En mi corazón hay un pensamiento,
pero expresarlo en verso para ti es difícil.
Maestro, si preguntas: ¿qué es este verso?
El viento agita las campanas en la esquina del Salón del Dharma.
Agarrar el pincel, recitar sutras; ese no es mi camino,
contemplar la vida junto a la ventana, esta es mi meditación.
¿Conoces realmente el significado de la verdad de Occidente?
El viento lleva el sonido del arroyo al balaustre iluminado por la luna.
¿Qué tipo de verdad has estado tratando de encontrar todo el día?
Es como tratar de encontrar el buey cuando se monta en él.
¡Qué absurdos son los que practican en estos días!
¿Cuándo dejarás de buscar alcanzar la iluminación por medio de la mente?
Con palabras rebuscadas y charla inútil afirman tener conocimiento,
habiendo visto mucho y oído mucho, pretenden ser sabios.
Incluso si están bien versados en los sutras y son capaces de componer versos finos,
si no conocen la mente, todo quedará en nada.
—
Por el maestro del Budismo Seon, Wolbong (Corea, 1624–?)
Traducido por Kyonin.
El maestro Wolbong reflexiona sobre los eruditos de budismo y los practicantes que no han comprendido que el budismo es soltar todo.
Nos rendimos ante la magestusidad del Buda para así fundirnos con él.
No hay que buscar la verdad ni la felicidad. La vanidad, el dinero y el reconocimiento son ilusiones que ya no perseguimos más. Tampoco hay que buscar razones por las que suceden las cosas.
Solo nos sentamos en silencio a observar la vida.