Continuando con nuestra serie sobre los Bodhisattvas del Budismo Zen, hoy nos toca visitar a Samantabhadra o Fugen Bosatsu o Puxian Pusa (chino), el Bodhisattva de la virtud universal y la meditación. Es una figura espiritual importante para el Mahayana porque representa no solo la preciosa aspiración espiritual de los practicantes de budismo, sino también las cualidades de compasión y sabiduría inherentes a la enseñanza budista.
Es un imponente Bodhisattva que monta un elefante blanco, y nos toma de la mano para atravesar la adversidad que nos presenta Mara, nos inspira y nos guía para nunca soltar Zazen ni nuestra promesa de servir a todos los seres vivos.
Significado de su nombre
El nombre «Samantabhadra» o Fugen, en japonés, se traduce como «Virtud Universal» o «Todo el Bien», lo que indica la naturaleza omnipresente y benevolente de este Bodhisattva. Su nombre es la insignia que conjunta todos nuestros esfuerzos para ir más allá del ego y entender que el budismo se trata sobre entrenar la mente, para poder servir sin reservas a los demás seres. De igual forma, Fugen es el recordatorio de que debemos siempre buscar equilibrio entre las fuerzas yin y yang, masculino y femenino dentro de nosotros y en el universo.
La esencia de sus enseñanzas y prácticas se extienden por todas las direcciones y benefician a todos los seres sin distinción.
Simbolismo y manifestaciones del bodhisattva de la virtud universal
Casi siempre podemos encontrar a Fugen, Bodhisattva de la virtud universal, montando un majestuoso elefante blanco con seis colmillos, un poderoso símbolo del control de la mente sobre las pasiones y las impurezas. Esto es debido a que el elefante es una metáfora para la mente. La mente sin control es un elefante muy peligroso porque todo lo aplasta. La mente dominada, es un elefante esplendoroso que ayuda a la vida. En Dhammapada, Shakyamuni nos dice:
Yo, como elefante en la batalla, [que soporta] la flecha disparada del arco, soportaré el abuso. En verdad, la mayoría de la gente tiene mala moralidad.
Conducen al [animal] domado a donde está la gente, el rey monta al [animal] domado. El domado es el mejor entre los humanos, ese que soporta el abuso.
Excelentes son las mulas domadas, los purasangres del Sindh y los elefantes con colmillos, los grandes elefantes. Mejor que estos es uno que se ha domado a sí mismo.
En verdad, no por medio de estos vehículos uno iría a la región inalcanzada. Así, domándose bien a sí mismo, el domado, domándose va.
Los seis colmillos del elefante de Samantabhadra representan la purificación de los seis órganos sensoriales en el budismo, y el elefante blanco simboliza la nobleza de la mente pura y poderosa.
En el arte y la iconografía, Fugen a menudo aparece con un semblante sereno y compasivo, portando atributos como un loto, que es la pureza que surge del lodo del samsara.
Los Diez Grandes Votos de Samantabhadra
Los diez grandes votos de Samantabhadra forman el núcleo de su práctica espiritual y enseñanza. Estos son:
- Rendir homenaje a todos los Budas.
- Alabar sus cualidades.
- Hacer ofrendas generosas a nuestro templo o Maestro.
- Enmendar los errores pasados.
- Regocijarse en los méritos y práctica de otros.
- Solicitar la enseñanza del Dharma.
- Rogar a los seres iluminados que permanezcan en el mundo.
- Estudiar continuamente las enseñanzas del Buda.
- Responder a las necesidades de todos los seres sintientes.
- Dedicar todos los méritos y esfuerzos personales a la iluminación de todos los seres.
Estos votos son una guía práctica para los practicantes del budismo, enfatizando la importancia de la compasión, la sabiduría y el compromiso con el bienestar de todos los seres.
Si hacemos lo posible por seguirlos al pie de la letra, incontables bendiciones y felicidad llenarán nuestra vida.
Cómo se le rinde culto en los templos budistas de Japón
En Japón, Fugen Bosatsu es venerado más en las tradiciones Tendai y Shingon, que en la Soto Zen. Sin embargo, en el Zen reconocemos su importancia, inspiración y su presencia es común en muchos templos Soto Zen.
Los templos dedicados a Fugen ofrecen un espacio sagrado para la práctica de la meditación, la recitación de sutras y mantras, y la realización de rituales que honran su enseñanza.
Las prácticas comunes incluyen la recitación del «Sutra de la Meditación de Samantabhadra«, la contemplación de los Diez Grandes Votos, y la realización de ofrendas de incienso, flores y alimentos. Estas acciones no solo sirven para honrar a Fugen, sino también para internalizar sus enseñanzas y cultivar las cualidades Bodhisattva en los practicantes.
Durante festivales y días especiales, los templos pueden organizar lecturas de sutras, discusiones sobre las enseñanzas de Fugen y actividades comunitarias que reflejan su espíritu de servicio y compasión.
Cómo incorporar a Fugen Bosatsu en la práctica cotidiana
Como mencionamos, Fugen, Bodhisattva de la virtud universal, está presente en el Zen. Inspirarino con su mensaje y esencia de en la vida diaria es una forma poderosa de vivir los principios del budismo.
Esto puede hacerse a través de Zazen, reflexionando sobre los Diez Grandes Votos y esforzándose por ponerlos en práctica. Por ejemplo, se puede practicar la generosidad y el servicio a los demás como una forma de hacer ofrendas, o se puede participar en el aprendizaje y la enseñanza del Dharma como parte del compromiso con el estudio y la difusión del Buddhadharma.
Pero más importante aún: estudiar los Diez Grandes Votos y conducirnos por la vida con ellos como base de nuestra religión.
La práctica de la atención plena en las acciones cotidianas, buscando actuar con compasión y sabiduría en todas las situaciones, es otra forma de honrar el camino de Fugen.
Mantra de Samantabhadra
Finalmente, la recitación de mantras asociados a Fugen, especialmente durante momentos de meditación o en tiempos de desafío, puede ayudar a centrar la mente y cultivar una conexión más profunda con las cualidades del Bodhisattva.
El mantra para Samantabhadra más sencillo es en chino: Namu Puxian Pusa (Alabado / Salve Fugen Bosatsu). Se puede escuchar y recitar con esta melodía:
Conclusión
Fugen Bosatsu simboliza el camino infinito hacia la iluminación, guiándonos a través de ejemplos de virtud, compasión y sabiduría universales. Su presencia en nuestra práctica no solo honra una rica tradición histórica, sino que también ofrece una guía práctica y un modelo a seguir.
Al estudiar sus enseñanzas, contemplar sus votos y practicar sus principios, los budistas y los buscadores espirituales podemos profundizar su comprensión del Dharma y avanzar en nuestro propio camino hacia una comprensión más profunda de la Triple Gema. Fugen Bosatsu no es solo una figura para ser venerada, sino un catalizador para alcanzar nuestro potencial de transformarnos en seres de bondad y sabiduría universales.