrecen inciensos, flores o comida en señal de respeto y gratitud.
En la vida cotidiana, se les puede tener en mente y corazón para desarrollar sabiduría y fuerza para perseverar en la práctica. Irradian cualidades que nos ayudan a calmar la mente, cultivar la compasión y progresar con serenidad en el camino.
Así, los Bodhisattvas son verdaderos compañeros en nuestro sendero espiritual. En próximos artículos hablaré sobre Bodhisattvas específicos y cómo conectarnos con ellos.